Grandes Ilusiones

163 17 2
                                    

Narra Meredith

Estoy muy orgullosa de mi novia. Fue la primera en estar ahí cuando Callie despertó, estaba muy agradecida con ella por haber salvado a su niña, fue hermoso ver ese encuentro. Addie quiso ayudarla a ver a su bebé, sabía lo importante que era para ella y no le importó romper un par de reglas para poder darle ese momento tan especial.

- Chicos, necesito su ayuda, pero tienen que ser discretos - indicó para poner en marcha el plan.

Mark, Arizona, Izzie y yo ayudamos a hacer esa pequeña travesía, llevando la incubadora con todos los aparatos de cuidado intensivo hacia el cuarto de Calliope con sumo cuidado. Valió completamente la pena al ver su reacción, será una madre increíble, me alegra ver que ambas estén a salvo, Addie es un increíble ser humano.

Tuve que esperar dos días para poder llevarme a Addison a casa, no quiso dejar a Callie ni a Sofía solas un segundo. Es muy terca y obstinada, pero el sueño le estaba ganando y eso me daba una ventaja.

- Bebé, tienes que descansar - dije, tomándola sus hombros para moverla hacia la puerta con cuidado.

- Dormí sobre el escritorio...y un poco en esa silla - dijo con un bostezo largo que delataba el sueño que la invadía, necesita dormir.

- Tienes que descansar de verdad, dormir 20 minutos sentada en una silla no es un verdadero descanso - dije, llevándola de la mano para poder ir a casa.

Estaba tan cansada que prácticamente se dejó arrastrar por mí hasta el auto, no iba a dejar que descuidara su propia salud, quiero poder protegerla.

Mientras conducía, mi hermosa cirujana estrella se quedó dormida. Tenía su cabeza apoyada en la ventanilla, me dió mucha ternura, así que conduje lento para que no se golpeara con el vidrio. Antes de llegar a casa, su teléfono empezó a sonar y atendí por ella, era una llamada de Naomi, así que no quise colgar, supuse que sería algo importante.

- Hola Addie, tengo noticias para tí - dijo desde el otro lado.

- Hola Nai, soy Meredith, Addie está dormida, puedes decirme lo que sea, yo le pasaré el mensaje -

- Oh, hola Mer, también quería hablar contigo - eso me sorprendió, no tenemos muchas platicas.

- ¿De qué se trata? - pregunté cada vez más intrigada.

- Se trata de la decisión de tu novia de volver a Seattle, conozco a una doctora, su nombre es Carina DeLuca, ella podrá llevar el tratamiento - explicó - Es una gran obstetra, le envié la historia médica de Addison y las inyecciones para su abdomen, quiero que este mes procuren fortalecer su matriz, así habrá más posibilidades de embarazo - anoté el nombre de la doctora en un papel viejo que encontré en mi bolsillo, no quería dejar pasar ningun detalle.

- Genial, se lo diré cuando despierte, te prometo que seguiremos el tratamiento al pie de la letra - dije, mientras miraba el bello rostro de mi novia mientras dormía, haría lo que fuera por verla felíz.

- Sé que lo harán bien, no la dejes sola, sus hormonas son un caos y te necesita, cuídala mucho -

- Lo haré, gracias por confiar en mí - luego de eso, nos despedimos y ella colgó la llamada.

Haré todo lo que esté a mi alcance para protegerla y cumplir ese maravilloso sueño, ella se merece toda la felicidad de éste mundo. Cada vez estoy amando más la idea de tener a una mini versión suya para amar y cuidar, quiero que seamos una familia, quiero poder darle a nuestro futuro bebé todo el amor y cuidados que nosotras no tuvimos. Sé que lo haremos bien.

Narra Addison

Pasaron dos meses en los que me mantuve pendiente a Callie y su bebé, Sofía, ambas están muy bien, son fuertes y tienen a una familia amorosa que las ayuda. El mes pasado obtuvieron el alta y ahora Calliope está disfrutando de su licencia por maternidad, Mer y yo las visitamos con frecuencia, son un modelo de familia poco tradicional, pero son felices y tienen mucho amor para dar.

Me mudé a un departamento en el centro de la ciudad, no está lejos de la casa de Mer, así que nos vemos todos los días. Ella me está colocando las inyecciones para preparar mi útero, mientras que mi tratamiento es llevado a cabo por mi amiga Carina, es una gran doctora y confío en ella al igual que en Naomi.

Ahora mismo, estamos en el baño de mi departamento mientras Mer intenta colocarme la inyección, está mucho más tensa que de costumbre.

- Amor, no cierres los ojos, tú eres la que está colocando la inyección - dije, regañándola.

- Lo siento, es que me pongo nerviosa - se excusó para ésta vez hacerlo bien.

Es un poco doloroso, pero vale la pena, sé que cada pinchazo es un paso hacia adelante. Mer besó mi abdomen y luego se levantó para darme un beso en los labios.

- ¿Te dolió? Hoy estoy más nerviosa de lo normal - dijo abrazando mi cintura para tenerme cerca.

Hoy iremos al hospital para recibir la segunda inseminación, si no funciona, tendremos que recurrir a la colecta de embriones, y ya no me quedan muchos óvulos, así que estamos al límite.

- Está bien, amor, si lo logramos, ese será el último pinchazo - dije muy ilusionada, por alguna razón el tenerla conmigo me hace sentir mucho más segura.

- Lo vamos a lograr, ya lo verás - me besó y me dejé llevar por sus dulces labios.

Partimos hacia el hospital con mucha prisa, queríamos llegar temprano para poder realizar aquel proceso lo antes posible. Me siento nerviosa, pero también muy optimista, no sé por qué, pero siento que ésta vez sí va a funcionar.

Carina nos felicitó por nuestro cumplimiento y nuestro compromiso con el tratamiento, ambas nos sentimos muy orgullosas de eso, somos el mejor equipo. El proceso de inseminación no duró mucho, ahora debía esperar 24 horas para que la fecundación se realizara con éxito.

- Ya terminamos, linda, ahora sólo debes hacer reposo y relajarte, lo están haciendo muy bien, estoy segura que pronto serán mamás- dijo Carina, alentándonos con su buen ánimo.

Justo en ese momento, Derek entró en la habitación para romper con todo el ambiente festivo.

- Oh...lo que me faltaba - susurró con desprecio, creyendo que no íbamos a escucharlo.

- ¿Necesitas algo? - preguntó DeLuca con una sonrisa amistosa.

- Sí, necesito que me ayudes con un caso ¿Estás ocupada? - preguntó señalándonos con la cabeza como si no pudiéramos verlo.

- No, acabo de terminar con éstas chicas, dime qué necesitas - dijo, para luego caminar a su lado, él se la llevó a otra habitación para hablar en privado, ni siquiera quería compartir espacio vital con nosotras.

- Definitivamente no dejaremos que nuestro hijo lo llame "tío Derek" - comentó Mer con un gesto de disgusto que me hizo reír.

- ¿Tú también sientes que ésta vez vamos a lograrlo? - pregunté emocionada, ya está hablando como una mamá y eso me encanta.

- Siii, no sé si está bien ilusionarme tanto, pero de verdad quiero una familia contigo y algo me dice que estamos a punto de lograrlo - exclamó tomando mis manos y llenándome de alegría.

La besé y nos quedamos un rato en esa sala imaginando cómo sería nuestro futuro bebé, sé que nos estamos adelantando mucho, pero me hace felíz saber que ella lo desea tanto como yo.

Me acompañó hasta casa, dejándome sola para ir a cumplir con su trabajo, no sé qué haré durante todo el día, la ansiedad me va a matar. No tengo hambre, ni sueño, ni ganas de estar encerrada, sólo quiero distraerme para dejar de pensar en lo que pasa dentro de mi útero. Si supiera cómo rezar, rezaría por un resultado positivo, es todo lo que pido.

..................................................................

Hagan sus apuestas ¿Lo lograrán o no lo lograrán?

Comenten bbs, así les actualizo más rápido porque a veces me olvido 🧍🏻‍♀️

Algo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora