Anti-Hero ✿ Kookv AU

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𝚃𝚊𝚎𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐'𝚜 𝙿𝙾𝚅

Juró que yo quería aceptarlo, he estado suficiente tiempo fingiendo y ocultando mi sentir, creí que podía hacerlo, pero es que Jungkook me ha jodido como nadie, ni siquiera mi madre lo ha hecho. Ni siquiera ella ha dejado una marca tan permanente en mí persona.

Porque ahora que sé lo que se siente, ahora que sé como se siente tenerlo, el no hacerlo duele, duele como el infierno.

Pero aun así, iba a aceptar que el se fuera, que él me olvide, que deje de amarme, que me deje por completo, mas no he podido, menos aun cuando he visto como Kim Mingyu noto rápidamente nuestro distanciamiento y no dudo en sentarse a su lado, coquetearle a más no poder y... yo me iba a contener, pero cuando me los encontre almorzando animadamente, todo mi apetito se esfumó y sentí como mi garganta se cerrada, mi pecho dolía y me sentía completamente molesto... conmigo mismo.

Yo lo perdí, yo soy el causante y aun así me enojo, me atrevo a sentir celos. Yo le he pedido a Jungkook dejarme, yo he sido quien torno las cosas difíciles cediendo ante mis pensamientos y lo arruine, lo arruine antes de que siquiera empezara.

Y quizá estoy apunto de arruinar más las cosas.

Estaba en el baño, lavando mis manos con lentitud mientras pensaba en que hacer para recuperar a Jungkook.

¿Soy un egoísta? Sí.

Pero nada de eso me importa más que...

De la nada, la puerta de los baños se abrió, Jungkook estaba entrando y cuando me vio simplemente se quedo estático en la puerta y en segundos reacciono dispuesto a irse.

Pero no lo iba a permitir.

— Entra, yo ya me iba de todos modos — le dije acercándome a la puerta.

Él dudo un poco, pero entró y yo... no salí.

Cerre con llave la puerta y cuando Jungkook noto esto, ya era demasiado tarde, ya estabamos encerrados allí, los dos solos.

— Abre la puerta.

— No quiero, ve al baño y cuando salgas vamos a hablar.

— Taehyung.

Me mantuve apoyado en la puerta, que él tuvo que hacerme caso porque sabía que no iba a hacer nada de lo que él me diga.

Entro a un cubículo y tardo un par de segundos, cuando salió y lavo sus manos, no me miró, simplemente parecía pensativo y herido.

— Así que ahora sales a comer con Mingyu, interesante.

Y es que yo no sé como abrir mi boca sin ser un maldito patán.

— Almorzamos juntos ayer, no significa que vaya a ser diario.

— Bueno, si te conveció de salir, supongo que aceptaste sus intenciones.

— Salimos como compañeros de clase — rodo los ojos y se cruzo de brazos —. ¿Me piensas dejar salir en algún momento?

Y yo me reí, secamente, como todo un hijo de puta, porque solo sé destruir y destruir, y destruir.

— Dijiste que me amabas.

— Y tu me diste a entender que eso era una carga para ti.