MI QUERIDO MAFIOSO [+18]

Cap 9 DESENFRENO

ADVERTENCIA

ESTE CAPÍTULO NO ES APTO PARA MENORES DE EDAD. CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA Y PALABRAS INAPROPIADAS QUE PUEDE SER PERTURBADORAS PARA ALGUNOS LECTORES Y HERIR LA SENSIBILIDAD.

DESENFRENO

Despierto, pero a que consto, físicamente mal y mentalmente peor. Quisiera decir "nuevo día, nueva rutina" pero toca seguir con la misma.

Me levanto de la cama para dirigirme al baño, observo mi rostro en el espejo, me he descuidado tanto en estos días no tengo ánimos ni siquiera para peinarme un poco. Tengo unas grandes ojeras, prueba de que no he dormido mucho estos últimos días, me sorprende haber pegado el ojo anoche. Quizás mi cuerpo empieza a sentir el cansancio.

Hoy decidí darme un baño en la bañera, necesito algo de reposo y sé que eso me ayudará un poco. Abro el grifo esperando que se llene la bañera para luego sumergirme en ella. Suelto un largo suspiro mientras me acomodo, quiero dejar de pensar en toda esta situación, en lo que está pasando en mi vida y lo que podría pasar. Necesito escapar del mundo... de mi mundo.

Tomo aire antes de sumergirme por completo en la bañera, permaneciendo un buen rato en ella, como si no quisiera salir. Después de sentir los arrugos en mis dedos y que mi cuerpo no da más, decido salir.

Me pongo ropa cómoda, no es como si tuviera muchas opciones, pero al menos lo necesario para sobrevivir. Salgo del baño y encuentro mi desayuno sobre la cama, me acerco para tomarlo y empezar a comer.

He estado todo el día tratando de dormir para reponer algo de energía, siento que se me está agotando, me dispuse a tirarme en el suelo cerca de la cama para poder apoyar los pies en ella. Aquí me encuentro cuando escuchó abrir la puerta, me levanto rápidamente para sentarme en la cama observando a el hombre que cruza la puerta.

Es Nickolas, con un aspecto horrible, creo que peor que el mío, tiene el pelo bastante desordenado y unas enormes ojeras, se nota que no a dormido muy bien, carga una botella en su mano izquierda y un vaso de vidrio en la derecha.

Toma una silla que está situada en una de las esquinas de la habitación para luego posicionarla frente a la cama y sentarse en ella. Clava sus ojos en los míos y se limita a no hacer nada, solo mirarme. Pasamos un buen rato así, cuando decido romper el silencio.

- ¿No piensas decir nada? -

- No necesito hacerlo, me conformo con mirarte -

- ¿Qué te ha pasado? - preguntó ignorando su comentario.

- ¿Recuerdas que por curiosa estás aquí? - respondió arqueando una ceja.

- Gracias por recordármelo - expresó con sarcasmo rodando los ojos.

Curvó sus labios en una sonrisa mirándome cautelosamente.

- Idiota - dije en un susurro.

- Te escuché -

- Mejor - soltó una carcajada para luego suspirar cansado.

Pasa su mano por su cabello halándolo un poco antes de detallarme cuidadosamente, se levanta de la silla acercándose rapidamenta a mí para unir nuestros labios en un beso, me quedó paralizada un instante por su acción, debería apartarme pero no lo hago, me quedo y correspondo al beso.

Es un beso apasionado y bastante desesperado, sus labios son suaves y dulce lo cual me hace sentir en las nubes, una de sus manos se posa en mi cintura acercándome más a él, mis manos viajan rápidamente detrás de su cuello también acercandolo más a mí. Abro la boca dándole acceso a su lengua para que pueda explorar mi boca, en un rápido movimiento termino completamente tumbada en la cama con él posicionándose entre mis piernas.