MI QUERIDO MAFIOSO [+18]

Cap 5 SECUESTRO

SECUESTRO

Despierto debido a los rayos del sol que entran por mi ventana. Me encuentro acostada boca arriba en la cama, intento moverme siendo detenida por un dolor que recorre todo mi cuerpo.

<<Algo tenía que pagar por tanta adrenalina de la noche >>

Pensando con más calma y claridad todo lo que pasó, ¿qué habrá sido de mis ami...?

- Mierda... Ahh - Solté un grito ahogado debido al dolor de cabeza que se instaló al levantarme de golpe en la cama.

<< Dejé mi bolso en aquel callejón debido a la pelea >> Golpeé mi mano contra mi frente.

- Tenías que hacerte la detective e
ir a ese callejón, vaya que si
que eres idiota -

- Tú, cállate -

Mierda Mierda Mierda

- JODER!!... Estoy jodida hasta el coño - dije con el ceño fruncido mientras me levantaba de la cama.

Estuve varios minutos dando vueltas por todo el cuarto pensando en qué hacer. Debía decirle a mis padres, ellos sabrán qué hacer. Salí de la habitación, bajé las escaleras lo mas rapido que pude hasta llegar a la sala-comedor donde se encontraban mis padres. Mi cuerpo temblaba y mi corazón latía tan rápido que parecía que se me podría salir en ese momento.

Mis padres, al verme, se levantaron de golpe con cara de preocupación.

- Alay, ¿qué pasa? Cariño - Preguntó mi madre.

- Alay, por favor habla - dijo mi padre al notar que parecia una estatua pálida y sin moverme.

- Yo... yo creo que mate a un hombre -
los ojos de ambos se abrieron tanto que pareció que se les podrían salir.

Procedí a contarles los acontecimientos con lujos y detalles, ellos solo se limitaron a escuchar con atención. Luego mi padre decidió que debía hacerme responsable por lo ocurrido e ir a declarar antes que sea tarde.

Partimos de casa hacia la estación de policía. Ya en el lugar di mis declaraciones y esperamos. Después de un rato, que me pareció el más largo de mi vida, se acercó un hombre para informarnos que no hay ningún registro, de un hombre muerto en ese lugar ni denuncia por lo acontecido.

En este momento pude soltar el aire que no sabía que tenía retenido.

Mi padre, por medio de sus contactos, investigó registros de algún hombre herido de bala en los hospitales sin ningún resultado... Por cierto, mi padre es médico.

Volvemos a casa encontrando en la sala-comedor tres rostros de preocupación, mi madre y mis queridas amigas.

- Cariño, ¿qué ha pasado?- preguntó mi madre preocupada mientras que mis amigas observan la situación.

- Debe esperar a ver si hay algún reporte de herido o muerto y así tomarán una decisión sobre Alay - respondió mi padre sentándose en el sofá.

- Espero que todo salga bien y Aly no se vea involucrada - dijo Cora con un toque de tristeza, mientras que todos nos limitamos a asentir algo desanimados.

<< Ja!! ¿Más de lo que ya estoy? >> pienso sarcásticamente.

- ¿Por qué me abandonaron en la discoteca? - Escupí algo cabreada con mis amigas.

- Solo salimos a tomar aire por un momento y cuando volvimos tu ya no estabas, te buscamos por todo el lugar pero no apareciste - dijo Zoe a modo de respuesta.