Anti-Hero ✿ Kookv AU

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𝚃𝚊𝚎𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐'𝚜 𝙿𝙾𝚅

Para mí es un tanto complicado hacer relaciones afectivas, y es extraño porque estoy rodeado de gente increíble, que me quiere muchísimo, pero yo solo los alejo, me alejo...

Jennie y Jimin son los únicos amigos que he podido mantener desde la secundaria, y es por su persistencia y quizá... porque son demasiado buenos, tienen un corazón demasiado grande que yo ni siquiera merezco que me quieran tanto.

Ni siquiera puedo llegar a ser un buen amigo.

Ryujin y Yeji las he conocido gracias a ellos dos y aunque son muy amigables y me caen super bien, no quisiera aprovecharme de su bondad también, por lo que prefiero alejarme y hacerles ver la peor version de mí.

Supongo que siguen aquí por Jennie y Jimin.

Y Jungkook... él es diferente, él me ha visto en los peores momentos de mi vida, él ha apreciado en carne propia como se ve cuando mis pensamientos me ganan y aun así ha decidido quedarse.

¿Soy yo el egoísta? ¿O es el un masoquista?

Quizá sea ambas. Quizá los dos estamos tan vacíos por dentro que solo juntos podemos sentirnos bien con nosotros mismos.

¿O quizá solo quiero alivianar mi carga?

Tenía clase libre, y casi obligue a Jungkook a ir a verse con sus amigos, que estaban libres igualmente, porque honestamente no quiero consumirlo, no quiero que Jungkook entre en mi oscuridad.

Necesito mantener ese límite, necesito evitar que cruce la raya.

Me dirigía a la biblioteca para esconderme allí hasta que la hora libre terminase y poder volver a clases con normalidad.

Odio cuando tengo clases libres, siento que los días se vuelve más...

— ¿Qué tal? Taehyung, ¿no es así?

Largas

— ¿Qué necesitas? — le dije de mala gana.

Quería pasar un rato tranquilo en la biblioteca, para buscar organizar mis pensamientos y calmar el estres que estoy sintiendo por todo en general.

— Solo he venido a saludar — expreso —, compartimos la clase de arte.

— Lo sé — rode los ojos —. Ya has comprobado ser un tipo educado, ahora dejame solo.

Él se rio y negó, tomando asiento descaradamente frente a mí.
Y ahí lo note, ese idiota había llegado a molestarme, había llegado solo para sacarme de quicio.

— Eres bastante grosero, ¿te lo han dicho?

— No más que tú, sentandote en una mesa en la que no te han dado permiso de sentarte — le conteste —. ¿Que quieres, Mingyu?

— Conversar un rato — se alzó de hombros, manteniendo su risita de hijo de puta.

Yo sé que a él no le agrado, y no es algo que me importe demasiado, pero ya se esta metiendo demasiado en mis entrañas.