Narra Addison
Como era de esperarse, la cirugía fue un éxito, fueron más de diez horas de suspenso y tensión, pero sabía que podía hacer ese procedimiento, había hecho uno muy parecido hace unos años, no me estaba enfrentando a algo desconocido.
Hace mucho tiempo que no tenía un verdadero reto, algo que me permitiera sentirme segura y confiada de mis capacidades como cirujana. Es como renacer, siento que estoy en mi mejor momento.
- Estoy muy orgullosa de tí - dijo Mer, besando mi mejilla mientras yo lavaba mis manos, tenerla a mi lado en ese momento me hizo sentir tranquilidad, ahora ya no quiero estar lejos suyo.
- Gracias por quedarte conmigo, eres la mejor casi-novia del mundo - dije entre risas, agregando un beso en sus labios para sentir su calor.
Las cosas que siento por ella se vuelven cada vez más fuertes, creo que podemos llegar a formar una linda relación después de todo.
Al salir del quirófano, tuve que dar la cara para hablar con los familiares y con la prensa, quienes estaban expectantes, ansiando oír las buenas noticias. Me felicitaron por haber logrado separar a los gemelos sin complicaciones y brindándoles una mejor calidad de vida. Incluso me hicieron una entrevista para una revista médica, al menos con ésto podré limpiar el escándalo del beso.
Regresé con los demás a la sala de reuniones y todos me recibieron con aplausos.
- Addie, no sé cómo agradecerte por ésto, me encantaría que te quedaras aquí y formaras parte de mi equipo, sería un honor tenerte con nosotros - dijo Naomi dándome un fuerte abrazo.
La mirada de Mer perdió su luz al escuchar eso, no quiero dejarla, pero es una gran oportunidad, tengo un enorme conflicto en mi corazón ahora mismo.
- Me encantaría, pero tengo una vida en Seattle, será difícil para mí dejar todo eso de lado - contesté, rechazando aquella tentadora propuesta.
- ¿Y si te llamamos para casos complicados como el de hoy? Serías como nuestra salvavidas y podrías seguir trabajando en Seattle.- dijo Archer, dando una idea un poco menos conflictiva para mí vida personal.
- Sería demasiado trabajo, además se nota lo felíz que eres aquí - irrumpió Mer con una sonrisa comprensiva, sé que en el fondo le duele pensar que podría alejarme de ella para siempre.
- ¿Tu jefe no es Richard Webber? Ese hombre te adora, puedes pedirle que reduzca tus horarios o que te dé un puesto más relajado - insistió mi hermano dando soluciones para éste problema.
- Puede ser, pero necesito pensarlo, es una decisión muy complicada - no era algo que pudiera decidir en cuestión de segundos, tengo mucho en qué pensar, no quiero arrepentirme de tomar la decisión equivocada.
- Haremos lo que tú decidas - dijo Naomi con una sonrisa de agradecimiento.
- Claro que lo harán, acabo de salvar sus traseros y dar la cara por ustedes, aceptarán lo que yo quiera - bromeé, aprovechando el momento para presumir mis hazañas.
- ¡Eso es, perra, destrózalos! - exclamó una voz muy familiar que acababa de entrar a la sala.
- ¡Amy! - grité lanzándome a sus brazos.
Amelia es mi hermanita, aunque no compartimos sangre, ella es mi familia.
- Lamento no haber estado cuando llegaste, te extrañé muchísimo - dijo mientras seguíamos hundidas en ese abrazo familiar.
- Está bien, ahora tendremos más tiempo para ponernos al día - dije acariciando su cabello, se vé cada día más hermosa.
- Tú debes ser Meredith, Addie me habló mucho sobre tí, salieron muy lindas en el periódico - dijo, para luego saludar a Mer con un abrazo.
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Algo Contigo
FanfictionMeredith vé a Addison como una rival, una mujer con una fuerte coraza que poco a poco se irá rompiendo para revelar a una enigmática belleza que no tardará en ganarse su corazón.