Anti-Hero ✿ Kookv AU

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𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔'𝚜 𝙿𝙾𝚅

Quisiera que él pudiera verse a sí mismo cuando esta apunto de menospreciarse y sentirs insuficiente de estar a mi lado.

Kim Taehyung, el mismo Kim Taehyung que no le importa nada más que sus notas y ser el estudiante más destacado en todas sus clases, ha faltado a una clase solo por venir a cuidarme. Solo porque de algun modo se entero que la paso realmente mal cuando me da gripe y aun más si mi asma decide atacar.

— ¿No te sientes cansado? — toco mi pecho, para sentir mi respiración, para después acercar su cabeza, pegando su oído a mi pecho para escuchar.

— No creo que vaya a darme asma, ni siquiera tengo tos — le dije.

— Aun así, tienes que cuidarte — me regaño, pasando su mano por mi cabello húmedo por el sudor —. Sabes que un ataque de asma te puede hasta matar.

— Te estás yendo muy al extremo, amor.

— Sabes que puede pasar — siguió regañando —. Y sabes que cualquier cosa te puede enfermar por tus defensas, ¿por qué no te cuidas?

— Solo salí un momento, yo que iba a saber que por eso me iba a resfriar.

Él rodo sus ojos y continuo peinando mi cabello.

— ¿No te da asco tocarme el cabello sudado?

— Estás sudando por la medicina — explicó, como si le hubiese preguntado eso —. Y no es como si yo no sudara también, es algo normal, Jungkook.

— Solo decía... — dije, cerrando mis ojos ante sus caricias.

— No digas nada mejor — regañó —. Mejor acuéstate y descansa un rato, voy a prepararte una sopa o algo...

Me sentí mal de verlo tan preocupado y el saber que esta perdiendo clases me hace sentir peor. No estoy acostumbrado a que las personas hagan cosas por mí, siempre es al reves y... se siente extraño.

Tiene más peso viniendo de él.

— Ve a clases, el medicamento hará efecto y...

— Que no — dijo firme —. Estás hirviendo, no has comido nada y de seguro cuando te de hambre pedirás algo adomicilio — nuevamente, me estaba regañando —. Dios, que tan difícil fue cuidarte cuando era niño para tu mamá...

Y ahí lo entendí, es raro porque nunca me cuidaron de esa manera. Mi madre munca me preparó una sopa o me cuido poniendo paños fríos para calmar mi fiebre.

No me quejo de mis padres, hicieron lo mejor que pudieron, pero justo por eso, esas pequeñas cosas que muchas personas tienen, yo no las tuve.

Si me efermaba, por más leve que fuera, llamaban a un doctor y este se encargaba de cuidar de mí.

Siempre me cuidaba alguien más, nunca... nunca fueron ellos, presentes, ahí.

Tragué grueso y parpadee muchas veces cuando mi cabeza empezó a doler, demasiado.

¿Por qué recordar me hace sentir tan... enfermo?

— ¿Qué pasa? ¿Que te duele? — Taehyung rápidamente tomó mis mejillas y me hizo mirarlo — ¿Necesitas que apagué la luz?

Y de repente, en sus ojos preocupados vi a alguien más. Ya no era Taehyung quien estaba frente a mí, era mi abuela, con su cabello blanco y su piel arrugada, cuidando de mí con todo su amor y ternura, y yo estaba en mi antigua habitación, repleta de juguetes, de posters, de aparatos electrónicos, pero...

Mis padres no estaban ahí.

— ¿Kook?

— Siento que... algo me falta — confesé, sin pensar.

— ¿De qué hablas?

— Siento que algo falta aquí — toque mi cabeza y cuando finalmente volvía a mi presente, a mi habitación, junto a Taehyung, algo dolió.

En el centro de mi pecho, mi alma dolía.

— ¿Dije algo malo?

— No, solo... — tomé sus manos sobre mis mejillas y enlacé nuestros dedos —. Solo fui a un lugar que no recordaba.

— ¿Ah sí? — tomo asiento en la orilla de la cama, mirandome con esa preocupación y ternura que el se niega a ver —. ¿Te cuesta recordar algunas cosas?

— Ni siquiera sé que es lo que no recuerdo — explique —. No sé, yo... sé que hay algo que debo recordar, pero no sé como llegar a él.

— No sé si sea el caso, pero... aveces, nuestro cerebro bloquea recuerdo en acto de autodefensa.

— ¿Crees que sea el caso?

— Tal vez — se alzó de hombros —. Si ni las recuerdas, deberías dejarlo ahí, ¿no? Tal vez te haga daño.

— Tienes razón, quizá lo he bloqueado por algo — suspiré —. Aunque siento que necesito saberlo.

Él acarició mis mejillas y me miró de una forma que jamás había visto en él. Una mirada que hizo que el latido de mi corazón retumbe hasta mis oídos. Creo que hasta él ha podido escucharlo.

— Tienes tiempo para pensarlo — me dijo suavemente —. Lo importante ahora es que te recuperes.

— Bien... — simplemente, no puedo decirle que no a él.

— Voy a prepararte algo de comer, descansa un rato mientras.

Él se acercó a mí y dejo un dulce beso en mis labios, que incluso mantuve mis ojos cerrados un tiempo después, hasta que sentí como desaparecía el peso extra sobre mi colchón.

Tae salió de la habitación, dejándome allí con mis pensamientos, solo.

Quizá y solo quizá, este vacío que siento no es solo una crisis existencial, quizá hay algo más...

— L I L I