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Sergio llegó a su casa no sin antes pasar por Carlota a casa de los Russell. Recordó con una sonrisa el beso que le dio a Max, mierda un hombre que apenas había conocido bien, pero se sentía tan bien. Sentía que por primera vez en su vida podía tener una oportunidad linda con alguien... Claro, dependiendo como tomara esa pequeña verdad que existía en el. Sabía que ya había estudios que afirmaban que eso era completamente normal y que siempre ha existido en un inexistente porcentaje de varones cisgenero pero aún así no era del todo aceptado y que muchos solamente los veían como fenómenos o como un experimento de la naturaleza.

Sacudió sus pensamientos al escuchar el agua de la pasta hacer ebullición, estaba cocinando spaghetti, una de las pocas cosas que sabía hacer a la perfección y que era de las comidas favoritas de Carlota junto a los nuggets de pollo en forma de dinosaurio que Sergio compraba especialmente para ella. Los viernes eran de ver películas y comer algo especial, lo habían decidido desde ese día. Sergio estaba haciendo su trabajo por mejorar su paternidad con Carlota.

—¿Ya supiste que película ver?—Le pregunto Sergio a la pequeña que estaba coloreando en la mesa.

—Quiero ver Chucky.

—Carlota Pérez, esa película no es para tu edad.

—Pero todos en mi salón ya la vieron y Stephanie dice que a los niños llorones nos da miedo.

—¿Y quieres demostrarle que no tienes miedo?

La pequeña de 4 años asintió con la cabeza y Sergio suspiro con una sonrisa.

—Carly, eres demaciado valiente y te admiro mucho por eso pero no necesitas demostrar a nadie tu valentía. Tus acciones son lo que te hacen valiente, no el hacer cosas que no son para tu edad.

—¿Que significa la palabra fenómeno?— pregunto la pequeña mientras guardaba sus crayones.

—¿Por qué lo preguntas?— pregunto extrañado Sergio —¿Dónde lo escuchaste?

—Dice Stephanie que escucho a sus papás decir que eras un fenómeno por qué yo no vengo de una mamá y vengo de ti y de otro hombre— dijo la pequeña inocentemente mientras batallaba por pronunciar bien las palabras extrañas para ella.

—¿Eso dijo ella?— dijo con asombro Sergio sintiendo un dolor en un dedo y líquido caliente, genial, se había cortado el dedo mientras cortaba un tomate por el asombro de escuchar eso.

Vio a los ojos a su pequeña hija que buscaba una respuesta ante esa palabra y sin saber el significado de todo eso en su pequeño cerebro infantil. Sergio volvió a sentirse como cuando tenía 23 años y se enteró que estaba esperando un bebé. A pesar de que no fue precisamente un embarazo adolecente se sentía un fenómeno, algo abandonado por la naturaleza a pesar de que después de los años entendió que era algo normal e incluso maravilloso y el sueño de muchos. Aprendió a llevar con orgullo eso que le cambio la vida y más por qué no amaba a otra persona en este mundo como amaba a Carlota.

Pero el escuchar esas palabras y el como niños de 4 años escuchaban a sus padres adultos decir eso lo hacía volver a sentirse pequeño y juzgado pero no por eso debía trasmitir esas emociones a su hija, debía enseñarle que había toda clase de personas y que todas son iguales, sabía que en sus manos estaba el futuro mejor del que todas las personas añoraban actualmente.

—¿Te duele papi? Voy por el botiquín— Dijo Carlota corriendo por el botiquín del baño dejando a Sergio solo enjuagando la herida en el lavabo de la cocina.

Carlota regreso y le ayudo a Sergio a curar y limpiar la herida y finalmente le dio un besito "mágico" para que se curará rápido. Sergio beso su frente y la cargo hacia el sillón y la sentó en sus piernas.

Paint (Chestappen) M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora