SECRETOS Y SILENCIO
Pasan los días con ellos, las semanas y aún siento el peso de la soledad y de su ausencia. Me pregunto si algún día podré liberarme de esta prisión emocional. ¿Que me convierte en eso?... Ser secuestrada, desaparecer, regresar con mi familia después de tanto tiempo y evadirlos por completo usando como escape mi habitación.
La oscuridad de mi habitación se ha convertido en mi refugio, un lugar donde puedo esconderme del mundo y de tanta incertidumbre. A veces, me siento como un espectro, observando desde la distancia cómo mi familia intenta seguir adelante. Eso me hace querer gritarles que estoy aquí, que aún existo bajo este silencio, pero las palabras se quedan atoradas en mi garganta, como si temieran salir al mundo real.
Mientras doy vueltas en la cama, el silencio de la habitación me envuelve como un abrigo pesado. Mis pensamientos danzan entre recuerdos y anhelos, como sombras que no quieren desvanecerse. Cada rincón de esta casa estan llenos de momentos compartidos, risas y también lágrimas, pero ahora todo parece distante.
Cierro los ojos y respiro hondo, intentando que el aire fresco llene mis pulmones y ahogue el nudo de tristeza que se aferra a mi pecho. Pienso en Nick, en cómo su ausencia ha dejado un vacío inmenso, como si una parte de mí hubiera decidido quedarse con él. Me pregunto si alguna vez entenderé por qué las cosas terminaron así, si habrá un día en que pueda mirar atrás sin sentir ese dolor punzante.
Me detengo un momento frente al espejo, observando mi reflejo con una mezcla de tristeza y esperanza. No reconozco a la persona que veo. Soy una sombra de quien solía ser, atrapada entre un deseo ardiente de volver a conectar con los que amo y el miedo que me paraliza.
¿Qué pasará si no me aceptan? ¿Qué pasará si elijo salir y no puedo soportar lo que venga? Pienso, sin embargo, en el fondo de mi ser, sé que permanecer aquí no es una solución. La oscuridad puede ser cómoda, pero también es una prisión y ahí afuera el tiempo no se detiene, y cada día que paso encerrada es un día más lejos de la vida que anhelo recuperar.
Sé que ser secuestrada me ha cambiado me ha robado partes de mí misma y ha sembrado dudas en mi corazón pero no quiero ser solo una víctima quiero encontrar la fuerza para enfrentar lo que pasó y construir un nuevo camino hacia adelante.
- Tal vez hoy no sea el día perfecto para hacerlo - murmuro soltando un suspiro mientras tomo asiento en la cama
Con el tiempo, espero poder abrir esa puerta y dar el primer paso hacia la luz.
- Cariño puedo pasar? - se escucha la voz de mi madre al otro lado de la puerta.
- Claro mamá - entra a la habitación mostrandose un poco timida y con temor. Es muy estraño verla asi siempre es muy segura en sus actitudes.
- Cariño, tu padre y yo estamos muy preocupados por ti casi no comes y desde que llegaste no sales de la habitacion sin querer hablar con nadie... - se acerca sentandose a mi lado en la cama.
- Mamá... -
- Por favor dejame terminar - conecta nuestros ojos y toma mis manos - Tienes visitas - sus palabras me toman de sorpresa.
- No quiero ver a nadie la verdad no estoy de animo para resivirla - tapo mi rostro con mis manos.
- Tu padre y yo decidimos hablarle a tus amigas - subo mi mirada hacia ella. Me habia olvidado por completo de mis amigas por tantas cosas en la cabeza - Sabemos que no quieres hablar con nadie pero se que te hara muy bien verlas al igual que a ellas les hara bien verte - se levanta de la cama dirigiendose a la puerta - Ya estan aquí así que les dire que pasen - es lo ultimo que dice antes de salir de la habitación cerrando la puerta detras de ella.
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MI QUERIDO MAFIOSO [+18]
RomansaAlay Jones, una chica muy alegre y extrovertida de tan sólo diecinueve años de edad, vive en la ciudad de Málaga donde a pasado toda su infancia junto a sus padres, Elena y Marcus Jones. Estudia Bellas artes en la Universidad de Málaga, su carrera d...