Anti-Hero ✿ Kookv AU

29

𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔'𝚜 𝙿𝙾𝚅

Llegamos bastante rápido debido al poco tránsito que había y al que yo conozco rutas alternas para evitar atrasarme cuando vuelvo a casa y cuando regreso a la universidad.

Ni bien había estacionado el auto cuando Taehyung ya estaba saliendo del auto con prisa, corriendo hacia su casa totalmente sola. En el trayecto pude ver como sus manos temblaban y como su pecho subía y bajabacada vez más rápido y notorio.

Y sé que probablemente me mande a la mierda, pero la idea de que algo malo le ocurra o que su ansiedad le gane me genera un nudo en la garganta y no me permite respirar.

Necesito cuidar de él.

Por lo que baje rápidamente de mi auto y entre tras él a su casa.

— ¿Mamá? — llamó casi desesperado, corriendo escaleras arriba — ¿Jisu?

Entro abruptamente a la habitación principal, estando esta completamente vacía. Él parecía cada vez más ansioso.

— Taehyung...

— Mierda, mierda — corrió hacia otra de las habitaciones, entrando en ella abruptamente, dejando a la vista a la pequeña Jisu, dormida en su cama color rosa pastel, con colchas de princesas y miles de peluches.

Taehyung se aferraba a la perilla de la puerta, y de un pronto a otro se derrumbo en el suelo, cayendo sentado en el suelo acolchado de la habitación de princesa.

— Tae...

— Dios — su cabello caía en su frente, mientras el sacudía sus manos con desesperación, buscando calmarse.

— Respira, todo está bien — me agache y tomé sus hombros para hacerlo mirarme —. Ella está bien, y ya estás aquí, tranquilo.

Me preocupaba el hecho de que estuviese tan alterado, e inmediatamente recordé cuando mencionó tener ansiedad, imagino que todo eso viene con ataques de ansiedad incluidos cuando la tensión y el estrés de su vida se vuelven demasiado, como en esta ocasión.

— J-Jungkook.... — parecía estarse ahogando y yo no tenía ni idea de que hacer.

— Aquí estoy — me agache un poco, para encontrar nuestras miradas —. Todo está bien, Jisu está bien — quise tranquilizarlo —. Y tú también lo estás, estoy contigo, ¿bien?

Tome sus manos deblorosas y las acaracie con suavidad, sintiendo el miedo de que la situación solo empeore.

Pero tal parece que las caricias en sus manos distrajeron a su cerebro, porque parecía tranquilizarse. Así que continue con eso, y diciendole palabras de apoyo, apesar de que seguíamos en la puerta de la habitación de su hermana, sentados en el suelo.

Como es que su madre llega a ser tan inconsciente que le genera ese tipo de ansiedad a su hijo y deja a su hija pequeña a su suerte, como si ninguno de los dos fuese nada.

Muchas cosas empiezan a tomar sentido después de conocer un poco más de la historia, después de ver a través de las cortinas lo que esconden estas enorme paredes.

— ¿Te sientes mejor? — pregunté, secando sus mejillas húmedas por las lágrimas derramadas.

— Sí... — contestó casi en un suspiro, su sonando tan aterciopelada, como si la estuviese arrancando de lo más profundo de la tierra — Gracias, Jungkook...