Una vida conmigo

Capítulo 26: refugios de silencio.

Ha sido una semana muy difícil. Como mi progenitor se enteró de lo de la escuela de verano, no me deja salir a ninguna parte que no sea con Revel.

Trato de asimilar las cosas de la mejor manera posible. Aún así, lo único que me consuela en estos momentos es el apoyo de la nona y de Loki. Intento ser positiva y centrarme en lo poco bueno que tengo en mi vida, aunque a veces sea muy difícil de notar.

Mi historia con Loki se está volviendo algo complicada. Quisiera decir que no somos promiscuos, pero es todo lo contrario. Tratamos de disimular, pero se nos hace imposible.

Cuando podía salir antes de que me castigaran por lo de la escuela de verano, teníamos un lugar secreto donde íbamos los sábados a vernos la sombra de nuestro ser.

Ese lugar es el Bosque de Fontainebleau. Este bosque se encuentra a unos 60 kilómetros al sureste de París y es famoso por su belleza natural y su ambiente sereno.

Siempre buscamos la tranquilidad y la privacidad que solo un bosque puede ofrecer. Con sus antiguos árboles, formaciones rocosas únicas y senderos pintorescos, es ideal para largas caminatas románticas.

Además, los alrededores incluyen el majestuoso Palacio de Fontainebleau, que agrega un toque de historia y elegancia al viaje. Para un toque aún más íntimo, se pueden encontrar claros escondidos y pequeños lagos dentro del bosque, perfectos para un picnic o simplemente para disfrutar de la compañía mutua en un entorno completamente natural. En Fontainebleau tenemos nuestro lugar secreto y especial.

Ahora, gracias a este encierro, que es totalmente torturante, hemos encontrado otros lugares, por decirlo así, en lo que no puedo llamar hogar.

En cuanto a la escuela de verano, estoy segura de que pasaré, aunque la presión sea palpable, constante, latente, abrumadora y totalmente desesperante. Sé que lo lograré.

Loki me comenta mucho sobre la dinámica familiar disfuncional que hay en lo que no puedo llamar hogar.
Él piensa que no lo he notado, pero solo hago oídos sordos porque esta es mi realidad, porque no tengo otra, porque no puedo desaparecer en un instante y volver a aparecer en otra vida que me guste más. Esto es lo que hay, y con esto tengo que luchar ahora, quiera o no.

Hoy es el examen final de la escuela de verano. Tengo que admitir que se me ha pasado el tiempo volando, ya que he estado estudiando duramente para llenar expectativas que tal vez ni siquiera son mías.

Aun así, esta presión me ha ayudado a enfocarme un poco más en ello. Asher, aunque ha pasado todas las materias, me acompaña. Va prácticamente por diversión al instituto; les dice a sus padres que tiene que presentar tal o cual cosa, o que tiene que averiguar sobre alguna materia, o acompañar a su hermana menor a dar algún examen.

Cualquier excusa es buena con tal de acompañarme, y realmente, para mí, eso es un detalle muy grande, porque en el instituto me siento segura, y Asher hace que la presión sea un poco más llevadera.

A Loki lo veo siempre a la salida; nos vemos un rato en su casa, bebemos una limonada o algo refrescante, y después me dirijo a la casa en donde resido. El camino en el transporte público se vuelve relajante, pero a medida que me acerco a la parada donde está la casa, mi estrés crece un poco, por no decir mucho.

Mañana tendré que ir a ver los resultados finales, y estoy segura de que pasé, porque el profesor apenas revisó el examen  me miro y dijo que todo iba a salir bien, y rara vez le dice eso a un alumno a menos de que sea cierto. Por esa parte, me he quitado un peso de encima.

Llego a casa y Bug, como siempre, está en la PC. Ya ni nos saludamos, solo voy directo a mi habitación, me pongo ropa cómoda y trato de no molestar a nadie.

Revel me llama a cenar. Tenemos una cena en silencio, y en la mesa solo estamos mi progenitor , Revel y yo; la Nonna y mi progenitora salieron.

Mi progenitor me pregunta sobre cómo me fue en el examen. Le digo que todo bien; me mira con mucha incredulidad, como si no me creyera. Lo dejo pasar porque no tengo la energía suficiente para llevarle la contraria esta vez.

