Capítulo 13

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Los días siguientes fueron... Incómodos. Toshinori actuaba distinto. Aizawa lo notaba apagado o algo distante, incómodo. Pero aún así se esforzaba por hacer que tome sus medicinas o comiera lo necesario, por suerte Tsukauchi les había traído comida hecha para varios días. Toshinori hacia todo lo que tenía que hacer, pero se mantenía callado, acostado en la cama por obligación.

Estaba muy confundido, no sabía que había hecho para que la actitud de Toshinori fuera así, ¿Tal vez estaba irritado por tener a un Omega mandándole? No, no podría ser eso, el rubio fácilmente podría hacer lo quisiera pero aún así le hacía caso.

Tal vez simplemente estaba cansado de él, sabía que su relación empezó porque el mayor le tuvo lástima al escucharlo llorar, era patético, empezaba a pensar que se obligaba a si mismo a soportarlo por lástima.

Justo ahora estaba terminando de lavar los platos después del almuerzo, lo único bueno era que el alfa no sé negaba a comer y bebía sus medicamentos, pero no había vuelto a hacer ejercicio, a este paso empezaría a perder forma y masa muscular, pero no sabía si era buena idea forzarlo a qué se ejercitara un poco.

Suspiró pasando la mano por su rostro, se sentía muy acalorado desde hacía un tiempo, su ropa le era incómoda, maldición ¿Que fecha era?

Miró preocupado su teléfono-Mierda...-. Susurra al ver la fecha, su celo empezaba justo hoy, había estado tan ocupado con Toshinori que olvidó esto. Tocó su parche, sus feromonas no era lo suficientemente fuertes como para aún traspasar el parche, pero no pasaría mucho antes de que empezaran a salir y Toshinori las notara. Suspiro pensando en que hacer ¿Debería hablar con el? Era su alfa...Era natural que ambos...

En eso su teléfono empezó a sonar, miro el contacto viendo que era Shirakumo, suspiró y contestó-¿Shirakumo?-.

- ¿Shouta dónde estás? Te vine a traer comida y agua, y no estás en tu casa, ¿Acaso olvidaste tu fecha? - cuestiona Shirakumo con preocupación al pensar que su amigo estaba en la calle.

-Claro que no idiota-. Bufa poniendo los ojos en blanco, aunque después suspira mirando por la ventana que había en la cocina-Yo... No había querido decirles a ustedes pero... Tengo pareja... Conocí a un alfa hace un par de meses-. Admite escuchando un largo silencio al otro lado de la linea- Lamento no habértelo dicho... Fue una tontería pensar en tener una relación, soy un héroe y él ya tiene una vida demasiada complicada....Fui un idiota-. Murmura antes de suspirar- Mi celo aún no está muy avanzado, iré a mi departamento, pero tampoco lo quiero pasar contigo, mi lobo ya no te aceptará-.

Shirakumo se mantuvo en silencio, dolido, pero decidió fingir - Claro, y-yo te dejé suficiente agua y comida, así que no te preocupes por eso... Me tengo que ir, asi que hablamos después... - dice antes de cortar, sintiendo a su lobo demasiado dolido al pensar que Aizawa no lo había elegido a él sino a otro alfa, tal vez por no ser suficiente.

Suspira y se sienta en el suelo, sintiendo sus ojos picar por las lágrimas, ahora también había lastimado a su mejor amigo, en verdad era de lo peor.

Cerró unos segundos los ojos, limpiando rápidamente las lágrimas, en qué había estado pensando, Toshinori ya tenía una vida lo suficientemente complicada como para tener que agregar a un Omega, el cual tenía que proteger por ser débil cada vez que Shigaraki intentaba secuestrarlo o mandaba a alguna criatura, siempre fue el rubio quien tuvo que llegar a salvarle el pellejo. Tal vez Torino tenía razón y tenía que dejar el caso, Toshinori ya estaba sano y podría cuidarse solo.

Toshinori estaba en su cama obligándose a dormir mientras su lobo seguía molesto. Le molestaba el pensar que Aizawa en realidad no quería tener relaciones con él e inventaba excusas, siendo que no tenía problemas para acostarse con ese otro alfa. ¿Qué tenía de malo? ¿Le seguía teniendo miedo? Siempre llegaban a los besos o abrazos pero Aizawa tomaba distancia de repente, desde que comenzaron, y no entendía porqué. Pero en medio de su frustración su lobo sintió a su omega triste, por lo que se levantó alarmado. Caminó por la casa hasta llegar a la cocina, donde lo encontró sentado.

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