Capitulo 22

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El sonido de un fuerte trueno logró despertar a un rubio que dormía con tranquilidad sobre la cómoda cama, se reincorporo un poco asustado tratando de regular su respiración mientras observaba a su alrededor notando de la ausencia del castaño.

Estaba sólo en la habitación.

Se levantó con un poco de dificultad, sus piernas temblaban ligeramente debido a la fuerte actividad que realizó durante la noche.

Al recordar lo sucedido la noche anterior no pudo evitar sonrojarse sintiéndose de pronto avergonzado.

Se dirigió al armario buscando algo para ponerse, observó toda la ropa soltando un suspiro pesado.

Había olvidado que al no tener conocimiento de la casa de campo, nunca la visito ni trajo ropa suya así que toda la ropa era de Colby.

Después de probarse varias prendas decidió usar una camisa azul celeste la cual le quedaba un poco grande, le llegaba un poco abajo de los muslos.

Observó su reflejo en el espejo soltando un leve suspiro, se preguntaba donde estaba colby.

Camino hasta la puerta de la habitación con intenciones de abrirla dándose cuenta que estaba cerrada.

Intento abrirla jalando en repetidas ocasiones sin éxito alguno.

Estaba encerrado.

Comenzó a golpear la puerta con cierto desesperó.

¡Colby!, ¡deja de bromear esto no es divertido, abre la puerta! -exclamó inpaciente el ojiazul-

Pasaron unos 5 minutos sin respuesta hasta que comenzaron a escucharse unos pasos acercarse.

la puerta se abrió de golpe.

¡Colby! ¡¿Por que no habrías la puer.... -el Rubió se quedó callado al observar de quien se trataba- Lu-Luca? -murmuro confundido-

El pelinegro observó al Rubió notando que estaba vistiendo de una forma un tanto....comprometedora.

Rápidamente el de ojos ámbar desvío la mirada.

El rubio se dió cuenta sintiéndose bastante avergonzado, sujeto una manta cubriéndose con la misma.

Sam, perdoname no fue mi intención mirarte, no me malentiendas sólo vine a revisar ya que escuche que golpeaban la puerta -explicó el pelinegro con la mirada apartada-

Entiendo, no te preocupes -dijo el rubio con vergüenza- Luca, ¿donde esta Colby? -indagó el rubio-

El pelinegro se quedó unos minutos en silencio cómo si estuviera pensando en las palabras indicadas para explicarle al rubio.

Veras Sam, hubo un problema un tanto complicado así que Colby salió a arreglar ese asunto -explicó el pelinegro omitiendo varios detalles delicados que preferiría no decirle al rubio- Se fue de viaje así que tardará un poco en regresar.

El rubio escuchó las palabras del pelinegro con atención, su sonrisa poco a poco desapareció sintiéndose desanimado.

¿Volvera pronto cierto? -pregunto esperando una respuesta afirmativa-

El pelinegro notó el desánimo del rubio, al observar esos ojos azules percibió una mirada triste.

Por supuesto -respondió tratando de animar al rubio-

Se vió en la necesidad de mentirle.

Colby me pidió que te entregará esto -el pelinegro le extendió una bolsa al rubio la cual fue aceptada- bueno, te dejo Sam.

El rubio no tuvo oportunidad de responder ya que el pelinegro había cerrado la puerta.

Observó el interior de la bolsa dándose cuenta que era ropa, sonrió alegre dirigiéndose al cuarto de baño con objetivo de darse una refrescante ducha.

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