capítulo 22: Detalle Perfecto

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En pocos días será el cumpleaños de Loki. Estoy muy emocionada por él, así que decido hacerle una caja con una cartulina con su personaje de anime favorito.

Lo pongo en la caja que realicé y, además, añado chocolates, ya que le gustan un montón. El relleno es de corazones, pero siento que falta algo en la caja. Ya iré pensando. Decido cerrarla y ponerla en un lugar secreto en mi habitación.

Con mucha curiosidad, le pregunto a la Nonna qué le daba su amor en sus días especiales.

La Nonna me cuenta que antes abundaban los rosales y los ramos de rosas rojas, que significan cuánto amor siente uno hacia el otro. Me pareció muy lindo y romántico, aun así no sé qué pensaría Loki si le doy una rosa. La Nonna me cuenta sus anécdotas, que parecen sacadas de películas de los cincuenta. Abundan tantas cosas maravillosas que ahora no se ven.

Hoy sábado, es muy temprano. La Nonna y yo preparamos el desayuno para todos en casa. Bueno, casi todos, ya que mi progenitora salió anoche con una amiga.

Revel llegó de madrugada, así que supongo que se levantará muy tarde. Sé que es su forma de rebelarse ya que mi progenitor le dijo que hoy trabajarían temprano. Bug está impregnada en la PC; ya es un ritual para ella. Su obsesión la está llevando a descuidar la escuela, su aseo y su aspecto personal. Por más que se lo he dicho, es inútil.

Servimos el delicioso desayuno. Hoy es café: el café es esencial, mi día no puede avanzar sin él. Tomamos un expreso, la Nonna y yo, un cappuccino Bug y mi progenitor y un café latte, de seguro, Revel cuando se despierte. Acompañamos nuestro café con un cornetto, similar a un croissant, pero más dulce y con diferentes rellenos como crema, mermelada o chocolate. Y de postre, manzanas picadas en cuadritos.

Mi progenitor está feliz porque es un desayuno un poco típico de Italia, aunque normalmente allá lo toman en una cafetería. Bug come en la computadora, solo se mueve para ir al baño, ni siquiera para llevar su comida. La Nonna no se la lleva y la regaña, pero a ella le da igual.

Hace mucho no puedo utilizar la PC y es molesto cuando la necesito para hacer mis actividades del instituto, ya que no me deja de respirar en la nuca preguntándome a qué hora termino. Por ende, y suerte, que puedo hacerlas en casa de Loki.

Sé que Revel anda en malos pasos, eso lastima mi corazón. Por más que lo aconsejo y le digo que esas sustancias son dañinas para él, hace caso omiso a mi ruego y súplica. Espero poder ayudarlo a recuperarse de eso, aunque lo poco que puedo hacer ahora se sienta como nada.

Le pregunto nuevamente a la Nonna de sus años mozos, como dice ella. Me comenta que salían a comer helado y, como no había tanto componente electrónico, se disfrutaba más de los paseos, las pláticas con excelentes temas de conversación que no eran básicos como los de ahora. Y una cosa que ella adoraba de su difunto esposo eran las cartas profetizando el amor latente que sentía por ella.

A la Nonna se le llenaron los ojos de lágrimas y me disculpé por hacerla llorar. Ella me dijo que, al contrario, me agradecía por hacerle recordar bellos momentos de su juventud y que aquellas lágrimas son de felicidad, de momentos bellos que aún yacen en sus recuerdos.

Fui por un pañuelo para la Nonna. Ella debió amar mucho a su exesposo, y se me vino a la cabeza que quería estar plasmada en la memoria de Loki hasta cuando su vida acabe.

Le di el pañuelo a la Nonna y un fuerte abrazo, y antes de irme le dije: “Gracias, eres lo máximo” y le tiré un beso. Eso era lo que le faltaba a mi regalo, la carta.

Empecé buscando un papel, debía ser especial, no cualquier papel, así que utilicé uno de un tono pastel y empecé a escribir.

Quiero plasmar todo mi amor por Loki en ella. El sobre lo hice desde cero y, como quería que se viera como los de antes, tomé silicona, en este caso caliente, y antes de poner el sello encima, puse una flor seca blanca. Se ve muy linda, como las de antes, eso me hizo ilusión.

Ya que no podré estar el día de su cumpleaños, se lo daré hoy. Saco la caja del lugar secreto y la abro para poner la carta. He comprado con anterioridad unas rosas de plástico, la cual puse una en la caja, pero no quiero que piense que nuestro amor es plástico, así que le pido a Revel si me puede traer una del jardín.

Una vida conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora