MI QUERIDO MAFIOSO [+18]

Cap 26 CARGA PESADA

 

  CARGA PESADA

Corrimos a la habitación, observando a Liam con los ojos entreabiertos, acariciando la cabellera de su novia mientras Clariss está sentada junto a él con las manos entrecruzadas, recitando algunas palabras.

- MALDICIÓN!! - maldice Damián a mi lado, posando sus manos en las rodillas - ¿Por qué nos hacen esto? -

- Hermano, relájate - responde Liam con algo de dificultad - Solo he vuelto - dice divertido, soltando una pequeña risa que es reemplazada por quejidos de dolor.

- Nos asustaron, pensamos... Ahh, MIERDA!! - dice Noé bastante frustrado mientras frunce el seño.

Por un momento, mi alma abandonó mi cuerpo, dejando la sensación de vacío por lo que pensé que ocurriría, pero ya puedo decir que está de regreso al sentir esta calidez tan familiar.

Entran a la habitación mi madre, seguida de Adán, que al instante comienza a revisar la salud de Liam.

- Veo que ya estás mejor - dice Adán al terminar de revisarlo.

- Me siento mejor, no sabía que mi despertar traería consigo una montaña rusa de emociones - dice mirándonos a todos.

- Hijo - se acerca mi madre hacia Liam, tomándolo de la mano dulcemente - Sabes muy bien que todo esto nos afecta a todos, es normal que carguemos con tantas emociones - se nota la nostalgia en su rostro.

- Gracias por preocuparse por mí - dice con una cálida sonrisa.

- No tienes por qué agradecer, cariño - soba su mejilla. Liam solo asiente ante su acto.

- Traten de que el paciente esté lo más tranquilo posible. Tienes que descansar - dice Adán, sus últimas palabras dirigidas a Liam.

- No se preocupe, me encargaré de que así sea - responde clariss, acariciando el cabello de su novio.

- Bueno, entonces me retiro. Cualquier cosa, estaré pendiente - dice Adán para luego caminar hacia mí - ¿Cómo está tu brazo? -

- Mejor, solo siento un poco de molestia, pero no es nada - respondo evitando la fría mirada de mi madre.

- Debes tratar la herida y no hacer mucho movimiento con ese brazo - suspira, negando repetidas veces con la cabeza - Nick, tú me preocupas, pero no puedo obligarte. Ya no me queda más que guiarte para que te recuperes, pero hermano, piensa en ti - sale de la habitación sin esperar respuesta.

- A... Nosotros esperaremos afuera - dice Damián antes de que mi madre pueda reprocharme - Les daremos un poco de espacio -

- Yo también me iré  - escucho que dice mi madre detrás de nosotros - Cuidate mucho, cariño - con la dulzura con la que le habla, se puede sentir la calidez de sus palabras - Nick... -

- Sí, madre - detengo mis pasos.

- Recuerda que debes cuidar la herida - me limito a asentir - Bueno, hablamos luego. Adiós - se despide de todos para luego desaparecer por el enorme pasillo.

Pasamos algunos minutos en silencio, pero la realidad es que en mi mente se escuchan muchas voces, haciendo que el ruido sea insoportable. Termino soltando un suspiro frustrado.

- ¿Qué te pasa? - pregunta Damián bastante serio.

- ¿A qué te refieres exactamente? - respondo mirándolo fíjamente.

- Te conozco muy bien como para saber que ocultas algo - cruza los brazos y frunce el ceño sin despegar su mirada de la mía - ¿De qué se trata? -

Me quedo observándolo sin darle una respuesta.