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Carl:

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Carl:

Uno de los tantos Salvadores me estaba llevando a Alexandria, con la excusa de llevar un mensaje de Negan, yo iba desparramado en los asientos de atrás del auto, ebrio a más no poder, sin poder evitarlo los recuerdos de Ron y de todo lo ocurrido el año pasado me invadieron por completo.

...

—No deberías estar solo aquí— mire atrás de mi, encontrándome con un chico rubio.

—Aun no hago amigos— y tampoco quería de todas formas.

—Yo te ayudaré, vamos— lo mire con duda un momento y después acepté, me llevo a su casa donde había más chicos.

...

Las lágrimas salieron de nuevo, no sabía en qué momento me había hecho tan débil, en qué momento las lágrimas salían con tanta facilidad de mis ojos, no era así hace unas semanas, todo se había ido al carajo.

...

—Hace mucho que no me sentía así— me contó mientras estábamos recostados en el pasto.

—¿Así como?— la duda me invadió, aunque de cierto modo sabía lo que diría.

— Cómodo y plenamente feliz, desde que todo esto empezó no me sentía así— no supe que decir en ese instante, solo me límite a tomar su mano que ya estaba muy cerca de la mía.

—Yo tampoco— contesté, me sonrió, una sonrisa que me encantaba e iluminaba mis días.

—Es gracias a ti— confesó mientras se reincorporaba, yo hice lo mismo.

Tomo mi cara entre sus manos acercándola a la suya, ese fue mi primer beso.

...

De un momento a otro estábamos en Alexandria, el salvador me bajo del auto intentando no ser visto por alguien.

—Si que estás perdido tuertito— esa era la forma como algunos me llamaban en el santuario, ahí me paseaba sin venda y sin pena, pues había personas igual o peor que yo y nadie me veía con asco, en cambio, en Alexandria, todo le veían con horror cuando me la quitaba.

Me dejó a un lado de los botes de basura, me quedé tirado un momento ahí, pensando que hacer, después de un rato por fin me puse de pié, me encamine lo mejor que pude, pero el nivel de alcohol en mis venas me lo impedía. Sin darme cuenta choqué con otros botes de basura tirándolos a la vez, toda Alexandría se inundó de un sonido muy fuerte. Cómo era de esperarse, mi padre fue el primero en salir, no sin antes prender la luz de él garaje.

—¿Carl?— pronunció en cuanto se dio cuenta que era yo. Pasos detrás de él se hicieron presentes, y cuánto menos me lo esperé, Will salió de mi casa junto a Mike y Jonathan. Sentí como el alcohol abandonaba mi cuerpo (claramente no lo había hecho).

Camine en dirección a ellos, queriendo esquivarlos y entrar a la casa para poder encerrarme en mi habitación. Pero cada paso que daba, era un tropezón.

Di tres pasos, tres, y me caí al suelo.

Mi padre y Daryl, quien apareció de la nada, me ayudaron a ponerme de pie, haciendo que mis brazos rodearán sus hombros.

—¿Estás tomado?— me preguntó mi padre con enojó.

— Por supuesto que lo está— afirmó Daryl, juntos me adentraron a la casa y me sentaron en el sofá. Me intenté levantar para huir de nuevo pero Daryl me sentó de nuevo en el sillón.

—¿Cómo fue que tomaste? Aquí Olivia tiene prohibido darles alcohol a los menores— ni siquiera podía hablar, me limitaba a ver a Will, quien estaba en la esquina de la sala junto a Mike, limitándose a ver la situación con angustia. De seguro sabía que todo esto era su culpa.

Sin duda no podía decirles que me había puesto a tomar junto a Negan por mal de amores, era algo que solo era entre él y yo.

—Y-yo tenía una botella, e-en mi cuarto— hasta hablar me costaba.

—¿Pero por qué lo hiciste? Tu nunca habías tomando ni una gota de alcohol— una risa amarga salió de mi, era la sexta vez en dos semanas, obviamente no de esta manera, solía controlarlo, pero hoy me fue imposible.

—T-tu no me conoces, nadie de aquí lo hace— solté con amargura, el alcohol también te hace decir cosas que no quieres al parecer. —Llevo semanas haciendolo, pero estás las ocupado cumpliendo las órdenes de Negan para darte cuenta de eso— me puse de pié, y como era de esperarse me tambalee, pero me sostuve rápidamente de la pared y como pude, bajo la mirada de todos, subí a mi habitación.

No dure ni un minuto solo, pues la puerta se abrió, mostrando a quien menos quería ver en ese momento, Will.

—Carl ¿Por qué hiciste eso?— me preguntó.

—¿Te importa?— solté con sarcasmo.

—Claro que si— lo interrumpí antes de que siguiera hablando.

—Mientes. Vete, quiero estar solo— sus ojos tenían lágrimas ahora, y solo se dio la vuelta saliendo de ahí.

Dejándome recostado en la cama con miles de recuerdos que no quería tener, pero que estaban ahí y me estaban matando.

 Dejándome recostado en la cama con miles de recuerdos que no quería tener, pero que estaban ahí y me estaban matando

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El alcohol no es bueno chiquillos.

-Alec 🍂


𝐈 𝐖𝐀𝐒 𝐍𝐎𝐓 𝐌𝐀𝐃𝐄 𝐅𝐎𝐑 𝐓𝐇𝐈𝐒 || Will Byers x Carl Grimes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora