Un Futuro Juntas

185 16 11
                                    

Narra Addison

Amy me acompañó al aeropuerto, quiso despedirse de mí y asegurarse de que estuviera bien, es un ángel. El vuelo se sintió demasiado largo, están por dar las doce de la noche, estoy cansada y desmotivada, sólo quiero abrazar a mi novia y dormir por una semana entera.

Mer no pudo buscarme porque hubo una emergencia en el hospital, así que pedí un taxi para que me llevara hasta su casa, iba a esperarla allí, al menos podría ponerme cómoda. Llegué con mis ánimos por el suelo, pero practiqué una sonrisa antes de entrar para no preocupar a Meredith.

Abrí la puerta y sentí un aroma delicioso que venía de la cocina, creí que la casa estaba vacía, creo que me equivoqué. Caminé hacia allá para encontrarme con un montón de globos, dos copas de vino, dos platos de pasta y un montón de velas en el suelo que formaban un corazón. Mer estaba esperando por mí con una rosa.

- ¡Felices seis meses! - exclamó mientras yo admiraba aquella hermosa sorpresa.

Mis emociones se desbordaron, no me controlé y empecé a llorar desconsolada, era un llanto de cansancio y tristeza, ella lo notó de inmediato. Corrió hacia mí y acarició mi rostro para intentar entender qué ocurría.

- Amor...lo siento ¿Hice algo mal? - preguntó angustiada.

- No...es perfecto, yo ni siquiera recordaba que hoy era nuestro aniversario - me lamenté sintiéndome la peor novia del mundo.

- Mi niña, eso no importa, sólo quería darte algo lindo - me consoló mientras limpiaba mis lágrimas con las yemas de sus dedos.

- Me hice una inseminación...tomé una prueba de embarazo antes de venir y salió negativa...siento no habértelo dicho, no quería decepcionarte - lloré soltando todo aquello que no sabía si me atrevería a contarle.

-Addie...¿Cómo podría decepcionarme? Sabes que puedes confiar en mí, ven aquí - me abrazó y me contuvo con todo el amor que tenía para dar.

- Arruiné tu sorpresa, lo siento, es muy hermoso - dije intentando recuperar la compostura.

- No arruinaste nada, ven, siéntate y quiero que me cuentes todo ¿Sí? Para eso están las novias - logró sacarme una sonrisa, tiene un don para eso.

Nos sentamos y pudimos hablar por un largo rato, disfruté mucho la comida que preparó y sentí que me quitaba un peso de encima al poder contarle mi primer fracaso.

- ¿Cuándo podrás hacer otro intento?- preguntó tomando un trago de vino tinto.

- Cuando vuelva a estar en mi punto más fértil, tal vez en un mes o menos...pero no puedo hacerlo sin tí, te necesito, no puedo afrontar ésto yo sola - confesé, mostrando mi vulnerabilidad ante ella y expresando mis miedos.

- Addie, no puedo dejar Seattle, acaban de darme la residencia, mis amigos están aquí, mi familia está aquí, empecé a aceptar a Lexie como parte de mi vida y no puedo dejar todo eso atrás - respondió mientras acariciaba mi mano.

- Lo entiendo, no pretendo que dejes todo atrás sólo por mí...pero tal vez yo estoy extrañando mucho vivir en Seattle...- admití viendo su expresión de sorpresa.

Jamás creí que querría volver a ésta ciudad, pero se volvió muy especial para mí, extraño a Callie, a Mark, a Richard y sobre todo a mi novia, no tengo madera para mantener una relación a distancia. Es hora de que yo me arriesgue y dé un paso adelante por ésta relación.

Narra Meredith

No puedo creer que Addie quiera mudarse nuevamente a Seattle, no hay nada que me haga más felíz. Continuamos con nuestra charla, logré hacerla reír y nos contamos chismes que habíamos guardado para ésta ocasión, adoro hablar con ella, mirarla, besarla, sentir sus caricias y tenerla cerca, me hace sentir viva.

Luego de cenar, subimos a la habitación para tener un momento íntimo muy romántico y cargado del amor más puro. Su cuerpo se entregaba al mío igual que el mío se entregaba a ella. Cada caricia sobre su piel y cada beso fue dejado con la mayor delicadeza posible, como si fuera una pieza de cristal que podía romperse con el más mínimo roce. Disfrutamos de aquella pasión y del placer que podíamos provocarnos. Nunca había tenido sexo así antes, nos conectamos en niveles que sobrepasaban lo físico, fue un acto de amor.

- Te extrañé - dije mientras besaba su hombro y la abrazaba.

- También yo, nunca me había sentido así con alguien - dijo mientras acariciaba mi cabello y admiraba mi cuerpo desnudo.

Nos acurrucamos entre las sábanas para dormir, ella es mi lugar seguro.

Narra Addison

Desperté a la mañana siguiente con un llamado urgente de Arizona, ella y Calliope tuvieron un accidente automovilístico, mi mejor amiga estaba malherida y necesitaba salvar a su bebé. Mer y yo nos levantamos de un salto para ir lo antes posible, no pienso abandonar a Callie, haré todo lo necesario para ponerlas a ella y a su bebé a salvo.

Al llegar, ví a Mark desesperado, sintió un gran alivio al verme, corrió a abrazarme y a guiarme hacia Callie. Una obstetra a la cuál habían contratado como mi intento de reemplazo me miró de arriba a abajo, como si mi presencia le incomodara.

- No entiendo por qué la llamaron, yo sé hacer mi trabajo - se quejó poniendo los ojos en blanco.

- ¿Acaso tú eres la mejor cirujana obstétrica y neonatal del país con cuatro titulos en medicina? - dije de forma sarcástica para borrar su expresión de superioridad.

Mer me miró orgullosa de mí respuesta. Me acerqué a mi amiga y ordené una cesárea de emergencia, debía poner a esa bebé a salvo cueste lo que cueste.

- Tranquila, linda, no las dejaré - murmuré cerca de ella dejando un beso en su frente, sé que no puede oírme, pero necesitaba que sintiera mi apoyo.

- Tú mandas, prepararemos el quirófano - dijo Bailey cumpliendo con mis órdenes, de nuevo siento que tengo el control.

Fué complicado, tuve que dividir mi cerebro en dos para poder salvar tanto a Callie como a su bebita, no quería descuidar a ninguna. Sus heridas eran graves, y la bebé era bastante prematura, pero ambas salieron estables del quirófano.

Salí al pasillo para tomar aire y Arizona se lanzó sobre mí para abrazarme y darme las gracias. No sabía cómo contenerla, yo no sé qué haría si algo le pasa a mi novia, sería devastador.

Me quedé con mis lindas pacientes para poder monitorearlas. En un principio, Miranda y Stevens se quedaron con Callie para controlar su estado, mientras yo me encargaba de la bebé. Luego, fuí turnándome para poder estar con ambas, siento un gran alivio, pude salvarlas y lograr lo que algunos de mis colegas creían imposible.

- Sabía que lo harías - dijo Mark abrazándome con sus ojos llenos de lágrimas.

- Gracias por confiar en mí, ellas van a estar bien - dije consolándolo.

- Eres la única persona a la cuál le confiaría la vida de mi hija - mencionó con un profundo agradecimiento.

Lo invité a conocer a su hija, ella estaba en una incubadora, pero tenía la certeza de que le ayudaría mucho escuchar la voz de su padre. Los observé mientras tenían una tierna plática...creo que me equivoqué con Mark, él si es un buen padre.

- Hola, súper heroína - dijo Mer dándome un beso en la mejilla y ofreciéndome una taza de café.

- Hola, gracias por el café - le devolví el beso y nos quedamos a ver cómo padre e hija se conocían.

- Imagina cuando nosotras tengamos a nuestro bebé - mencionó con una sonrisa esperanzadora.

- Serías la mamá más tierna del mundo - contesté dándole otro beso.

- Y tú serías la mamá más divertida y amorosa de todas - agregó para hacerme felíz.

- Claro, sería muy divertida, puedo usar los instrumentos médicos para hacer un show de marionetas - dije moviendo mi estetoscopio como si fuera un muñeco.

Mer río y me abrazó para seguir observando aquella linda escena, imaginando nuestro futuro como mamás...espero que podamos cumplirlo.

................................................................

Son muy tiernas 🥹

Algo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora