Narrador
En el infierno - en el castillo de Lucifer Morningstar
A la mañana siguiente, Annelise se despertó temprano. Al abrir los ojos, se dio cuenta de que llevaba una bata roja; al parecer, Lucifer la había desvestido y vestido mientras ella dormía. Al abrir bien los ojos, vio a Lucifer leyendo una carta. Era una invitación a un baile llamado el Baile de los Siete Anillos, enviado por Satanás. El baile se celebraría en el anillo de la Ira.
Annelise se recargó junto a Lucifer, su mente todavía decidida a mantener una fachada desafiante, a pesar de su decisión de quedarse con él. Bostezando, murmuró con una mezcla de sarcasmo y ternura.
Annelise: —¿Todo bien... hobbit? —dijo, su barbilla recargada en el pecho de Lucifer.
Lucifer bajó la carta, sonriendo al ver a Annelise despierta.
Lucifer: —Buenos días, mi bella emperatriz. Sí, todo está en orden. Tenemos una invitación a un baile esta noche. —dijo, sus ojos brillando con una mezcla de emoción y posesividad.
Annelise: —¿Un baile? ¿Y quién lo organiza? —preguntó, tratando de sonar desinteresada mientras su corazón latía con fuerza.
Lucifer: —Satanás. Es el Baile de los Siete Anillos, en el anillo de la Ira. —respondió, acariciando suavemente su cabello.
Annelise: —¿Y esperas que vaya contigo? —dijo, levantando una ceja en un gesto desafiante.
Lucifer: —Por supuesto. No puedo imaginarme asistiendo sin mi emperatriz a mi lado. —respondió, su tono serio pero con una sonrisa en los labios.
Annelise suspiró, tratando de ocultar su creciente nerviosismo.
Annelise: —Está bien. Iré contigo. Pero no pienses que esto cambia nada entre nosotros. —dijo, tratando de mantener su fachada de desafío.
Lucifer: —Oh, mi querida Annelise, cada momento que pasas a mi lado cambia algo. Lo sabes tan bien como yo. —dijo, inclinándose para besarla suavemente en los labios.
Annelise cerró los ojos por un momento, permitiéndose disfrutar del beso antes de apartarse.
Annelise: —No creas que puedes hacerme cambiar de opinión tan fácilmente. —dijo, su voz temblando ligeramente.
Lucifer: —No lo espero. Me gusta tu resistencia. Hace que cada momento contigo sea más emocionante. —respondió, riendo suavemente.
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Más tarde, Lucifer guió a Annelise al baño. La metió en la tina llena de agua tibia y comenzó a bañarla con cuidado, sus movimientos eran suaves pero cargados de una íntima posesión.
Mientras la bañaba, Lucifer no podía evitar acariciar su piel pálida y sus pechos. Besaba su cuello con una mezcla de ternura y deseo, sus manos deslizándose con firmeza sobre sus pechos, provocando que Annelise gimiera.
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SE MI EMPERATRIZ
FanfictionAnnelise la personificación de la virtud de la humildad. Fue creada por el Padre, sí, el mismísimo Dios, y mi propósito es velar por la humanidad. Amo a cada uno de los seres humanos, y como miembro de las siete virtudes, me esfuerzo por guiarlos ha...