Capitulo 9

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Era una mañana fresca cómo de costumbre cuando Cierto Castaño se encontraba en la cocina preparando el desayuno con mucha dedicación, fijándose en cada detalle, colocando las frutas favoritas de Sam junto a un poco de chocolate caliente para disfrutarlo ahora que el clima era frío y lo que no podía faltar un buen café.

Terminó de Colocar los platillos para momentos después sujetar la bandeja de comida subiendo escaleras arriba con dirección a la habitación.

Con mucho cuidado de no hacer ruido abrió la puerta logrando divisar a Sam durmiendo tranquilamente cubierto por las sábanas.

Cierta imagen le generó mucha ternura provocando qué una sonrisa se formará en su rostro.

dejó la bandeja sobre la cama con cuidado acercándose hacía el rubio acariciando suavemente su cabeza depositando un pequeño beso en la frente del rubio.

Sam, despierta, es hora de que te levantes -dijo en un tono de voz baja el castaño-

Movió ligeramente al rubio hasta que logró despertarlo.

Uhmm...-se quejó el rubio por haber sido despertado- otros 5 minutos más -murmuro bajo provocando una risa del castaño-

Si te vuelves a dormir no verás la sorpresa que te traje -afirmo el castaño-

¿Una sorpresa? -pregunto curioso el rubio abriendo los ojos con interés- ¿Dónde?

Esta justo frente tuyo Sammy -el castaño señalo hacía la bandeja donde ya hacía el desayuno-

El rubio con cierta pereza se reincorporo sentándose sobre la cama abriendo sus ojos para lograr divisar la bandeja de comida.

Abrió los ojos con sorpresa para después mirar a colby.

¿hoy es mi cumpleaños? -indago confundido el rubio-

No tontito -sonreía enternecido colby ante la confusión de Sam- No tiene que ser precisamente tu cumpleaños para que yo tenga detalles contigo.

El rubio sintió sus mejillas calentarse debido a las palabras de colby, en efecto se había sonrojado.

Se ve delicioso -murmuro observando todo lo que había preparado colby- gracias por el detalle, te lo agradezco, realmente estoy cansado y no tenía ganas de cocinar hoy.

Entonces disfrútalo -animo colby sujetando la taza de café bebiendo de está-

El rubio sonrió alegre para después comenzar a comer las fresas junto al chocolate caliente que ahora más que nunca sabía delicioso.

Ambos chicos platicaban sentados cómodamente sobre la cama mientras disfrutaban del café.

Colby observaba con atención a Sam, apreciando cada una de las facciones del rostro del rubio, sus ojos azules observaron los celestes de Sam, había un brillo en ellos difícil de explicar.

¿que tanto me miras? -indago el de tez pálida-

¿Ya te he dicho lo lindo que eres? -murmuro embelesado el castaño, cómo si estuviera apreciando la belleza de una pieza en un museo-

El rubio asintió con una sonrisa en su rostro.

Colby, ¿Por qué yo? -observo curioso al castaño- ¿Por qué te enamoraste de mí?

-El castaño suspiro con una sonrisa- Todo, por todo, por la persona tan linda que eres, por el gran corazón que tienes, la manera tan dulce en la que tratas a los demás, tu amabilidad, tu alegría en momentos de dificultad, tú presencia da esperanza, me enamoré de ti por la belleza de tú alma...-el castaño tomó las manos del rubio con suavidad- físicamente eres precioso pero lo que me cautivo fue lo que está aquí...-señalo hacía su corazón- justo ahí.

¿Estás diciéndome que mi dulzura fue lo que te atrapó? -hablo suavemente el rubio-

Si, sabes que todo el mundo me dice que soy un tipo muy frío, que no siente nada -hablo el castaño-

Yo no soy todo el mundo -afirmo el rubio-

-El castaño beso suavemente las manos del rubio para después mirarlo a los ojos- ¿Quieres ser mi mundo?

El rubio sintió sus ojos llenarse de lágrimas, no tenía palabras para expresar lo que estaba sintiendo, con una sonrisa asintió levemente.

El castaño sonrió inclinándose un poco para besar con cariño la frente de sam, con sus manos limpió las lágrimas del rubio que se deslizaban por sus mejillas.

¿Por qué lloras corazón? -la voz de colby salió muy suave- ¿Qué sucede?

Estoy llorando porque estoy muy feliz-murmuro suave alzando la mirada encontrándose con la de colby-

Quiero estar contigo -susurro suave conectando miradas con el castaño-

¿Estás seguro? -pregunto el castaño con cariño-

Sí, porque cuando estoy contigo todo es diferente, sólo existes tú-afirmo el rubio sin dejar de mirarle-

El castaño retiró unos mechones de cabello del rostro de Sam observandolo con devoción y cariño.

Sólo te veo a ti y sólo me importa que seas feliz, verte sonreír, ser el motivo de esas sonrisas -exclamo con cariño al rubio-

Sam observaba atento, con una gran sonrisa en sus labios.

Yo cuidaré de ti, Sam, con mi vida si es necesario, no voy a permitir que te pase nada, te llevaré lejos de todo lo que te haga daño -el castaño sonreía observando al tez pálida-

A ti, Sam, la vida te trajo a mi, de ahora en adelante no te dejaré ir de mi lado, no sabes cuánto te amo -el castaño fue abrazado por el rubio provocando una sonrisa en ambos-

Yo también -murmuro suave alzando el rostro encontrándose con la mirada de colby-

Ambos se miraron durante unos segundos hasta unir sus labios en un beso, suave, lento, con cierto deje de ternura, se separaron juntando sus frentes en un gesto de cariño genuino.
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