Corazón Acelerado

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Narra Meredith

Luego de unas horas atendiendo consultas, quise pasar a ver a Addie, pero la encontré llorando en un pasillo sin consuelo. Lo único que supe, fue que la bebé a la que salvó, tenía una condición muy similar al bebé que tuvo Amelia...sé lo duro que fue para ella, es un caso que le está afectando bastante. Addison intenta ser fría y distante para no involucrarse demasiado, pero está embarazada, sus emociones la controlan.

- Ven aquí - dije, extendiendo mis brazos para contenerla, necesitaba ese abrazo.

- Sus pulmones están colapsando mientras su madre la sostiene en brazos - lloró mientras intentaba mantenerse fuerte.

- ¿No quiso donar sus órganos? - pregunté con pena.

- No...y la peor parte es que hay un bebé prematuro en un hospital al otro lado de la ciudad que necesita un corazón...ahora ninguno de los dos podrá salvarse - se lamentó, limpiando sus lágrimas y dejando que mi abrazo la consuele.

Acaricié su cabello, pensando en qué hacer para que se sienta mejor, sólo quiero protegerla de todo ésto.

- Ve por un vaso con agua, también compra algo dulce, estás pálida, yo me quedaré a vigilar como siguen las cosas - dije, insistiendo para que se tome un descanso.

Me besó y se marchó entre sollozos, me lastima mucho verla así. Entré a la habitación y noté cómo esa bebé luchaba por respirar, me dió un escalofrío con sólo pensar que algo así podría pasarle a mi hija.

- Es hermosa ¿No es así? - dijo la madre mientras la observaba con amor y añoranza.

- Lo es...- contesté acercándome a ella - Escuché que rechazó la donación de órganos - dije de forma directa.

- Quiero que se quede conmigo - contestó la mujer, aferrándose a su pequeña.

- ¿Sabe algo? Hay una madre al otro lado de la ciudad que también quiere que su bebé se quede con ella...- dije mientras observaba a esa bebita que sufría con cada respiración.

- ¿De qué habla? - preguntó con un nudo en la garganta.

- Hay un bebé prematuro que necesita un corazón, su madre está desconsolada, aún no pudo encontrar a ningún donador y su tiempo se agota - ella me miró con sus ojos empapados y luego le dió un vistazo a su hija.

- ¿Ella está sufriendo? - preguntó mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

- Ahora mismo, debe estar sintiendo una fuerte presión en su pecho, se está asfixiando - expliqué sin tapujos ni filtros.

- El otro bebé...¿Va a sobrevivir si le dan un nuevo corazón? - preguntó cubriendo su boca para que el llanto no la ahogara.

- Sí, es lo único que necesita, luego del transplante podrá tener una vida plena y sana - contesté, aunque en realidad no estoy muy al tanto de aquel otro caso, sólo quiero lograr salvar por lo menos a un bebé.

- ¿Puede darme un momento para despedirme de ella? - preguntó, cediendo a donar su pequeño corazón.

- Por supuesto - dije poniendo una mano en su hombro y regresando al pasillo.

Choqué con Addison en la puerta, le sorprendió verme salir de ahí.

- Conseguí el trasplante - dije en voz baja y con una media sonrisa, es un momento agridulce.

- ¿Qué hiciste? - preguntó asombrada.

- Sólo hablé con ella - contesté encogiendo mis hombros.

- Eres maravillosa, Meredith Grey - dijo besando mis labios con mucho amor y ternura.

Se retiró y fué a acompañar a su paciente, la bebé empezó a tener una falla total en sus pulmones y Addie tuvo que llamar a Carina y a Izzie para intervenir y poder obtener ese corazón cuánto antes. Me encargué de avisar al otro hospital que teníamos un donador compatible, intenté convencerlos de que sus médicos realizaran la cirugía, pero insistieron en que sólo confiaban en Addison para realizar un procedimiento así de complejo.

Intento cuidarla y evitarle tanto estrés, pero las situaciones no colaboran.

Narra Addison

Tuve que realizar un trasplante cardíaco a un bebé muy prematuro, fueron casi 10 horas de un trabajo meticuloso. He hecho ésto cientos de veces, pero es la primera vez que lo hago con seis meses de embarazo, estoy cansada y empecé a sentir una molestia en mi pecho, mi corazón estaba demasiado acelerado y mi vista se vuelve cada vez más borrosa...

Narra Meredith

Salvé a un paciente que llevaba años siendo tratado por un diagnóstico errado, Richard está orgulloso de mí, yo misma me siento orgullosa de mis logros como cirujana.

- Mer, no es por alarmarte, pero tú novia está con Cristina Yang - dijo Mark, apareciendo de la nada.

- ¿Por qué debería alarmarme? Cristina no quiere robármela - bromeé, pero él se veía serio.

- Me refiero a que está siendo atendida por Yang, se desmayó a la salida del quirófano, tuvo un episodio de insuficiencia cardíaca - me explicó intentando no hacerme entrar en pánico.

Me guió hacia ellas para que pudiera ver en qué estado se encontraba mi novia. Cristina le estaba haciendo unos chequeos mientras Carina se aseguraba de que todo esté bien con la bebé.

- Amor ¿Qué pasó? ¿Estás bien? - pregunté llenando su carita de besos.

- Lo estoy, fue sólo un colapso - respondió para restarle importancia a lo que pasó.

- Es una microcardiopatía, producto del embarazo a su edad y el estrés de su trabajo- indicó Cristina, disimulando un pequeño regaño hacia Addison.

- Genial, eso significa que no volverás al trabajo hasta que hayas dado a luz - dije de forma dominante.

- Estoy bien, puedo atender casos más relajados - discutió, siendo necia como siempre.

- Eso dijiste cuando quedaste embarazada y mira a dónde llegaste ahora - reproché haciendo que se sintiera regañada.

- Escucha, Addison Montgomery, mi deber es cuidarlas a tí y a mi bebé, así que me harás caso y harás reposo, tienes que priorizar tu salud- sentencié viendo cómo cedía, sabe que tengo razón.

- Wow, tiene mucho poder a pesar de su tamaño - bromeó Mark, quién seguía allí observando todo.

- Te haré caso, pero no quiero que me hables feo - dijo Addie, haciendo pucheros para hacerme sentir mal por gritarle.

- No te hablaré feo, pero tú debes cuidarte - dije, dándole besitos dulces, no puedo resistirme a esos labios.

- Tenemos un trato - contestó sonriendo y recibiendo mis besos.

Mi ansiedad por ser mamá crece cada vez más, pero creo que lo estoy haciendo muy bien, aunque tal vez termine siendo demasiado sobreprotectora.

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A Mer se le reza 🛐

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