24 de julio de 2011
Hermione era una mujer pragmática y razonable. Pensadora lógica y convergente, era experta en esconder emociones para evaluar un problema, encontrar una solución, ejecutar dicha solución y revisar la efectividad de los resultados finales.Las emociones distorsionaban la percepción y nublaban el juicio: Hermione lo sabía, pero los sentimientos ahora estaban en la raíz de sus problemas.
Literalmente.
Fuertes y resistentes, se enterraron profundamente, permanecieron obstinadamente y se negaron a ceder cada vez que surgía la idea de que Draco Malfoy asumiera un papel diferente al actual: aliado.
Y sucedió... frecuentemente.
Hermione tiraba de ellos durante las conversaciones del té de la mañana, que ahora eran menos tensas y se sentían como una comunicación genuina. Se convirtieron en debates, pero eso era lo que eran. La aceptación mutua es la base del respeto.
Y la suya para él crecía poco a poco cada día.
Durante los silencios, mientras Malfoy leía el periódico, Hermione tiraba implacablemente. Ella tiró con fuerza cuando él la sorprendió trabajando mentalmente en su crucigrama, pero él solo puso los ojos en blanco e hizo un ruido que aterrizó en algún lugar entre el humor y la irritación.
La mayoría de las mañanas, al desayunar, Hermione estaba cansada de intentarlo.
Ser testigo de los cuidadosos pasos dados por padre e hijo cada día no hizo más que hacer que esas raíces se hundieran más profundamente y se enrollaran una alrededor de la otra.
Notas.
Lenguaje de signos.
Los nervios se alivian.
Aumento de la valentía.
Obstinadamente, Hermione continuó sus esfuerzos durante sus sesiones de investigación, pero no fue más fácil en las horas tranquilas.
Miradas. Fragmentos de conversación que nunca se apartaron de sus tareas.
A veces, Hermione podía olvidar que él estaba allí, excepto por los ruidos humanos en la periferia de su subconsciente que reconocía como él.
Una pluma rascadora. Pasar páginas. Respiración tranquila.
El sonido de sus gafas al ser colocadas sobre la madera.
Si Malfoy lo hacía tres veces, estaba cansado, y Hermione odiaba lo rápido que había aprendido eso.
Odiaba cómo conocía el ruido que hacía la silla de cuero de Malfoy cada vez que se movía, y el resoplido que daba al darse cuenta de que su tintero estaba seco. Tuvo el mismo efecto en ella que estar sentada en su invernadero en una noche de tormenta.
Natural. Calmante.
Y a Hermione le irritó que supiera cuándo estaba llegando a su fin, cuando Malfoy estaba a punto de decir algo que rompió la tensión del momento. Por lo general, comentaba la hora tardía como un estímulo para dar por terminada la noche; Su quietud cuando ella estaba de pie le servía de recordatorio del sofá en el que dormía cada noche.
Justo antes de la medianoche de la noche anterior, justo cuando había terminado su primera serie de interpretaciones traducidas, la sesión había sido interrumpida por Scorpius que venía con un libro. Solo por su gesto de ojos somnolientos, supo que no le costaría mucho esfuerzo volver a la cama. Lo que había llevado a la hora del cuento y Malfoy había sido invitado a asistir por un tímido par de ojos azules.
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Medida de un hombre// Traducción Dramione
FanfictionResumen: Conocer verdaderamente a alguien es diferenciar entre lo que una vez fue, lo que es ahora y lo que es capaz de ser. Hermione se da cuenta de la dualidad de un hombre cuando rectifica lo que sabe del pasado y comienza a comprender las piezas...