MI QUERIDO MAFIOSO [+18]

Cap 18 INICIO DE UNA TORMENTA

  INICIO DE UNA TORMENTA

Los días pasan con normalidad y algo de calma, he estado evitando a Nick lo más que puedo y él lo a notado. Últimamente se la pasa todo el tiempo posible afuera o en su oficina, creo que también me está evitando. Solo logro verlo algunas veces en las comidas o en las noches para dormir, aunque a veces prefiere dormir en otro lugar, como anoche que no llegó.

Realmente, debería sentirme feliz de que no haya habido ningún avance entre nosotros y que nos estemos alejando, ¿pero entonces por qué me duele el corazón? ¿Por qué siento que el corazón se me hunde mientras me grita que me acerque a él y que no lo aleje? 

Es insoportable tener que luchar con mis pensamientos contradictorios.

La situación con Gemma no a mejorado, pero ya no es tan incómodo el ambiente cuando nos encontramos en la misma habitación. Decidí ignorar su presencia.

Abren la puerta de la habitación y por ella pasa Nick con sangre en la ropa, lo que hace que me levante de inmediato para ir donde él se encuentra.

- Nick que... ¿qué pasó? ¿Estás herido? - empiezo a alterarme mientras reviso todo su cuerpo esperando que la sangre no sea de él.

- Estoy bien - agarra mis manos apartándolas de él - Me daré un baño - camina al baño dejándome atrás sin poder decir nada.

Me duele su rechazo, pero es algo que yo misma busqué el resultado de ignorarlo por tantos días. Camino a la cama, sentándome en ella, paso mi mano por mi cabello halándolo, esta situación me estresa.

ES INSOPORTABLE.

Al rato sale del baño usando solo un pantalón, dejando al descubierto su pecho ya sin rastro de sangre, pero con un enorme moretón en su costado. Camina a mi dirección, pienso que se va a detener, pero sigue su camino, tirándose en la cama mientras suelta un suspiro de cansancio. Me acerco a él lentamente tratando de llamar su atención.

- Nick... ¿Qué ha pasado? - la intriga de querer saber lo que le pasó me carcome, pero él no me responde - ¿Quieres estar solo? - espero respuestas, pero de su parte solamente obtengo silencio.

Me levanto de la cama para salir de la habitación, cuando siento una enorme mano en mi muñeca que tira de ella, tumbándome en la cama posicionando su mano en mi cintura, acercándome más a él mientras me envuelve en un abrazo.

- Quiero estar solo... pero juntos - su voz mueve algo en mi interior, haciendo que de mis ojos se quieran escapar lágrimas rebeldes, viéndome obligada a detenerlas.

- Pensé que no me hablarías... que me querías lejos -

- No podría, aunque quisiera... Tú eres como un imán y mi cuerpo un metal, por más alejado que quiera estar de ti siempre va a existir un punto de atracción entre nosotros que me lleva de vuelta a donde estas tú -

- Lo siento... por querer alejarte - digo en un susurro mientras escondo mi rostro en su cuello.

- No tienes por qué disculparte, te entiendo completamente, nada de esto ha sido fácil -

- Gracias - me separo lo suficiente para mirar su rostro, que tiene una sonrisa en él - ¿Estás bien? -

- Sí, solo es un pequeño moretón - dice restándole importancia.

- ¿Me quieres contar? -

- ¿Estás segura que quieres saber? - me quedo pensando en su pregunta por varios segundos.

- Sí, quiero saber todo lo que se trate de ti, no importa si es algo turbio o no, solo sé que quiero conocer más de ti, incluyendo tus cosas, pensamiento, sentimientos, todo - en su rostro se instala una enorme sonrisa y deposita un tierno beso en mis labios.