Annelise la personificación de la virtud de la humildad. Fue creada por el Padre, sí, el mismísimo Dios, y mi propósito es velar por la humanidad. Amo a cada uno de los seres humanos, y como miembro de las siete virtudes, me esfuerzo por guiarlos ha...
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**Narrador omnisciente:**
Después de que la reunión del baby shower terminó con risas y alegría, Annelise y sus hermanas, junto con Charlie y Vaggie, se retiraron a descansar a sus respectivas habitaciones. Mañana sería la despedida de soltera de Annelise, y todas necesitaban dormir bien para el gran evento. Annelise, con una sonrisa en los labios, caminó lentamente hacia su habitación, pensando en lo afortunada que se sentía por tener a sus hermanas y amigas a su lado.
Cuando abrió la puerta de su habitación, lo primero que vio fue una nube de vapor que emanaba del jacuzzi. Entre el vapor, pudo distinguir la figura de Lucifer, relajado, con los ojos cerrados y un patito de goma flotando a su alrededor. Annelise no pudo evitar sonreír ante la escena, pues a pesar de su imponente presencia y el poder que ostentaba, allí estaba, en su momento más tranquilo, disfrutando de algo tan simple.
Annelise se acercó con pasos ligeros y silenciosos, envolviendo sus brazos alrededor de los hombros de Lucifer desde atrás, sintiendo el calor de su piel bajo sus manos.
—**Veo que te estás divirtiendo...** —susurró con voz suave y juguetona—. **Así que supongo que no me necesitas. Creo que me iré a la cama sola esta noche.**
Lucifer entreabrió los ojos, sonriendo al escuchar la voz de su emperatriz, pero no se movió de su lugar.
—**¿Irte sola?** —respondió Lucifer, fingiendo sorpresa mientras jugueteaba con el patito de goma—. **Eso suena... aburrido, mi amor. ¿Acaso crees que este patito puede reemplazarte?** —dijo con un tono burlón, haciendo rodar el patito por la superficie del agua.
Annelise rió suavemente, pero mantuvo su abrazo desde la espalda de Lucifer, inclinándose un poco más hacia él.
—**Bueno, parece que estás bastante entretenido con tu nuevo amigo. No querría interrumpir...** —bromeó, dejando un pequeño beso en su mejilla—. **Tal vez debería buscar un compañero de cama más cálido.**
Lucifer se giró ligeramente, atrapando uno de los brazos de Annelise y tirando suavemente de ella hacia el agua.
—**Oh, querida...** —dijo con una sonrisa maliciosa—. **Sabes bien que no hay nada ni nadie que pueda reemplazar lo que tenemos. Y además...** —se inclinó hacia ella, sus labios casi rozando los suyos—. **Este jacuzzi sería mucho más divertido con mi emperatriz a mi lado.**
Annelise lo miró con una ceja levantada, claramente disfrutando de la pequeña guerra de palabras.
—**¿Así que ahora me necesitas, eh?** —replicó mientras se deslizaba junto a él en el borde del jacuzzi, permitiendo que sus piernas tocaran el agua caliente.
—**Siempre te necesito.** —respondió Lucifer sin dudar, su tono cambiando de juguetón a serio por un momento, dejando ver lo mucho que la valoraba—. **Eres mi todo, Annelise. Lo sabes.**
