Ya hace un tiempo que mis progenitores saben de Loki, mi novio. Esta última semana ha sido un infierno; ahora mi progenitora, la que me dio la vida, no se levanta de la cama más que cuando su amiga la viene a ver para salir.
Tengo que despertarme, hacer el desayuno para todos y dejar el almuerzo listo para cuando Revel llegue del instituto. Soy la última en comer.
Me voy al instituto y paso mi jornada con normalidad. El instituto es solo un escape, ya que me siento muy agitada. La angustia que rodea mi pecho y el estrés que siento en mi cuerpo no son sostenibles.
Asher me pregunta si estoy bien, dice que ando más pálida de lo normal. Le comento las cosas que han sucedido, ya que desde que mis progenitores se enteraron de mi pareja, siento que me han esclavizado más. Ahora dicen que debo tener más responsabilidades, como si las que ya tenía no fueran suficientes.
Esta agonía palpitante, latente y masacrante... ¿cuándo acabará? ¿Cuándo acabará esta dictadura? Mi pregunta es: ¿cuándo?
Pronto se acerca el cumpleaños de Loki. Él es unos meses mayor, su cumpleaños es en pleno verano, cumple 18 solo en un mes. Aún no sé qué darle; de seguro algo se me ocurrirá.
Los chicos y chicas del grupo conversamos amenamente. Es hora de salida y nos ponemos al “día”, por decirlo así, de nuestras vidas fuera del instituto, aunque para mí no es posible.
Dicen que soy muy reservada con mis cosas y que no deseo hablar de mi vida privada, y tienen razón. Lo que sucede es que lo que vivo en mi “hogar” no lo puedo llamar vida.
No he podido hacer las cosas que hacen los adolescentes a su edad, experimentar cosas nuevas pocas veces se me da la oportunidad ya que solo estoy en casa haciendo un rol que no me corresponde y meramente solo puedo rescatar a mis hermanos.
Siento una mano rodearme desde la espalda y posarse en mi estómago. Mi cuerpo no se movió porque conozco las caricias de Loki.
—Mi Estrellita, estos días sin ti han sido interminables. Te he extrañado más de lo que las palabras pueden expresar —me susurra con ternura en mi oído.
Giro mi cabeza y la alzo un poco para mirarlo a los ojos, esos ojos encantadores, su mirada que derrite mi ser, ya que él es más alto que yo. Mientras nos encontramos con la mirada, la desvía un momento para saludar a los chicos.
—Saludos, estimados. Espero que este día les encuentre bien. Soy el humilde servidor de su querida Estrellita. Permítanme decirles que es un verdadero honor estar en compañía de aquellos que Camila aprecia —dice con una sonrisa elegante y un toque de ironía.
—¡Qué manera tan formal de hablar, Loki! Nos va a costar acostumbrarnos —le dice Asher sonriendo.
—Entiendo que mi manera de expresarme puede parecer un tanto arcaica. Sin embargo, les aseguro que mi intención es simplemente mostrarles el respeto que se merecen —dice Loki riéndose suavemente.
—Chicos, no se preocupen. Loki tiene su estilo, y créanme, es un encanto una vez que te acostumbras —digo mientras siento mis mejillas calientes, supongo que me he sonrojado por la mirada acusadora de Jeremy, que siempre con su alegre y divertida actitud nos hace reír.
Loki me susurra nuevamente que debemos irnos o se hará tarde. Nos despedimos de los chicos. Jeremy se subió al transporte público, ya que su casa queda por la misma ruta.
En cuanto Jeremy estaba detrás de nuestro asiento, contó unas anécdotas vergonzosas, pero que a él también le dan mucha gracia. Al poco tiempo llegamos a la parada de Jeremy, se despidió y se fue.
Loki y yo empezamos a hablar de muchas cosas, a reír y a soñar en nuestro futuro.
Al llegar a casa junto a Loki, mi progenitor nos miró despectivamente, más a él que a mí. Revel y Loki se llevan de maravilla, ellos hablan en la sala mientras estoy en mi habitación poniéndome algo más cómodo.
Me decido por un short de jeans azul y una blusa de mangas cortas negra. Por el momento estaré descalza, me gusta mucho que mis pies respiren del calor de los zapatos cerrados, aunque me lo critican mucho todos.
Revel me mira los pies y con su mirada nada aprobatoria sé lo que me quiere decir; mis progenitores creen que es inadecuado que una mujer ande descalza a menos que viva en la calle. Mi progenitora dice que me echaré a perder los pies y que no me dejarán de crecer. Bug me critica diciendo que eso es de señoritas, y la Nonna que me voy a enfermar.
Al escuchar todo esto hago como si no fuera conmigo y digo mirando a Loki:
—A mí me gusta, me siento cómoda y es lo que importa —digo sonriendo mientras me siento a su lado sin apartar la mirada de él.
Él me mira con comprensión, sin juzgarme y haciendo que me sienta un poquito más segura.
—Camila, la cena. Tu invitado debe de tener hambre. Qué descortés muchachita, así no te he enseñado a tratar a tus invitados —me dice con desprecio y palpable ira mi progenitora.
Quise responder, pero Loki me dijo en español: "Mi Estrellita, será mejor retirarme, no me gustaría darle algún malestar por mi presencia".
Todos miraban con expectación a Loki ya que no le entendían; aquí la única que lo entiende soy yo.
—¡Camila! ¿Qué ha dicho? Es de mala educación guardar secretos en una reunión —dijo mi progenitor, molesto y con ironía.
—Pero no lo ha hecho, él ha hablado frente a todos y no ha susurrado para que yo lo escuche solamente.
Me mira con rabia, ya no es la ira normal cuando el ogro salía, ahora es algo más. Miro a Loki disculpándome por lo acontecido, se lo digo en español sabiendo que eso los molestará aún más.
—Camila, vamos, preparemos la cena con la Nonna —dijo mi progenitora encaminándose a la cocina.
Suspiré fuertemente, me disculpé nuevamente. Me siento apenada por la situación. Revel, al ver mi gran vergüenza reflejada en mi rostro, decide cambiar el tema e invita a jugar un par de partidas a Loki.
Le agradezco a Revel y con ira entro a la cocina, ya que sé que ella hará la haraganería de llevarse el crédito de lo que haremos la Nonna y yo, y más la Nonna que yo, ya que la Nonna cuando está en la cocina hace de chef y yo de ayudante.
Ponemos la música que le gusta a la Nonna, Jacques Brel es su favorito ya que tiene unas letras poéticas muy preciosas.
Un plato típico que se sirve a los invitados en Francia es el Boeuf Bourguignon. Este es un guiso tradicional de la región de Borgoña, que combina sabores ricos y profundos.
La carne se corta en trozos grandes y se marina en vino tinto durante varias horas o toda la noche para que absorba el sabor. Luego, se dora en una cazuela con tocino para crear una base rica en sabor. Se añaden cebollas, zanahorias y champiñones, y se cocina todo junto con vino tinto y caldo de carne hasta que la carne esté tierna y los sabores se hayan combinado perfectamente.
El Boeuf Bourguignon tiene una textura suave y tierna, con una salsa espesa y sabrosa gracias a la reducción del vino y el caldo. El sabor es profundo y complejo, con notas de vino, hierbas y los jugos de la carne.
Se sirve generalmente acompañado de papas al vapor, puré de papas, arroz o pasta, y se decora con perejil fresco picado. Nosotros lo acompañamos con papas al vapor y con vino tinto. Obviamente, a mí y a Bug nos dan un jugo refrescante.
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Una vida conmigo
Mystery / Thriller"Una Vida Conmigo" te sumerge en el alma atormentada y la vida efímera pero intensa de Camila, una joven marcada por un pasado doloroso y una familia que más parece un rompecabezas sin resolver. Desde la vibrante Florencia hasta los rincones más esc...