Un silencio reinaba en la Sala donde lo único que se podía escuchar era las respiraciones de ambos jóvenes.
Se separaron del beso debido a la falta de aire, eran solo ellos dos en medio de la Sala.
El Rubió de pronto se sintió un poco mareado por el olor a tabaco y del whisky que se lograba percibir en la Sala, un fuerte aroma que le resultó de cierta manera excitante.
Ambos jóvenes se miraron por unos momentos mientras sus respiraciones eran notorias. Los ojos azules del castaño destellaban deseo y sus pupilas se dilataron. Su vista cayó en los labios del rubio contemplándolos por un largo rato.
En esta ocasión el rubio acortó la distancia que los separaba. Estampó sus labios con los del castaño. Fue un beso lento que poco después se volvió hambriento y posesivo.
El castaño rodeó al rubio con sus brazos para acercarlo más a su apego mientras que el rubio deslizó sus manos por el cabello del castaño enredando sus dedos en el.
Los besos del castaño bajaron hacia el mentón del rubio para caer luego en su cuello. Las frías manos del castaño acariciaban con suavidad la espalda del ojiazul.
Deslizó sus manos sobre el trasero del rubio para cargarlo y llevarlo hacía la habitación.
Se sentía deliciosamente bien. Las manos del castaño tomando su trasero rudo, fuerte y feroz. El ojiazul no encontraba las palabras para responder porque su mente se quedó en blanco para darle cabida sólo a la sensación, el tacto y el placer.
Se detuvieron para volver a respirar. El castaño recosto al rubio sobre la cama con cuidado, contempló todo su cuerpo con su mirada penetrante fijada en él.
El castaño separó un poco las piernas del de tez pálida colocándose sobre él cuidando de no lastimarlo.
Eres precioso -dijo con un tono de voz cariñoso- espere tanto por esto -murmuro bajo observando con deseo el cuerpo del chico debajo suyo- quiero que seas totalmente mío Sam, quiero que me entregues tu alma, quiero ser el único en tocarte. -su voz salió en un tono profundo y demandante-
Haz lo que quieras conmigo, Colby. -dijo suave el rubio-
La respuesta de Colby llegó cuándo tiró de sus caderas e inclinó su cuerpo sobre el suyo.
Todavía usando sus pantalones, rozó su erección contra la suya, presionandolas tan placenteramente que provocaron los gemidos agudos del rubio, el cuál se sentía acalorado gracias a la cercanía que estaba teniendo con el castaño.
Aún con sus duras extremidades presionadas una con la otra mientras el castaño continuaba embistiendo lentamente, su boca tomó la del rubio de nuevo en un beso aún más desesperado que el primero, con un crujido resonando cuando apartó sus labios de los del rubio.
Tómame -dijo el rubio sin pensar en las palabras que acababa de pronunciar- No puedo esperar más.
¿Es eso lo que quieres? -preguntó, sin dejar de mover las caderas, con esa sonrisa maliciosa- ¿Quieres que te folle tan fuerte hasta que sólo quede grabado mi nombre en tu mente?
Sí -respondió mientras movía sus caderas junto a las del castaño, sintiendo la fricción volviéndose cada vez más deliciosa- Oh, Dios, Colby.
Entonces te voy a follar hoy, Ángel -Declaro el castaño, con una sonrisa sádica decorando su rostro-
La lengua del castaño apareció de intruso en su boca logrando que el rubio dejara escapar un suave gemido. La mano tatuada del castaño se deslizó a su trasero comenzando a acariciar suavemente la entrada del de tez pálida. Sam jadeó por el tacto frío de la mano del castaño. Colby se alejo dejando besos suaves sólo sobre sus labios hasta bajar a su mandíbula con suavidad y lujuria.
ESTÁS LEYENDO
You belong to Me
FanfictionSam y Colby siempre han sido mejores amigos desde el colegio, una amistad muy fuerte, muy unida tan unida que muchos desearían algo cómo lo que ellos tienen, al graduarse decidieron crear un canal juntos sobre investigaciones en zonas con actividad...