Capítulo 22

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Los dos cocinaron juntos algo sencillo como había pedido Shouta, y Toshinori se encargó de enseñarle lo mejor posible para que se acordará. Aunque era una situación bastante normal, los dos se divirtieron mucho, riéndose de vez en cuando, y Aizawa no podía estar más feliz. Quien diría que este hombre tan gentil le había arrancado la oreja a otro con la boca.

Aunque fue algo sencillo ambos disfrutaron la comida como si fuera algun platillo muy elaborado y delicioso. Después de terminar ambos limpiaron y después decidieron ir a la cama para acostarse, por suerte Shouta había decidido comprar una cama más grande, para las veces dónde Toshinori viniera a visitarlo, así ambos podrían estar cómodos.

Lo que sorprendió a Toshinori al entrar fue ver la caja de la cuna todavía sin abrir. Se acercó rápido para verla, no pudiendo evitar sentir a su lobo emocionado y eufórico, era como una prueba de que todo era verdad y estaba por tener un bebé. Podía imaginar usándola, pero ¿Cómo sería? ¿Pequeño? ¿Diminuto? ¿Rubio? ¿Azabache? ¿Con ojos grandes?

Sonrie al ver a Toshinori viendo la caja sin ocultar su emoción, se sentó en la cama mientras veía al rubio viendo la imagen del bebé acostado en la cuna en la caja, seguramente imaginando como sería ver a su propio cachorro ahí.

Sonrió acariciando suavemente su vientre, tal vez no sabían lo que era ser padres, pero al menos estaban dispuestos a intentarlo.

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- ¿No pensaste en mudarte? - pregunta Toshinori tranquilamente llamando la atención de su pareja.

Ahora los dos se encontraban acostados en la cama, con Aizawa aprovechando para acostarse sobre su pecho, sintiendo a Toshinori acariciar su cabello.

- ¿O por ahora sientes que así está bien? Pues pensé que el cachorro debería tener su cuarto - explica Toshinori, enroscando uno de sus mechones en sus dedos.

-Por ahora estoy bien aquí, me sentiría solo si me mudo a un lugar más grande, además no quiero gastar más de lo necesario del dinero que dejaste-. Dice con tranquilidad mientras se relajaba al sentir como jugaba con su cabello.

Pero en eso siente que Toshinori le jala el cabello sacándole un quejido.

- Tonto, si te di el dinero es para que lo uses, total tengo mas- se queja el rubio viendo como el menor lo miraba molesto - Quiero que los dos tengan una buena vida sin que les falte nada-.

-No me hace falta nada, por ahora sigo teniendo suficiente espacio-. Se defiende aún mirándolo mal-Y aunque tengas más dinero no significa que debas gastarlo en cosas innecesarias-.

- Una pieza para el cachorro no es una cosa innecesaria - contesta indignado - Además a medida que vaya creciendo vas a ver qué te hará falta espacio, no entiendo por qué estás tan encaprichado con llevar una vida austera, ¿Le vas a enseñar eso al bebé?-.

-Mejor cállate antes de que quiera patearte el culo-. Advierte cerrando los ojos, suspirando cómodo por estar sobre el pecho de Toshinori.

Solo pudo inflar sus mejillas por la impotencia al ser mandado a callar, viendo como su pareja se acomodaba sin importarle nada como si fuera un gato.

Siguió acariciando su cabello, viendo como sus dedos se perdían fácilmente en él. Tal vez era lo que más le gustaba del menor, ¿O sus ojos? En realidad le gustaba todo su rostro, pero no podía dejar el resto del cuerpo atrás. Era muy hermoso, le gustaba todo del menor, desde su cabello hasta sus pies. Pero nada de eso valdría la pena para él si no fuera por lo inteligente que era, hábil para pelear, dedicado con lo que se proponía, y en especial con una actitud de mierda para nada sumisa. Si, ahora que lo pensaba eso era lo que más le gustaba, la misma actitud de mierda con la que lo mandó a callar. Y aunque al principio le tenía miedo por lógica, al poco tiempo Aizawa no tenía problema en mandarlo a la mierda sin importarle quién era. Era tan genial, y eso lo había cautivado más que nada.
Pero era triste no poder verlo ni tocarlo al estar en la cárcel, lo cual era un castigo peor que el encierro en sí.

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