Una vida conmigo

Capitulo 11 Rebeldía

En la secundaria me va bien he sido muy buena estudiante hasta ahora.

Los recesos los paso con Asher mi mejor amigo y el grupo que hemos formado.

Después del acontecimiento con mi progenitor he empezado a autolesionarme los brazos, necesito liberar tensión y obviamente recibí un castigo por a verme acabado la botella de alcohol, pues no les hizo gracia mi intento de no existir mas, aunque ellos no lo toman así, para ellos es cosa de adolecentes con hormonas locas, y mis pocos amigos no lo saben.

En la secundaria todos los profes me tienen de santurrona, pero se murmura mucho ya que me he convertido en la calienta huevos tres mil, le tengo bronca a los chicos con sus propuestas indecentes, las acepto, le bailo un poco, los dejo calientes con mis besos y cuando observo un bulto en su pantalón, me voy como si nada, como que no es mi nombre el que vociferan, la verdad solo quiero desquitarme.

Debo admitir que hoy es fin de semana ya no me dejan sola, a veces hasta me golpean para que acepte ir, porque por lo que veo mi progenitora no le gusta mucho estar en casa, todo lo contrario a mi, realmente disfruto cuando estoy sola.

Hay un chico que me propuso algo indecente así que le dije a mi progenitora que iría a la tienda, me dijo que iría conmigo y mis hermanos en un rato, pero ni bien dio la espalda me escape y fui a la casa del chico, pretendo hacer lo mismo que con los otros, pues no se significan nada para mi, pero este chico fue un poco mas lejos que el ogro.

Estoy de lado sin ropa en mi parte inferior, solo diré que su rosamiento con mis partes me dio asco y no hubo penetración lo que me alegra, me sentí sucia.

Llegue a casa y mi progenitora, está echando chispas.

-         Donde fuiste Camila

-         Ya dije dónde iría antes de irme, fui clara.

-         Camila no le busques la quinta pata al gato recuerda lo que pasó la última vez y no, no te perdonaré jamás por ello. Tu Camila no eres así, eres una niña ejemplar, obediente, ademas no estas cumpliendo con tus obligaciones en casa, cuando estoy aquí deves ayudar como si no estuviera.

-         Esque ese es el problema, que siendo niña me dieron responsabilidades de un adulto, pero se olvidaron que seguía siendo una niña.

-         CALLATE! OSADA!

Senti el ardor de una limpia cachetada, el escozor, hinchazón y daño palpante es latente, entendí que responder no es buena idea, solo asentir y hacer todo lo que demandaban, sino será peor.

Me siento enojada cada día, aún así Revel se lleva las palizas más fuertes, el trabajo más duro y responsabilidades que no le dan tiempo para nada, siento dolor por el y mucho enojo por mis progenitores, al contrario Revel es más cercano a mi progenitora, ambos a la Nonna.

Hay algunas cosas que eran buenas de nuestra infancia, ya nos las recuerdo tan bien, Revel aveces se las cuenta a Bug, todo esta tan nublado en mi ser, hay veces que creo amigos imaginarios, algunos se han quedado conmigo, eso me lo dejo para mi, no vaya a ser que me tomen de loca.

Mis amigos me vinieron a visitar, ya lo han hecho antes y nos fuimos a un lugar cercano que vamos incluso saliendo de claces.

El lugar secreto al que todos los adolescentes iban a escapar y disfrutar de un poco de libertad era el área alrededor del lago en el Parque Central.

Lejos de las miradas curiosas de los adultos, el ambiente allí era casi mágico.

Nos reuníamos al atardecer, cuando las sombras se alargaban y el cielo se teñía de naranja y rosa.

El lago reflejaba las luces del crepúsculo, creando un escenario perfecto para dejarse llevar.

Las risas resonaban en el aire y las historias se contaban en susurros, creando una atmósfera de complicidad y aventura que nos hacía sentir invencibles y libres.

Me da un poco de tranquilidad la falsedad y dulsura con que atienden a mis amigos mis progenitores, estos actos actuados solo lo hacen con el exterior, ellos creen que no me he dado cuenta pero realmente observo y callo, ojalá algún día tenga la libertad de encontrarme a mi misma.