5

412 53 14
                                    

—¡Llegue perras!— grito un castaño con acento australiano mientras hacía una pose triunfal.

—¡ÓSCAR!— grito feliz Carlos y salió corriendo a lanzarse a sus brazos y darle un abrazo.

—Yo también volví malditos— dijo Lily Muni mientras cargaba una bolsa llena de materiales y en otra un gran lienzo.

—¡Hola preciosa! Déjame te ayudo— dijo Max dejando su taza de café en la mesa de trabajo y corriendo a ayudar a su amiga.

—Se que las vacaciones de Oscar en las Bahamas son más interesantes pero yo vengo a avisarles que Alex y yo arreglamos todo y oficialmente ese lugar ya es nuestra exposición de arte indefinidamente. Claro, más humilde que la sección que le dio el museo a nuestro señor Verstappen pero es algo nuestro, de los 4.

Max dejo de molestar a Óscar y al igual que Carlos y Óscar y la misma chica se pusieron a gritar y celebrar. Era un sueño para todos ellos el tener su propio lugar donde exponer sus obras de arte y que más personas las vean. Todos habían trabajado arduamente desde que abrieron su estudio y formaron su compañía conjunta aparte de sus proyectos personales.

—Dile a Alex que muchas gracias y por cierto ¿Cómo convenció a los dueños que nos vendieran el lugar?

—Estuvo investigando la manera de hacer que dieran su brazo a torcer y con ayuda del bufete de abogados y unas pequeñas evidencias se logró.

—Si no lo he dicho anteriormente dile que es el mejor abogado del mundo— dijo Carlos —Aun sigo agradecido de que me hubiera ayudado a no ir a prisión por andar nadando desnudo en la playa en la noche

—Ya no lo vuelvas a hacer por favor— dijeron Óscar y Max al mismo tiempo recordando la noticia en las noticias.

—Pues bueno mis niños, voy a ponerme a trabajar y ahorita más tarde los veo para la hora del almuerzo— dijo la de ojos rasgados yendo a su área de trabajo y poniéndose sus audífonos.

—Yo voy a empezar a preparar el lienzo que me encargo mi cliente para su hija que por cierto es mi más grande admiradora— dijo Max con cierto orgullo.

—Mira nada más— dijo Óscar con admiración —Aprovecha que eres el artista favorito de la niña para que te consigas al papá.

—Es lo que yo le digo— grito Carlos desde el cuarto donde usaban los solventes y el barniz.

—¿Por qué todos conocen a ese tal arquitecto Pérez menos yo?

—Por que te falta salir y conocer poquito más el mundo— dijo Óscar mientras hacía unos trazos —Ya te lo dijeron Carlos y Charles, te lo dicen Lily y Alex y te lo decimos Logan y yo, tus amigos más cercanos y las únicas personas con las que convives y mayormente en asuntos del trabajo...

—Debes salir más, conocer personas nuevas, un nuevo chico. Necesitas sonreír un poquito mas— interrumpió Carlos mientras se quitaba su cubrebocas que usaban para no oler los solventes y químicos. —Y no es por decir algo que no debería pero Sergio Pérez en las fotos que le tomaron en esta revista no se ve nada feo.

—Sabemos que el arte es lo que más amas en esta vida pero no lo puedes resumir a eso y más cuando es tu trabajo. Te estás haciendo adicto al trabajo.

—Claro que no soy adicto al trabajo— dijo Max y todos lo vieron mal —Bueno, puede que poquito... Pero aún así no conozco a nadie y no es como que llegue con ese pobre hombre y le diga "Hola, soy Max Emilian Verstappen  y por qué mis estúpidos amigos piensan que me estoy volviendo loco me gustaría que tuvieras una cita conmigo y capaz tu y tu adorable hija se pueden quedar a vivir conmigo para siempre"

Paint (Chestappen) M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora