—Sophia —escuche a mis espaldas, acaba de salir del baño y se acercó a mi.
—¿Qué quieres? —pose una mirada llena de odio sobre el, eso le dio igual, quiso tomar mi mano, pero rápidamente la aparte—. Dime de una vez lo que quieres, pero ni te me acerques.
—Solo quiero pedirte que no te vayas, por favor —solté una carcajada ¿Se podía ser más imbécil?—. Perdoname no se en que estaba pensando.
—Lo sabías muy bien, pero pensabas que te iba a perdonar como siempre, te digo de una vez que está vez no será así, no te quiero ver más en mi puta vida —quise avanzar, pero me detuvo tomando mi brazo.
—Por favor no te vayas —sus ojos reflejaban arrepentimiento, el cual yo no creía ya.
—Suelta mi brazo que me voy —me soltó, pero se interpuso en la puerta de la habitación obstaculizando mi paso.
—¡Quitate!.
-No lo haré —intenté empujarlo, pero era inútil no podía.
—Quitate —advertí buscando en todas las direcciones de la habitación—. ¿No te quitarás?.
Cuando lo vi negarse me hice a un lado, y busque con la mirada en todas las direcciones posibles, por ningún lado podría salir.
De pronto ante mis ojos posó la única oportunidad para que se quitara del medio, me acerqué a la mesita de noche y tome un lápiz.
—¿Te quitas del medio y me dejas ir? O ¿Me entierro el lápiz en la mano? —estaba tan furiosa que solo me quedo como estrategia chantajearlo.
—No lo harías.
—Prueba mi paciencia y verás —lo miré detenidamente con la ceja alzada.
No sería capaz de hacerme nada, pero me salía muy bien lo de actriz.
—No te dejaré ir.
—Bueno ya que insistes —acerque el lápiz a mi muñeca e hice como si fuese a enterrarlo.
—¡No! No lo hagas —paré y pude percibir el miedo en su mirada.
—Quitate entonces —eso fue lo que hizo se apartó de la puerta.
Rápidamente tomé mi maleta, pase por su lado y me encamine a salir de la casa, cerré la puerta y respiré profundo...
"Puta vida de mierda"
**********
Mi única opción fue irme a la casa de Linnet faltaban solo cinco semanas para irme a otra ciudad donde estudiaría en la Universidad gracias a la beca que había obtenido...
—Te dije que el no valía la pena.-soltó sentándose a mi lado.
—Ya me di cuenta, sabía que no era un santo, pero de allí a lo que hizo.
—Por lo menos te sirvió para terminar con todo eso.
—Si —le dediqué una sonrisa triste, pues así me sentía a pesar de todo no es fácil dejar a alguien con quién estuve tres años de mi vida y peor si era de esta manera, ya no sentía nada solo decepción.
—Tengo que salir —se levantó de la nada al ver su teléfono, no pregunté nada solo asentí y está salió corriendo en dirección al baño.
Me acosté en la cama y miré varios minutos al techo, hasta que el teléfono de Linnet empezó a vibrar, lo ignore por un rato, hasta que mi mirada se fue a un mensaje que decía que era urgente, entonces conteste.
—Linnet, ¿Cómo estás mi amor? —la voz detrás de aquella llamada me dejó perpleja, solo pude colgar.
Dude en hacerlo, pero lo hice empecé a revisar la conversación.
"Sophia y yo terminamos, por fin podremos estar juntos"
"Lo sé, eso me hace tan feliz"
"Si, por el momento hay que ocultar lo nuestro".
"Si eso también lo sé"
"Bueno te dejo, me voy a bañar, me muero por verte ya".
No podía creer lo que mis ojos estaban viendo, pude esperar eso de cualquier, pero de ella no; era mi mejor amiga, le di toda mi confianza y la traicionó.
—Linnet ¿Te falta mucho? —grite para que me escuchará.
—Si todavía me falta mucho —al escucharla no contesté, me dirige a buscar mi maleta la cual no había desempacado, no sabía a dónde ir, pero allí no quería estar...
Me despedí de sus padres, y salí lo más rápido posible de la casa, ya que estaba conteniendo mis lágrimas.
*******
Tres horas más tarde
—Sophia —escuche su voz a mi espalda, estaba agitada ya que venía corriendo—. Sophia ¿Por qué te fuiste?.
—¿Todavía tienes el descaro de preguntar?—. reí con ironía —Eres una rata traicionera —hable bajito ya que habían estudiantes a nuestro alrededor y no pensaba hacer el ridículo.
—Perdoname por favor —se acerco a mi y me aparte bruscamente—. No quería hacerte daño, pero me enamoré —sentí algo extraño en mi estómago era la rabia y el dolor acumulado.
—Me traicionaste.
—¿Qué querías que hiciera? No pude evitarlo.-bajo la mirada al piso como si estuviera arrepentida—. No quiero perder nuestra amistad.
—Pues ya la perdiste, si es que esto se podía llamar amistad, no vales nada eres una traicionera, pero ahora todo tiene sentido —al escucharme está me miró confundida.
Por mi mente pasaron muchas cosas, tantas charlas, tantos consejos, era imposible sentir mi sangre hervir.
—Con razón tanta insistencia en que terminara con el, con razón siempre me decías lo mismo, que lo dejara, que no valía la pena y muchas cosas más. No Sabía que eras una mentirosa y también una puta.
—No es lo que crees —la deje con la palabra en la boca no quería escuchar más nada de ella, ya era suficiente.
Ya que todos estaban en receso me adentré en un salón, me recosté en una de las esquinas y poco a poco me deje caer en el suelo abrazando mis rodillas con los brazos, ya no podía más mis lágrimas empezaron a salir solas, sentía que mi pecho estaba a punto de reventar...
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Cicatrices
RomanceEsta es la historia de Sophia una chica tímida, aventurera y apasionada que por motivos de la vida tuvo como única opción escapar de su hogar para otra ciudad con Ethan su novio en aquel entonces. Luego de tres años juntos toda la magía de ese gran...