A la mañana siguiente, me levanté de la cama temprano y vi a Lucifer aún dormido. Me puse un vestido travieso, de esos que Lucifer siempre me obligaba a usar, y salí rumbo al centro comercial. Al llegar, vi a varios demonios merodeando y, en una esquina, una tienda de televisores donde se conectaba el overlord de la tecnología, Vox. A su lado estaba su némesis, Alastor, el demonio de la radio, quien transmitía desde un antiguo aparato de radio. Alastor despreciaba la tecnología moderna y evitaba a toda costa ser fotografiado. Los observé desde lejos mientras discutían acaloradamente, con Alastor siempre logrando ridiculizar a Vox.
Me acerqué lentamente, asegurándome de que mi vestido captara la atención de todos. "¿Qué tal, chicos?" dije con una sonrisa traviesa, interrumpiendo su pelea. Los dos demonios se detuvieron y me miraron, curiosos.
"¿Y tú quién eres?" preguntó Vox, su voz metálica resonando por los altavoces.
"Annelise, mucho gusto," respondí, extendiendo la mano hacia Alastor, quien la tomó con una sonrisa encantadora.
"Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Una dama con buen gusto," dijo Alastor, inclinándose para besarme la mano. "¿Qué te trae por aquí, Annelise?"
"Solo estaba curioseando," dije, lanzando una mirada coqueta a ambos. "Es fascinante ver cómo ustedes dos interactúan. La tecnología contra la radio... es como ver a dos titanes enfrentarse."
Vox resopló. "No hay comparación. La tecnología siempre gana."
Alastor sonrió maliciosamente. "Claro, claro, sigue soñando, Vox. Aún hay quienes aprecian la elegancia de lo antiguo."
Decidí aprovechar el momento. "Alastor, me encantaría escuchar más sobre tu perspectiva. ¿Podrías mostrarme cómo funciona tu transmisión de radio?"
Alastor asintió, encantado. "Por supuesto, querida. Sígueme."
Mientras caminábamos, sentí la mirada celosa de Vox quemándome la espalda. "¿Y yo qué, Annelise? También tengo cosas interesantes que mostrarte," dijo Vox, tratando de recuperar mi atención.
Me volví hacia él y le guiñé un ojo. "Tendré tiempo para ti más tarde, Vox. Ahora mismo, me intriga la magia de la radio."
Alastor me llevó a un rincón más tranquilo del centro comercial, donde había montado su estación de transmisión. "Aquí es donde ocurre la magia," dijo, mostrándome el antiguo aparato de radio. "Todo hecho a mano, sin la necesidad de esos horribles circuitos modernos."
Lo escuché atentamente, fascinada por su pasión. "Es realmente impresionante, Alastor. Hay algo especial en mantener vivas las tradiciones."
Alastor sonrió, satisfecho. "Exactamente. A veces, lo clásico supera a lo moderno en encanto y eficacia."
Mientras seguíamos conversando, noté que Vox no nos quitaba la vista de encima. Perfecto, pensé. Mi pequeño juego de celos estaba funcionando. Ahora solo tenía que esperar a ver cómo reaccionaba Lucifer cuando se enterara de que había pasado la mañana coqueteando con otros overlords. La verdadera prueba aún estaba por venir.
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SE MI EMPERATRIZ
FanfictionAnnelise la personificación de la virtud de la humildad. Fue creada por el Padre, sí, el mismísimo Dios, y mi propósito es velar por la humanidad. Amo a cada uno de los seres humanos, y como miembro de las siete virtudes, me esfuerzo por guiarlos ha...