Capítulo Tres

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Ya era de noche otra vez cuando Aizawa estaba en una azotea vigilando las calles de la zona roja, en especial la parte donde trabajaban las prostitutas. Todo estaba tranquilo, hasta que la puerta detrás de él se abre de golpe, asustándolo y poniéndolo en alerta tomando su bufanda, solo para calmarse al ver a All Smite saliendo con un bolso en la mano.

- Buenas noches - saluda animadamente.

Levanta una ceja, inconscientemente se relajo al ver que era el rubio, y solo lo miro con seriedad-¿Qué haces aquí?-. Cuestiona cruzándose de brazos.

- No me atacaste, es un avance - comenta en broma mientras se acerca a su lado al borde - Estamos siguiendo el mismo caso ¿No? Además conseguí una pista - comenta orgulloso, divertido al recordar al hombre llorar, fue divertido en especial al ser otro alfa.

Al escucharlo intenta controlar su mal humor, no podía creer que estaba avanzando en el caso más rápido que él, apenas anoche se habían visto, seguramente mató o torturó a alguien por una pista.

-¿Qué descubriste?- cuestionó mirando ahora al rubio.

Yagi lo mira con una sonrisa mientras saca una tarjeta - Tengo el número de un contacto - comenta mientras se la da a Aizawa, quien mira el número y trata de memorizarlo - Si me ayudas podremos avanzar bastante...-.

Al escucharlo levanta la mirada de la tarjeta mirándolo sorprendido-¿Ayudarte? Estoy arriesgando mi trabajo solo por no reportar que estás aquí-. Dice y le devuelve la tarjeta, ya había memorizado el número-Además no te ayudaré a torturar o matar a nadie-.

- Lo sé, eres muy blandito para esas cosas - comenta, provocando más al menor - Pero si me ayudas no torturaremos a nadie... Llamé a ese tipo para encontrarnos a hablar en un bar cerca de aquí, lo que tú harás es vigilar desde afuera y seguirlo cuando se vaya, ¿Conseguiste la imagen del auto que acosaba a las chicas?-.

Levanta una ceja, no podía creer que el vigilante enserio ya tenga listo un plan para trabajar con él, claramente confiado de que aceptaría desde el principio.

-Si ¿Porque?-. Cuestiona de mala gana.

- Porque seguramente venga en él, sé que en las fotos no salió la patente, así que ahora podrás anotarla, pero si la buscas en el sistema verás que pertenece una agencia que alquila coches, deberías averiguar quiénes son los clientes de esos modelos - comenta mientras se separa del borde para volver a la puerta - ¿Vienes?-.

Suspira, sabía que era una mala idea, sus amigos lo matarían si se enteraban que estaba trabajando junto al vigilante más temido de todo Japón.

Aun así lo siguió, todo por el caso, esa era la única razón por la que estaba colaborando con el vigilante...solo por eso.

Lo siguió hasta abajo y entraron en un pub, y para sorpresa de Aizawa la gente no se asustó, es más, saludaba alegremente al vigilante como si no fuera un asesino en serie. Esto era extraño.

Se quedó esperando en un pasillo mientras el rubio entró al baño con el bolso. Pasaron muchos minutos, y estaba por ir a patear la puerta cuando ve que se abre y se sorprende por lo que ve. All Smite ya no llevaba su disfraz, sino que ahora llevaba un costoso traje azul petróleo, y su cabello estaba peinado hacia atrás, demasiado elegante. Demasiado apuesto.

- Perdón por hacerte esperar, pero esta gente busca clientes adinerados, tengo que fingir ser uno - explica mientras se ponía un costoso reloj en la muñeca.

Shouta intentó no fijarse demasiado en lo bien que le quedaba ese traje, marcando cada curva y músculo del alfa, maldición, su lobo estaba demasiado ansioso ahora.

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