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—Me veo ridículo— dijo Max saliendo de su habitación mientras Carlos y Charles lo veían ya con sus trajes puestos y arreglados.

—Te ves bien y por primera vez se te ve un poco más saludable tu cabello— dijo Charles —Te puse lo mismo que usa Carlos para proteger su cabello de la contaminación .

—Sonrie y ya vámonos que se hace tarde— dijo Carlos y Max rodó los ojos.

El evento era en uno de los lugares más lujosos de Nueva York, había toda clase de celebridades y empresarios. Algunos conocidos para Max y otros desconocidos o irrelevantes. Muchos iban con sus parejas como era el caso de sus amigos y otros iban solos como el. Un desfile de vestidos, maquillaje, tacones altos, trajes de diseñador y manos sosteniendo copas de champagne mientras brillaban sus brazaletes y relojes.

—Lily y yo vamos a ir a saludar a unos conocidos por ahí— dijo Alex Albon alejándose de la mesa con su esposa tomada de la mano.

Oscar y Logan habían ido a la pista de baile y Carlos y Charles habían desaparecido.

Max estaba sentado solo mientras un mesero le daba una copa de vino. Le dio las gracias y se levantó para ir a uno de los balcones, necesitaba urgentemente aire fresco antes que le diera un ataque de pánico ahí mismo. Se recargo en el balcón mientras le daba un sorbo a su copa y veía a más personas llegar al recinto mientras meditaba en estos últimos años y en el que esto era algo que el Max de 18 años había soñado siempre y entonces ¿Por qué se sentía vacío?.

Habían pasado alrededor de 1 hora y media en la que estuvo sentado viendo el paisaje urbano que proporcionaba Manhattan y vio que ya era momento de regresar, dio la vuelta tranquilo cuando alguien tropezó con el haciendo que tirará su copa de vino en su camisa.

—Lo siento mucho, fue mi error— escucho esa voz y se le hizo que ya la había escuchado antes.

—¿Sergio?

—¿Max? ¡Hola! Una disculpa en serio por esto, no pensé que ibas a estar aquí y no me fijé— dijo Sergio con un tono nervioso y avergonzado tratando de limpiar la mancha —Dios mio, está completamente arruinada tu camisa.

—No te preocupes, tu me dijiste que son accidentes que pasan y fue un accidente— dijo Max con una sonrisa —Ahora lo que me preocupa es que voy a tener que decir unas palabras y creo que verme con manchas en un lugar que no sea mi trabajo no es muy grato.

—Tengo una idea, sígueme— dijo Sergio guiando a Max al baño y entrando —Cambiemos la camisa, tu te pones la mía y yo uso la tuya que manche de vino.

—¿Si me va a quedar?

—Creo que si, y si acaso no con el saco queda.

Ambos se metieron al baño para cambiarse la camisa, Sergio le pasó su playera interior junto con la suave camisa de tela negra y Max le pasó la suya blanca. Max la tuvo unos momentos en las manos y no se resistió a pasarla por su nariz y absorber con sus fosas nasales el varonil perfume que tenían las prendas, olían a Sergio si podría poner un nombre a esa fragancia que embriagó su ser. Pero debía apurarse y dejar de hacer cosas que lo dejarán como un acosador.

Sergio en su cubículo del baño se había puesto las prendas de Carlos, le habían quedado bien. El olor del perfume de Max le había agradado y lo hacía sentir atraído hacia ese misterioso hombre que lo invitaba a hablar y conocer más. Vio la mancha de vino y pensó que había cometido una gran estupidez, probablemente no tenía arreglo y una mancha de vino era difícil de salir, pero, podía tener un pretexto para volver a hablarle

<<Relájate Sergio Michel Pérez Mendoza, apenas lo conoces y ya quieres entablar una relación de "amistad" con el>>

Ambos salieron y se vieron.

Paint (Chestappen) M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora