Instinto

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Narra Addison

Esa noche nos dormimos mientras veíamos películas, ninguna soportaba la oscuridad luego de lo que pasó, Mer se aferraba a mí y sentía paz al tenerme cerca. Soy muy afortunada de tenerla, jamás me cansaré de amarla y cuidarla.

Narra Meredith

Addison pasó varias semanas consintiendome y preocupándose por mí, me siento bien con ella, nuestra relación está más fuerte que nunca.

Ahora que tiene 6 meses de embarazo, su panza le pesa, sus pechos están enormes y me veo obligada a hacerle masajes para aliviar sus molestias. Hoy tuvimos un día largo en el hospital, se veía cansada y sólo quiero mimarla. Tuve un buen día, retomé los exámenes que había reprobado y tuve notas excelentes, quería festejarlo con mi hermosa novia.

- ¿Sabes qué? Me rindo, no puedo lograr que ésto me quede, mis pechos se escapan por todos lados - se quejó frustrada, arrojando su pijama al suelo y paseando por la habitación con nada más que sus bragas puestas.

- Me gustas más cuando no llevas nada puesto - comenté mordiendo mis labios mientras la miraba de arriba a abajo.

- ¿Tienes algo en mente, Grey? - preguntó con una mirada seductora.

- Tal vez...- respondí acercándome a ella para besarla y acercar su cuerpo al mío, contagiandole mi calor.

Acaricié sus pechos y me deleité con ellos, ahora mis manos no alcanzan a cubrirlos, me encantan. Besé su cuello y dejé que poco a poco el deseo nos llevara a la cama. Se sentó sobre mí mientras nos besábamos con desenfreno, sus manos recorrieron mi espalda para levantar mi camiseta y dejar mis pechos al descubierto. Los besó y acarició haciéndome querer más y más, me aferré a sus caderas y apreté su trasero sintiendo cómo su respiración se cortaba.

- ¿Te gusta cabalgar, pelirroja? - pregunté mientras mordía su labio y bajaba mi mano hacia sus bragas mojadas.

- Sólo si es sobre tí - susurró en medio de un suspiro aireado que casi deja escapar un gemido.

Mis manos acariciaron su entrepierna subiendo y bajando con precisión, haciendo presión en su clítoris para escuchar sus gritos de placer. Movió sus caderas dejando que mis dedos accedieran a su interior, exploré su cuerpo por dentro mientras sus paredes se contraían y ella hacía movimientos que la dejaban sentirme más en profundidad. Usé la palma de mi mano para presionar su clítoris mientras mi otra mano acompañaba sus movimientos, aprisionándola más contra mí y dejando que sus gemidos cayeran en mi boca.

Siguió cabalgando sobre mí, abrazándome y clavando sus uñas en mi espalda mientras sus gemidos se volvían cada vez más intensos. Culminó en un orgasmo escandaloso que dejó mi regazo empapado con sus fluidos. La besé sin dejarle un sólo segundo para respirar, quiero tenerla sobre mí toda la noche.

Seguimos por un par de horas hasta que Addison estuvo completamente agotada, me hizo ver las estrellas varias veces esa noche, por poco olvidamos que al día siguiente teníamos una cita importante con nuestra querida obstetra.

Fue difícil levantarnos luego de esa noche tan maravillosa, pero estábamos emocionadas por saber finalmente el sexo de nuestro bebé. Hasta ahora, no conseguimos que se deje ver, pero Addie conoce algunos trucos que pueden hacer que se voltee, espero que funcionen.

- Espero que podamos verlo esta vez - dije dándole besitos a su pancita.

- Tengo un buen presentimiento, sé que hoy podremos verlo - dijo ella con una linda sonrisa, nos emociona empezar a pensar en nombres para nuestro bebé, no puedo seguir llamándolo 'renacuajo' o Addie me matará.

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