Capitulo 22

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Daphne se levantó lentamente, sus movimientos aún algo torpes por la migraña. "Voy a tomar una ducha," murmuró, evitando mirarme a los ojos mientras se dirigía al baño.

La observé desaparecer tras la puerta, y suspiré profundamente antes de acostarme en la cama. Apenas había cerrado los ojos cuando el teléfono sonó, sacándome bruscamente de cualquier intento de descanso. Miré la pantalla y vi el nombre de Marco. Contesté inmediatamente.

"¿Qué pasa, Marco?" pregunté, tratando de mantener la calma.

"Jefe, tenemos un problema," respondió Marco, su voz tensa. "¿Recuerda que teníamos que hablar sobre la mercancía de Rusia?"

"Mierda," maldije, rascándome la cabeza. "¿Cómo se me pudo olvidar algo tan importante? ¿Qué pasó?"

"Es complicado," continuó Marco. "La reunión debía ser hoy, pero surgió algo más. Hay rumores de que un nuevo enemigo está moviéndose en nuestro territorio. Un tipo llamado Konstantin. Nadie sabe mucho sobre él, pero parece peligroso."

Sentí un nudo formarse en mi estómago. "¿Konstantin? ¿Qué sabemos de él?"

"Prácticamente nada. Solo que ha estado causando problemas en las áreas controladas por la mafia rusa y parece que ahora está interesado en expandirse hacia nuestro territorio. Necesitamos más información, pero hasta ahora todo lo que tenemos son rumores."

Me incorporé, la preocupación tomando el control. "De acuerdo, Marco. Mantenme informado y averigua todo lo que puedas sobre este Konstantin. No podemos permitirnos sorpresas."

"Entendido, jefe. Y sobre la reunión de la mercancía rusa, ¿Qué quiere que hagamos?"

"Reprograma la reunión. No podemos dejar esto sin resolver, pero necesitamos abordar el asunto de Konstantin primero. Mantén a todos alerta y asegúrate de que la seguridad esté reforzada. No quiero tomar riesgos innecesarios."

"Lo haré, jefe. Estaré en contacto."

Colgué el teléfono y me quedé mirando el techo, sintiendo la gravedad de la situación apoderarse de mí. Daphne salió del baño en ese momento, envuelta en una toalla, su cabello goteando. Me miró con preocupación al ver mi expresión tensa.

"¿Qué pasó?" preguntó, acercándose.

"Problemas," respondí, tratando de sonreír para tranquilizarla. "Nada que no podamos manejar, pero necesito que te quedes aquí y te mantengas segura. No quiero que te pongas en peligro."

Ella asintió, su expresión seria. "Lo haré, Dareck. Pero, por favor, ten cuidado tú también."

La miré a los ojos y asentí. "Siempre lo hago, nena. Siempre lo hago."

Mientras Daphne se vestía, mi mente estaba ocupada con el problema de la mercancía rusa y la amenaza de Konstantin. Sabía que tenía que actuar rápido para evitar que la situación se saliera de control. El teléfono volvió a sonar, y esta vez contesté antes del segundo timbre.

"Marco, ¿Qué pasa ahora?" pregunté, tratando de mantener la calma.

"Jefe, hay más problemas con la mercancía rusa. Parece que el envío que esperábamos ha sido interceptado," dijo Marco, su voz tensa. "Nuestros contactos en el puerto informan que la carga fue tomada por hombres armados, y nadie sabe quién está detrás de esto."

"Mierda," maldije de nuevo, apretando el puño. "¿Sabemos algo sobre esos hombres? ¿Alguna pista?"

"Solo que estaban bien organizados y parecían saber exactamente lo que buscaban. Podría estar relacionado con Konstantin, pero no podemos confirmarlo aún."

"Todo en esa noche"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora