Desahogo (+18)

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Narra Meredith

Tomé la mano de Addison para levantarla del suelo y llevarla conmigo, aún era temprano, pero así podría asegurarme de que la casa estaría vacía. Corrimos juntas hacia mí auto y respiramos hondo una vez que estuvimos ahí.

- ¿Puedes explicarme por qué estoy yendo contigo a tu casa luego de que te acostaras con mi esposo? - preguntó en medio de una risa irónica, no podía creer que de verdad accedió a ésto.

- No lo sé, tú explícame ¿Por qué te ofrecí llevarte a mi casa luego de que me humillaras frente a todo el hospital? - retruqué, sacando a relucir sus propias fechorías, creo que estamos decayendo a la locura.

- Tal vez nos gusta sufrir - respondió echando su cabeza hacia atrás, está cansada, sólo quiero poder acompañarla y conocerla mejor, me intriga saber quién es Addison Montgomery.

- Tiene sentido - ambas reímos de nuestras penas, creo que no estamos muy cuerdas, fue un día devastador.

Conduje con calma mientras la observaba asomándose por la ventana, parecía querer dejar que el viento se llevara todo su dolor, ojalá yo misma pudiera quitárselo.

Llegamos a casa y entramos para ir directamente la cocina, no sabía qué ofrecerle a una mujer como ella, es tan fina que temo que nada de lo que yo tenga pueda gustarle.

- ¿Quieres beber algo? - pregunté revisando mi refrigerador casi vacío.

- ¿Tienes vino? - preguntó mientras se apoyaba sobre la encimera dejándome observar su cuerpo, tengo que controlar mis impulsos, algo en mí se activa cada vez que la veo.

- Tengo tequila...no sabía que lo tenía - dije al encontrar una botella a medias en uno de mis estantes.

- Sírveme, no sabes cuánto lo necesito - ella misma hurgó entre mis cosas, encontrando unos pequeños vasos para tragos.

Me gusta que se sienta en confianza, además, es más alta que yo, fue fácil para ella alcanzar ese estante. Llené ambos vasos, también necesito un desahogo, más que nada en el mundo.

- Salud por nosotras - dije elevando mi mano para brindar con ella por nuestras desgracias.

- Es fuerte ¿En dónde lo compraste? - preguntó luego de hacer un gesto gracioso al probar ese tequila, verla arrugar su naríz me hizo sonreír...¿Qué me pasa?

- Creo que George lo trajo de la casa de Callie...cuando estaban juntos - expliqué intentando recordar el origen de esa botella.

- Oh, Callie siempre sabe dónde conseguir un buen tequila, tiene sentido - acercó su vaso para que sirviera más.

No sé cuánto tiempo va a durar esa botella, pero sé que no será mucho. Mientras más bebíamos, más nos íbamos soltando, hasta que me animé a preguntarle sobre su matrimonio y su infidelidad, me generaba mucha curiosidad.

- Es una larga historia - resopló intentando evadirme.

- Tengo tiempo, podemos ir al sofá - señalé para convencerla y poder ponernos cómodas.

Accedió de mala gana y llevamos nuestros tragos a la sala, me senté justo a su lado para poder tenerla cerca, siento un revoloteo en mi estómago cada vez que la tengo en frente, me gusta sentir eso.

Me contó la historia de su decadente matrimonio, al parecer Derek siempre mostró ese desinterés por ella, no me extraña que haya querido aferrarse a la primera persona que le mostró algo de afecto. No me da buena espina el tal Mark, sé que la quiere, sus intenciones parecen ser buenas, pero no me gusta que quiera algo más con ella, tal vez sea el alcohol, pero lo veo como una amenaza ahora mismo.

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