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𝚃𝚊𝚎𝚑𝚢𝚞𝚗𝚐'𝚜 𝙿𝙾𝚅

Son las diez de la mañana, Jungkook me dijo que pasaría por mi a las once quince y conociendo lo puntual que es él, a las once y diez ya va a estar esperando por mí y enviándome mensajes porque me apure. Así que debo vendar lo mejor que pueda estas jodidas cortadas, porque también planee ponerme una camisa blanca de vestir.

No puedo ponerme un abrigo enorme, va a sospechar, ni algo demasiado obvio. Tengo que ocultar a toda costa que esto paso anoche, él no puede saber que volví a hacerlo, y la única camisa que tengo que podría verse normal es blanca, aparte, él jamás sospecharía si la llevo.

Con alcohol he limpiado las heridas super bien. Las vende con toda la intención de que no se note si sangran. Mi camisa es lo suficientemente ancha para que choque con el vendaje, lo importante es no realizar ningun roce, así que planee que decir si no le permito tocar mis brazos.

Aunque se que va a evitar hacerlo, porque teme lastimar mis cicatrices anteriores. Aunque estas ya no duelan, mucho menos después de hacer nuevas.

"Cause I'm a real tough kid
I can handle my shit"

El reloj marco las once y nueve, justo un minuto después recibí el mensaje de Jungkook avisandome que ya me estaba esperando.

Llevo un abrigo de lana color beige por si la primavera se vuelve demasiado fría.

Le avise a Jungkook que estaba bajando y corrí hacia su auto como un adolescente escapando de su casa sin permiso de sus padre, con el tipo malo y lleno de tatuajes.

Aveces nuestra "relación" medio secreta es divertida, cuando huímos de las clases aburridas y para nada importantes para besarnos en algún lugar oculto, o cuando coquetean con él y él solo se rie y se hace el tonto, pero cuando le reclamo me besa y me dice que solo le importo yo.

Es como si estuviese viviendo mi romance adolescente a mis diecinueve, casi veinte e inesperadamente es con mi amor de secundaria.

Cuando entré a su auto el me dio y beso largo y dulce, tan suave que incluso estuve tentado a rogarle quedarnos en su departamento y pasar el rato ahí, solos los dos, donde nadie podía hacer nada al respecto.

Solo él y yo.

Pero la ansiedad de que notara mis heridas me carcomía, así que supe que irnos era la opción correcta para mantener el secreto de mi sufrimiento.

No quiero que vuelva a llorar, no quiero hacerle más daño, ni tampoco quiero volver a ver esa mirada llena de dolor en él, como la vez que limpio y curo mis heridas.

De solo pensar que borré sus caricias con esa navaja me siento enfermo y... todo se llena de culpa.

— Te ves muy lindo — me dijo, dejando un suave beso en mi frente, acariciando mis mejillas —. Me gustas demasiado.

Y yo solo puedo sonreír y negar con la cabeza, porque él es demasiado dulce y yo soy demasiado seco, y ni siquiera hacemos una buena pareja, pero aquí estamos.

Jugando al amor.

— ¿A dónde vamos entonces?

— Nuestro destino es una sorpresa, gruñosito — dijo alejándose de mí, haciendome desear que se quede un poco más —. Ponte el cinturón y salgamos de aquí.

— Vale... — me reí, haciendo lo que pidió y él simplemente arranco el auto y nos llevo a quien sabe donde.

Mi vida se vuelve un poco menos abrumadora cuando estoy con él, es como si olvidara todo lo que ocurre y solo nos convirtieramos en él y yo, juntos.

Anti-Hero ✿ Kookv AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora