—Mientras salía del baño, decidió que era mejor alejarme del lugar lo antes posible. Me acercó a Carlos, quien me esperaba con una expresión preocupada.
—"¿Todo bien?", preguntó Carlos, notando mi gesto serio.
—"Sí, todo está bien", respondo, tratando de sonar convincente. "Pero estoy muy cansada, creo que mejor que me fuera sola y dejar a Carlos con Isabella en el antro. No quería arruinar la noche de mis amigos con mis propias preocupaciones, y confiaba en que Carlos cuidaría de Isabella.
—"Carlos, Isabella, creo que es mejor que me vaya sola", anunció, tratando de sonar decidida. "Me siento un poco cansada y prefiero irme a descansar."
—Carlos me miró con preocupación, pero asintió. "Está bien, Daphne. ¿Estás segura de que estás bien sola?", preguntó, mostrando su preocupación por su amiga.
—"Sí, estaré bien. Ustedes diviértanse un poco más", respondo, tratando de sonar segura de sí misma.
Una vez que salí del antro, comencé a caminar por la calle, pero pronto me di cuenta de que alguien me seguía de cerca. Mi corazón empezó a latir con fuerza en mi pecho mientras intentaba mantener la calma y pensar en una estrategia para alejarme de él sin ponerme en peligro.
Caminó más rápido, tratando de perderlo entre la multitud, pero parecía determinado a seguirme. Entonces, decido que lo mejor era buscar ayuda. Me dirigió hacia una zona más concurrida y buscó a alguien a quien pudiera pedir ayuda, con la esperanza de que ese hombre se detuviera al ver testigos.
La adrenalina corría por mis venas mientras intentaba mantener la compostura y encontrar una salida segura de esa situación.
Me apresure entre la multitud, mi mente trabajando a toda velocidad mientras buscaba una solución. Miró a mi alrededor, buscando desesperadamente a alguien en quien pudiera confiar para pedir ayuda. Finalmente, veo a un par de policías cerca de la esquina y me dirijo hacia ellos con determinación.
Con el corazón acelerado, me acercó a los policías y les informó sobre la situación con el hombre que me seguía . Sin embargo, cuando los agentes notaron la presencia del hombre entre la multitud, sus rostros se tensaron y intercambiaron miradas significativas.
Uno de los policías, visiblemente incómodo, se acercó a mi y me susurró con cautela: "Señorita, es mejor que se vaya de aquí lo antes posible. Ese hombre del que usted habla es Dareck, y es alguien complicado
Fruncí el ceño, confundida por la reacción de los policías. "¿Qué quieres decir con 'complicado'?", preguntó, temiendo lo peor.
El policía bajó la voz aún más, mirando nerviosamente alrededor antes de responder: "Dareck... es alguien con quien no queremos meternos. Él... es el jefe de la mafia italiana en esta ciudad."
Mi corazón dio un vuelco al escuchar esas palabras. Sabía que mi situación era aún más peligrosa de lo que había imaginado. Agradecí a los policías con un asentimiento rápido antes de alejarse apresuradamente, consciente de que necesitaba encontrar una manera de mantenerse a salvo de Dareck o como se llame y sus conexiones peligrosas.
Con cada paso que daba, sentía el peso de la amenaza que representaba, sobre mi. Sabía que necesitaba ser más cuidadosa que nunca, si quería mantenerme a salvo de las garras de la mafia italiana.
Intente caminar los mas rápido que podía, justamente me faltaba poco para llegar a mi departamento. Cuando veo hacia atrás ya no estaba, me tranquilizo un poco.
Sin embargo, cuando estaba a punto de alcanzar la entrada, sentí una mano agarrarme por el hombro haciendo girarme bruscamente. Dareck estaba frente a mi, con una mirada fría y despiadada que me heló la sangre.
ESTÁS LEYENDO
"Todo en esa noche"
Teen FictionEn las sombras de la ciudad de Roma, donde los secretos se entrelazan con los susurros de la noche, surge una historia de amor y peligro que desafiará los límites del corazón humano. Dareck Cullen, un mafioso italiano con un pasado oscuro y un prese...