Capítulo 25. - reflejos del corazón -

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- Ya puede volver a su lugar, señorita Granger -. Me indicó el profesor.
En estos momentos, agradecía tener la melena crispada que tantas veces me molestaba, porque oculté mi rostro tras ella para que ninguno de mis amigos pueda percibir la rojez de mis mejillas.
Nos mostró también la poción de Felix Felicis, y nos dijo que quién lograse hacer bien la pócima de Muertos Vivientes de manera correcta podría ganarse ese pequeño frasco que tantos beneficios parecía brindar según lo que Slughorn nos había explicado.

Comenzamos las preparaciones, pero no lograba obtener los resultados necesarios, en cambio mi amigo Harry estaba casi saltando en una pata por los resultados que tenía su caldero. Me frustró de manera sorpresiva, no lograba comprender cómo mi amigo, que siempre fue bastante mediocre para esto, lograba hacer bien una poción que el profesor nos había informado que solo un alumno logró hacerla de la manera correcta.

¿Sería que oler aquel caldero alteró mis sentidos y mi coordinación?

¿O quizás sería el hecho de no verlo más dando las clases de mi materia favorita?.

Como fuese, aquel día no pude apartar mi mente de aquellos olores y de todos los recuerdos a los que me transportaban, junto con las sensaciones que le generaban a todo mi ser.

Me estaba costando bastante conciliar el sueño por la noche, por suerte Ginny me distrajo hasta agotarme los oídos al hablarme tanto sobre un tal Dean.

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El reflejo de luz intenso que se generaba por el sol y la nieve blanca me despertó por la mañana.
Ginny ya estaba lista junto a Harry y Ron en la sala.
Fuimos como siempre al gran comedor, pero en cuanto nos sentamos en nuestros lugares de siempre Lavander aparece y se sienta junto a Ginny, aún no comprendo por qué, hace días, anda queriendo sumarse a nuestras reuniones, y está comenzando a fastidiarme.
Especialmente porque no deja de mirarlo a Ron con cara de tonta, no podía quitarle los ojos de encima a ella, quería arrancarle todos esos resortes que tiene como cabello y hacerla volar directo a la estación 9 ¾.
Abruptamente comienzo a sentir un intenso dolor de cabeza.

¿Tanto estaba enfurecida con Lavander como para que me agarrase semejante dolor?.

Pero entonces recordé.
Ese dolor de cabeza, no era un dolor de cabeza común. Alcé velozmente la vista para toparme con la mirada fija en mí de nuestro, ahora, ex-profesor de pociones, parecía ofuscado, con el ceño fruncido, cerré los ojos y traté de concentrarme en mi respiración.

Inhala.
No tiene permiso de entrometerse cuando le de la gana.
Exhala.
Basta.
Salga ya.

Inmediatamente sentí una intensa luz que me provocó abrir los ojos, nuestras miradas, fijas la una en la otra, fruncí el ceño en respuesta a su intromisión, estaba furiosa, el cuerpo me temblaba de la ira que estaba comenzando a sentir.

¿Cómo se atrevía a introducirse en mis pensamientos y recuerdos sin aviso?.

¿Que demonios le sucedía?.

Me levanté y salí de ese salon, necesitaba alejarme de allí antes de gritarle delante de todos.
Inicié caminando entre los pasillos a paso acelerado, no sé a dónde me dirigía, necesitaba estar sola y lejos de cualquier conocido.
Oí unos pasos acercarse cada vez más detrás de mí, por lo que decidí escabullirme a través de una puerta por uno de los pasillos del 5to piso.
Era una habitación vacía, con apenas unas ventanas en los lados, en el medio de la habitación, contra una pared del fondo, había un enorme espejo con algo impreso en todo su contorno.

No muestro tu rostro, sino el más profundo deseo de tu corazón.

El espejo de oesed.

Dirigí la mirada al centro del espejo con cautela, había oído hablar de él, incluso por mi amigo Harry, sabía que podría conducirte a la locura y depresión si te adentras mucho en lo que ves.

Al comienzo solo pude verme a mi misma, y dudé si realmente funcionase este espejo.
Pero entonces comencé a percibir una sombra detrás mío, era Severus, Severus Snape, me abrazaba por detrás, de pronto me suelta para cogerme de la mano, y dirige su mirada a un costado, vislumbro dos sombras a la izquierda, eran mis padres, mi madre estaba alegre mirándome, y mi padre parecía hablar con Severus mientras este continuaba sosteniendo mi mano.
Mis ojos comenzaron a humedecerse y la mirada me ardía por contener las lágrimas.

- ¿Qué hace aquí, Granger?.

Giré mi cabeza y ahí estaba, parado detrás de mí, en la realidad, como en aquel espejo, solo que esta vez no estaba abrazándome, y tenía una mirada de confusión en el rostro.
Mi ira volvió como si nunca se hubiese esfumado desde que invadió mis pensamientos en el comedor.

- ¡Quizás... - comencé gritándole -. tuve que salir de aquel salón donde indebidamente alguien se introdujo en mis recuerdos, antes de comenzar a gritarle de una manera poco amigable a esa persona y solo conseguir terminar en detención!.

Tenía la respiración agitada y las mejillas ya húmedas, estaba demasiado irritada con todo, con su intromisión, con mis sentimientos, con mis deseos.

- Acaso vió en el espejo a su pelirrojo amigo besándola y eso ahora la hizo ponerse así?.

¿Cómo se atrevía siquiera a hacerme esa pregunta?.
Sus palabras no hacían más que aumentar mi irritabilidad en este momento.

- ¿Acaso... a usted... le importa, siquiera, lo que vi en este maldito espejo? -. lo increpe con furia -. ¿Y qué si hubiese visto a mi pelirrojo amigo?. Como si fuese que a usted le importase algo de lo que su insufrible sabelotodo puede sentir y por quién.

Sin darme cuenta estábamos a tan solo centímetros el uno del otro cuando acabé por gritarle de todo en la cara.
Pude ver como sus penetrantes ojos oscuros, comenzaron a recorrer mi rostro, y aquello lo sentí como una caricia, una caricia suave y acalorada, que se detuvo en mis labios.
Comencé a disminuir aún más la distancia que separaba nuestros cuerpos.

- ¿Quiere saber a quién realmente en este espejo, Severus? -. le susurré mientras cogía su mano en la mía.

Su respiración comenzó a acelerarse pero entrelazó sus dedos entre los míos mientras alzaba su mirada nuevamente a mis ojos.
Su pecho subía y bajaba aceleradamente.

- Quizás, deberíamos retomar las clases de oclumancia, y ver si usted descubre a quién vi aquí, o si por el contrario, yo logro ser lo bastante fuerte para impedírselo -. le continúe susurrando.

Su sonrisa de medio lado apareció en su rostro.

Jaló de mi mano y nuestros cuerpos quedaron sin ningún mínimo espacio de separación.

Ahora mi respiración estaba igual de acelerada que la de él.

- Ya veremos quién sabe dominar mejor su mente, Granger -. Su voz sonaba sedosa, y eso caldeó todo mi interior -. Ahora vuelva a su rutina, su próxima clase es Artes Oscuras.

Pociones & Pasiones - Sevmione - SnamioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora