—Te lo digo por experiencia Max, no hay nada mejor que pasar todo el fin de semana en tu casa viendo películas— dijo Carlos mientras ambos entraban al restaurante y se sentaban en una de las mesas cerca de la ventana.
—Necesito tanto un día de descanso o por lo menos no estar rodeado de tantos olores a óleo y solventes.
—¿Este fin de semana no ibas a ir a ver la granja que venden a las afueras de la ciudad por el bosque?
—Si, los vendedores tienen la urgencia de venderla ya que era su herencia y no quieren tener nada que recuerde a sus padres.
—Vaya, debe ser horrible de repente ya no ver a tus padres— dijo Carlos mientras veía el menú.
Msx levanto los hombros indiferente y vio el menú viendo la comida mexicana que estaba en la parte de atrás y todo se escuchaba delicioso. Msx nunca había tenido buena relación con sus padres y desde que cumplió los 18 años y se mudo a estudiar a Nueva York perdió completamente el contacto con su familia a excepción de su hermana Victoria, pero solo eran 3 correspondencias por año y solo en momentos específicos.
—Creo que voy a ordenar la sopa azteca.
—Yo quiero una hamburguesa— dijo Carlos llamando al mesero.
Msx se puso a ver el restaurante, le gustaba observar a detalle las cosas, podría jurar que amaba notar los pequeños detalles que para la mayoría de las personas eran desapercibidas. Los detalles tan pequeños que nadie notaba. Amaba estar en silencio aparte los últimos meses no tenía muchas ganas de platicar y amaba que Carlos y Charles no les parará la boca y no se molestarán por su silencio.
Varias personas entraban al local y entre ellas le llamo la atención la de un hombre de aproximadamente su edad acompañado de una niña pequeña que no paraba de dar saltitos y de sonreír. Por la demaciada similitud en sus rasgos asumió que era su hija. El hombre se veía feliz pero al mismo tiempo su mirada se veía cansada y su vestimenta mucho más pulcra que la que traía el.
Pantalón de vestir que apretaba gentilmente ciertas zonas, zapatos de vestir impecables, una camisa azul marino y líneas blancas en ella y un suéter de lana negro. Su cabello semi rizado y sus ojos, mierda esos ojos cafés. Sin olvidar mencionar el perfume costoso que inundó sus fosas nasales al momento de pasar enseguida de él.
Por inercia se obsrvo su aspecto y por primera vez en estos meses se sintió avergonzado y preocupado. Su pantalón de mezclilla deslavado al igual que su suéter blanco oversize llenos de manchas de pinturas, solventes y más materiales y su cabello despeinado y algo descuidado por falta de tiempo de ir al peluquero y sus tenis vans viejos . Pero ¿Por qué le importaba como lo veía un completo extraño que probablemente esté casado y va con su hija?
—¡Hey! Max, te perdí por un momento. La comida llegó— le dijo Carlos haciendo que dejara de acosar a ese pobre hombre.
—Ah, si. Disculpa— le sonrió saliendo de su trance.
—¿Que? ¿Ya andas otra vez dándole la bienvenida al amor?
—¿¡Que?! No, para nada. Yo ya no quiero saber nada de nadie ni de esas cosas. El amor no es para mí.
—Estupideces, un día va a llegar y te voy a decir "te lo dije perra"— exclamó el español para después comenzar a comer.
Max comenzó a comer de nuevo mientras veía como el hombre y la pequeña se sentaban en la mesa frente a ellos.
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—Quiero esto papi— dijo Carlota mientras señalaba una foto del menú de niños donde venían Nuggets de pollo y papas a la francesa.
—Perfecto corazón, deja a papá escoger su comida y ordenamos juntos ¿Si?.
La niña asintio y Sergio comenzó a ver el menú pero la mirada de un joven de cabello oscuro llamo su atención. El chico era bastante lindo y transmitía cierta ternura que no pudo evitar notar, su rostro simétrico y sus ojos grandes. Ya sabía quién era ya que el mismo había visto su contacto de referencia al momento de buscar quien le hiciera ese cuadro que era un regalo para su hija y también pintara el mural de su corporación. Pero, mierda, se veía más atractivo en persona.
Después de haber pedido la comida de ambos se las llevaron y comieron tranquilamente mientras en la televisión del local transmitían las noticias. Ese momento estaban en comerciales y uno de ellos fue la noticia que Mercedes daría una rueda de prensa en Nueva York para finales de año.
<<Mierda y más mierda, espero que no se le ocurra venir a fingir que le importa Carlota por primera vez en su vida>> pensó Sergio mientras trataba de no romper con su mano el vaso de cristal que tenía con limonada.
—¿Papá te pasa algo?— pregunto Carlotita al ver qué su padre había cambiado su expresión a una que había cuando se sentía mal.
—No pasa nada, era una semillita de limón.
—Quitalas bien papi, ayer tía Carmen nos leyó a mi y a Dorianne un cuento de uno que le crecía una plantita en la pancita por comer una— dijo con preocupación.
Sergio sonrió por la inocencia de la pequeña y continuo comiendo tratando de ignorar esa amarga noticia como una semillita de limón.
—Este fin de semana vamos a ir con los abuelos ¿No te emociona?
—¡Siiii!!! Amo ir con los abuelos por qué hacemos galletas y juego con pelusa— grito emocionada la pequeña haciendo que todos voltearan a ver la mesa incluyendo a Sergio, amaba pasar tiempo con sus amorosos abuelos y jugar con pelusa el gato de ellos.
Max observó a la niña gritar con emocion y sonrió. Realmente amaba a los niños. Hubo un tiempo en el que realmente deseo tener uno e incluso trato de convencer a Lando su ex novio de hacerce prueba para ver si alguno de ellos tenía la posibilidad demaciado escasa, casi milagrosa de gestar un bebé o adoptar, sus empleos y comodidad económica les permitía tener uno. Pero como nada es perfecto en este mundo todo se fue a la mierda incluyendo el deseo y posibilidades de tener un bebé o una familia.
—¿No quieres pedirle su número al pobre que andas acosando desde hace media hora? Puedes justificar que le das clases de pintura a su adorable hija— dijo burlándose Carlos y Max rodó los ojos y termino de comer para volver lo más rápido posible al estudio.
Sergio comía mientras escuchaba a la pequeña hablar sobre su día y lo que hizo en sus clases mientras veía a ese misterioso artista salir del local y caminar hacia donde supuso que tenía su estudio.
<<Basta Checo, te estás viendo demaciado acosador con ese pobre chico>>
Igual termino y espero que su hija terminará de comer, le compro su helado y fueron a la oficina de Sergio para terminar de ver el plano y regresar a su casa.
Ambos no sabían que no sería la primera vez que se encontrarían.
Les quiere OpheliaHorror ❤️ 🖤
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Paint (Chestappen) M-preg
Fanfiction(M-Preg) Tal vez ambos estábamos un poco grises y necesitábamos un poco de color