Cap 37 FUEGO QUE ARDE

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FUEGO QUE ARDE

Nick me mira, y en su mirada hay un desafío, como si estuviera dispuesto a ignorar todo lo que acaba de suceder. A pesar del ruido que sigue resonando en mi cabeza, siento que la adrenalina comienza a fluir.

- ¿Y si seguimos? - sugiere, con una voz que es un susurro seductor - No tenemos que preocuparnos por nada más -

Mi mente está dividida entre el deseo de perderme en este momento y la realidad que nos espera al otro lado de la puerta. La voz de mi madre aún resuena en mis oídos, pero ahora suena mucho más lejana.

Nick se acerca un poco más, su aliento cálido acaricia mi piel. Observo sus hermosos ojos verdes por unos segundos y luego tiro de su camisa, acercándolo más a mí.

- Quiero sentirte - digo, mostrando un poco de urgencia en mi voz. Nick sostiene su mirada en mí, una sonrisa pícara adornando su rostro.

- Yo también quiero sentirte - responde, con su voz llena de deseo, mientras regresa a mi cuello dejando besos húmedos - Y me encanta cómo te queda el camisón, pero... -

No termina la frase cuando el sonido del tejido desgarrándose resuena en la habitación, y un escalofrío recorre mi espalda, anticipándome a lo que está sucediendo. La mezcla de sorpresa y emoción me deja sin aliento. Su mirada, cargada de deseo, se encuentra con la mía, y en ese instante, el mundo exterior se desvanece por completo.

-  ¿Qué haces? - me atrevo a preguntar, aunque en el fondo, una parte de mí no quiere que se detenga.

Nick sonríe de nuevo, esa sonrisa que siempre parece prometerme todo. Se inclina hacia mí, su rostro tan cerca que puedo sentir su calor.

- Quiero que te sientas libre - dice, con palabras susurradas como una melodía que envuelve mi mente - Libre de todo -

Sus manos exploran mi piel expuesta con una suavidad inesperada, como si cada roce fuera un pacto silencioso entre nosotros. Me siento vulnerable, pero extrañamente segura al mismo tiempo. Es como si, en su presencia, pudiera dejar atrás mis miedos y preocupaciones.

- Pero... - murmuro, recordando la realidad que nos espera al otro lado.

- Olvida todo por un momento - interrumpe con un tono firme pero suave - Solo concéntrate en nosotros.

Y así lo hago. En este instante, el mundo se reduce a él y a mí. Me dejó llevar por la corriente de sus caricias, sintiendo cómo la adrenalina se transforma en algo más profundo y emocionante. Siento cómo su mano baja poco a poco y se posa en mi zona íntima, acariciando suavemente.

Nick se aleja un poco para observarme sin dejar de acariciar, su mirada es un fuego que me consume lentamente.

- ¿Estás lista para mí? - pregunta, su voz un eco de deseo.

Asiento sin pensarlo dos veces. En este momento, el resto del mundo no importa, solo existe este instante compartido entre nosotros.

Nick me mira por unos segundos antes de lanzarme una sonrisa traviesa y regresar a mis labios. No dura mucho sus labios entre los mios porque comienza a bajar lentamente hasta llegar a mi humedad.

Una corriente se apodera de mi cuerpo al sentir su lengua comienzando a jugar con delicadeza. Cada movimiento es un susuro que me invita a perderme en la sensación, y mi respiración se vuelve irregular mientras su boca explora cada rincon. El mundo exterior se desdibuja aún más, y solo existe el calor que emana de nosotros.

Cierro los ojos, dejándome llevar por la intensidad del momento. Su toque es electrizante, como si cada caricia encendiera una chispa que recorre mi piel. Siento cómo la tensión se acumula en mi abdomen, mis piernas comienzan a temblar y un torbellino de emociones que no se como manejar.

MI QUERIDO MAFIOSO [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora