Algo Contigo

Muerte Inoportuna

Narra Meredith

Addie llegó corriendo a mi lado, aprovechando que estaba en mi descanso para contarme todo sobre su día. Es muy hermosa, podría escucharla hablar por horas sin cansarme. Me contó cosas muy interesantes, fue una buena sesión de chismes.

- ¿Entonces mañana hará la propuesta? - pregunté luego de escuchar que Callie y Arizona iban a comprometerse.

- ¡Siii! Pero no digas nada, nos lo confió a mí y a Mark para que la ayudemos - aclaró para evitar que meta la pata.

- ¿Entonces por qué me lo estás contando? - dije, sintiendo demasiada presión por cargar con ese secreto.

- Porque eres mi novia, no tengo secretos contigo - dijo dándome besitos tiernos, es demasiado adorable.

No quise hablar mucho sobre el asunto de Derek, aún me siento muy molesta con él y sé que si hablo sobre él, terminaré odiandolo aún más.

Narra Addison

Me resistí para no hacerme la prueba de embarazo, algo me dice que ésto nos llevará más de dos días. Volvimos a casa y nos acurrucamos para dormir, nos espera un largo día.

Al día siguiente, se supone que debía pasar mi jornada entretenido a Arizona, pero en lugar de eso, tuve que lidiar con la rebeldía de Karev.

- No entiendo por qué sigues empeñándote en darme órdenes - reclamó luego de que lo sacara del caso, se está involucrando demasiado y eso hace que sea menos objetivo.

- Porque soy una cirujana brillante y soy tu jefa, así que mientras yo esté a cargo, tú harás lo que te pida - sentencié sosteniéndole la mirada para dejarle muy en claro cuál era su lugar.

Se retiró muy molesto, pero al menos sé que dejará de cuestionar mis decisiones. Luego de unas horas de mareos y malestar, Richard se acercó a mí para hablar, pero cuando lo ví, sentí unas inmensas ganas de llorar. Mis emociones han estado revueltas desde anoche.

- Te teñiste el cabello, estoy muy orgullosa de tí, debes hacer lo que te hace felíz - chillé para luego abrazarlo.

Él se quedó petrificado, acarició mi cabello e intentó comprender lo que pasaba, ni siquiera yo sé qué me pasa.

- ¿En serio me queda tan mal? - preguntó haciendo que mi llanto aumentara.

- No te ves mal, es un cambio importante para tí, me hace felíz verte felíz - acaricié su cabello mientras me caían lágrimas.

- Addison, ésto no es normal - dijo aún impactado.

- Sí lo es, todos teñimos nuestro cabello, tú también puedes hacerlo - respondí entre sollozos que me cortaban el aire.

- Me refiero a tu llanto ¿Te sientes bien? - preguntó tocando mi frente.

- Sí, estoy bien, no me siento triste, pero tampoco puedo dejar de llorar - expliqué mientras mis lágrimas volvían a brotar como cataratas.

Él me abrazó y sobó mi espalda para consolarme, aunque no entendía por qué.

- Estaba a punto de darte malas noticias, pero creo que no es el mejor momento - mencionó cuando finalmente pude dejar de llorar y me calmé.

- Dime, quiero saberlo - dije asegurando que iba a estar bien.

- Es Ellis, la madre de Mer...ella está internada otra vez, tuvo convulsiones y no saben si va a mejorar - me siento terrible, apenas escuché esas palabras se me escapó una risa involuntaria, tal vez fue por los nervios, pero se vió muy mal.