A la mañana siguiente, Lucifer estaba viendo las noticias del canal 666 cuando decidió buscarme. Al no encontrarme en la sala, empezó a inquietarse y fue a buscarme en mi habitación. Para su sorpresa, tampoco me encontró allí. Al revisar más de cerca, vio que había dejado cobijas y almohadas en la cama para simular mi presencia, como si estuviera durmiendo.
Lucifer frunció el ceño y murmuró para sí mismo, "¿Dónde se habrá metido Annelise?"
Mientras tanto, yo había salido del castillo para explorar el infierno. Quería ver las calles, conocer los rincones de este lugar que hasta ahora me había resultado tan desconocido. Caminaba por las avenidas llenas de demonios y pecadores, observando cómo vivían sus vidas.
El ambiente era caótico y vibrante, con seres de todas formas y tamaños realizando sus actividades diarias. Sentí muchas miradas sobre mí, algunas llenas de curiosidad, otras de lujuria. Traté de ignorarlas y seguir adelante.
De repente, sentí una mano ruda que me jaló y me empujó contra una pared. Un demonio alto y delgado con un cigarro infernal de fuego rosa en los labios me miraba con una sonrisa siniestra. "Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí?" dijo, su voz impregnada de un tono burlón. "Una virtud perdida en el infierno. ¿Qué te trae por aquí, preciosa?"
"¿Quién eres?" pregunté, tratando de mantener la calma mientras mi corazón latía con fuerza.
"Valentino," respondió, exhalando el humo del cigarro en mi cara. "Un overlord y miembro de los VVV. ¿Qué te parece, cariño? ¿Nunca habías visto a alguien tan imponente?"
Lo miré con miedo, sintiendo su presencia opresiva. "Solo quería explorar," dije, mi voz temblando un poco. "No estoy buscando problemas."
"Explorar, ¿eh?" Valentino se rió, el sonido frío y cortante. "No deberías andar sola por estos lares. Nunca sabes quién podría encontrarte interesante."
Intenté apartarme, pero su agarre era fuerte. "Por favor, déjame ir," le pedí, tratando de mantener la dignidad.
"¿Y por qué haría eso?" preguntó, acercándose más. "Podríamos divertirnos mucho tú y yo."
En ese momento, una sombra cayó sobre nosotros. Lucifer había llegado, su rostro era una máscara de furia contenida. "Suelta a mi emperatriz, Valentino," ordenó, su voz firme y autoritaria.
Valentino se giró lentamente, encontrándose cara a cara con Lucifer. "Vaya, vaya, si es el rey del infierno en persona," dijo, soltándome finalmente. "Solo estábamos charlando, nada más."
Lucifer dio un paso adelante, su mirada helada. "No te lo repetiré. Aléjate de ella."
Valentino levantó las manos en un gesto de rendición. "Tranquilo, jefe. No hay necesidad de ponerse agresivo." Retrocedió unos pasos antes de desaparecer entre la multitud.
Lucifer me miró, su expresión suavizándose un poco. "¿Estás bien?" preguntó, acercándose.
Asentí, aún temblando un poco. "Sí, gracias a ti."
ESTÁS LEYENDO
SE MI EMPERATRIZ
ФанфикAnnelise la personificación de la virtud de la humildad. Fue creada por el Padre, sí, el mismísimo Dios, y mi propósito es velar por la humanidad. Amo a cada uno de los seres humanos, y como miembro de las siete virtudes, me esfuerzo por guiarlos ha...