La noche, un momento peculiar, inundada de una extraña energía, muy distinta a la del día. Aunque en el centro de la ciudad de Tokio todo pasaba con normalidad, en los barrios bajos era otra historia. Allí la vida era más complicada, el crimen organizado inundaba las calles, la droga corría con normalidad, la prostitución estaba en su auge, las mafias se debatían el control de los barrios, y en una misma noche podía ocurrir una catastrofe. Y los héroes underground lo sabían muy bien. Era un trabajo arriesgado, caótico, sucio, desesperante, pero alguien debía hacerse cargo de esto para ayudar a las personas que vivían allí, y por eso a veces tenían que dar hasta su vida para luchar contra amenazas inexplicables. Y nadie se enteraría de nada. Podías arriesgar tu vida, y no lograrías tener ni el mínimo reconocimiento que tenían los grandes héroes como Endeavor, que siempre luchaban contra amenazas desproporcionadas. Porque para la gente, para los medios, para los mismos héroes, lo que pasaba en los barrios bajos era "poca cosa", tarea que se la dejaban a los policias o a los héroes "menos hábiles". Aizawa Shouta sabía bien esto, y sinceramente... Le importaba una mierda.
No le interesaba la fama, el reconocimiento, el dinero, la admiración, nada. Le parecía un montón de cosas que solo servían para distraer. Para Aizawa un héroe debía hacer su trabajo con disciplina sin importarle que va a recibir a cambio, porque lo importante era defender a aquellos que no podían hacerlo.
Por eso trabajó y trabajó hasta convertirse en el héroe clandestino Eraser Head, temido por su don tan peculiar, capaz de borrar el don de los demás. Tenía sus desventajas, pero Aizawa supo detectarlas a tiempo para trabajarlas y convertirlas en sus mejores cualidades como su gran habilidad de luchar cuerpo contra cuerpo, o su capacidad de moverse con rapidez y destreza en terrenos inestables, como si fuera un gato. No era famoso como los demás, pero le bastaba con tener el respeto de la policía y sus colegas, viéndolo como un héroe fuera de lo común.
Claro que nada de esto fue fácil, porque esta sociedad estaba demasiado enferma, en especial por la existencia de las castas. El ámbito laboral de los héroes estaba dominado por los alfas, dejando lugar para los betas, y solo unos pocos lugares para los omegas, pues nadie los consideraba capaces de lograr ser un héroe. Y Shouta lo sabía, lo sabía desde pequeño, porque siempre tuvo que luchar con eso desde sus 10 años, cuando se reveló su casta como Omega, siendo automática denigrado por su entorno.
Aún así no se rindió tan fácil. Por suerte su familia, con un nivel económico elevado, no se interpuso en lo que quería hacer, pero no porque fueran comprensivos, sino porque literalmente no les importaba lo que Aizawa haga al ser solo un omega. Shouta pidió entrenamiento personalizado en artes marciales, y se lo dieron porque no les importaba, cosa que le dolió pero no desaprovechó. Por eso entrenó duramente por años y años, siendo un prodigio en palabras de su profesora, lástima que su familia no lo vea asi.
Con el paso de los años logró superar el desinterés de su familia. Después de empezar a trabajar pudo mudarse finalmente solo, sin volver a recibir ni un billete de su familia, tampoco es que lo quisiera, estaba bien con saber que podía ganar su propio dinero a su manera.
Su paso por UA solo pudo ser un abrir y cerrar de ojos, de no ser porque inesperadamente había conseguido hacer amigos que hasta día de hoy seguían en su vida, algo que jamás pensó en tener.
Pero la vida no era color de rosas, ser un Omega no solo implicaba vivir con parches y supresores, si no también pasar por horribles celos, los cuales más que una experiencia placentera era en realidad una tortura. O así lo era hasta que su mejor amigo, Shirakumo Oboro, le propuso empezar a pasar sus celos juntos, al principio Aizawa lo tachó de demente, pero el peliceleste le explicó los beneficios, ambos estaban solteros y no querían pareja en esos momentos, estaban iniciando sus carreras como héroes y no podían tener ese tipo de distracciones. Al final Aizawa aceptó sin estar muy seguro, pero después del primer celo, donde no pasó nada, decidieron seguir con eso. Aun así con los años los sentimientos del alfa empezaron a cambiar, sin que Shouta lo supiera, dejando de solo querer compartir el calor con Aizawa, quería compartir más con el, poder abrazarlo todas las noches, besarlo cuando estuvieran a plena luz del día, poder ser su pareja, pero sabía que el omega se negaba a tener un alfa, pues lo consideraba un estorbo en su vida.
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|| TU VIGILANTE ||
Fanfiction•Universo alternativo / historia colaborativa •Omegaverse ✓ ¿Qué pasaría si una noche te encuentras con el vigilante más temido de Japón?