Terminamos de cenar y voy a la cocina para tratar de ayudar con la carga a la Nonna. En cuanto llega con mi progenitora, que lleva un suero encima, no me preocupo; lo único que puedo decir es que es una lástima verla así.

Trato de ayudar a la Nonna, ya que a su edad no es sano que esté levantando peso, y mi progenitora, digamos, no ayuda mucho.

La recostamos y le ponemos el suero de la mejor manera para que se sienta cómoda. Miro a la Nonna y le pregunto qué le ha pasado y para qué es ese suero.

Realmente es más curiosidad que preocupación, pero Revel está muy preocupado. Lo miro y le digo que todo estará bien, que yo me encargo con la Nonna y que se vaya a hacer lo que tenga que hacer, que son cosas de mujeres. Él se retira de mala gana.

La Nonna me dice que solo es un suero vitamínico, que todo estará bien.

No saben cuánto detesto la frase “todo estará bien” cuando realmente nada está bien. Aun así, estoy demasiado cansada.

Trato de ayudar a la Nonna en lo que más puedo. Ella, antes de dormir, siempre se fuma un cigarro, reza un par de oraciones y se va a dormir.

Yo, al contrario, no soy tan religiosa. Solo me baño, me pongo mi pijama, dibujo algo o practico español, que se me está complicando muchísimo, y me voy a dormir.

Obviamente, le deseo las buenas noches a Revel antes de irme a dormir. Lo único que anhelo es que él sea feliz, esa felicidad que nos robaron desde pequeños, esa felicidad que no sentimos desde hace mucho tiempo.

Al día siguiente, voy por los resultados, y como era de esperarse, he sacado una nota bastante buena, con lo que supongo que mi progenitor se sentirá satisfecho como para quitarme el castigo de no salir.

Loki está muy pronto a graduarse, así que me ha invitado a su graduación. Espero poder ir; realmente me gustaría estar ahí en ese momento tan importante de su vida y seguir formando recuerdos juntos.

No sé realmente en qué terminará nuestra historia de amor. He decidido simplemente disfrutar de lo que tengo ahora, porque no sé qué vendrá más adelante.

Hoy no veré a Loki; tiene muchas cosas que hacer, sobre todo estudiar para el examen de la universidad a la que quiere ir. Y aunque él me manda mil mensajes, le he dicho que yo también estoy ocupada, simplemente para no distraerlo de sus ocupaciones. Tomando en cuenta lo anterior, simplemente me dirijo a mi casa.

Asher me dice que le escriba un mensaje en cuanto llegue, y así lo hago. Se preocuparía mucho si no lo hiciera, ya que pensaría que algo me pudo haber pasado, y lo que menos quiero es dar molestias a alguien, sin importar quién sea.

Llego a casa, está totalmente sola, y a los 5 minutos llega mi progenitor. Trato, por lo que más puedo, de mantener la compostura, ya que veo que viene muy irritado. Veo que Revel viene justo detrás de mi progenitor.

Al notar mi presencia, mi progenitor me mira y me pregunta qué tal el examen, si pasé la escuela de verano. Últimamente, es lo único que le interesa de mí, y que le haga su comida.

Decido no llevarle la contraria y le digo que todo bien; le enseño el examen y que ya pasé.

Solo me mira y no puedo descifrar su mirada, por más que intento leerla. Me dice: “Más te vale; es tu única responsabilidad”, con un tono muy frío y enojado.

Revel, a las espaldas de mi progenitor, con su mirada puesta en mí, me dice prácticamente en silencio: “¡Súper, lo estás haciendo genial!”.
Eso me hace sonreír.

Mi progenitor, al ver eso, se enciende aún más, ya que no sé qué ha de haber pensado con mi sonrisa. Me regaña diciéndome que me he burlado de él, que soy una alzada como siempre y que mis alcances no tienen límites. Me manda a mi habitación.

Lo que mi progenitor no sabe es que mandarme a mi habitación, para mí, es paz, porque este es mi sitio. Aquí tengo mis cosas y solo quiero dormir mucho.

Siempre antes de dormir, una duda constante está en mi cabeza: ¿por qué?