"Todo en esa noche"

Capitulo 29

"Dareck"

Prendí el auto y manejé como un desquiciado, sin importar las leyes ni la seguridad. Necesitaba llegar al hospital más cercano, y Vlad venía detrás de mí. Mi mente solo tenía un pensamiento: Daphne debía sobrevivir.

"Joder," murmuré entre dientes, rogándole a Dios. Cuando finalmente llegamos al hospital, corrí con Daphne en mis brazos, gritando por ayuda. Una enfermera me detuvo, diciendo que no podía atenderla de inmediato.

Saqué mi arma y la apunté. "Si ella muere, tu familia morirá quemada," amenacé. La enfermera, aterrorizada, asintió rápidamente y llamó a todo su personal. Pusieron a Daphne en una camilla y corrieron hacia la sala de operaciones. Intenté seguirlos, pero el doctor me detuvo, diciéndome que debía esperar.

Las horas pasaron como una eternidad. Cada minuto se sentía como una daga en mi corazón. Finalmente, una enfermera salió y me dio la noticia que me dejó helado.

"La señorita perdió mucha sangre y está muy grave. Estamos intentando salvar al bebé que lleva en su vientre."

Quedé atónito. No sabía que Daphne estaba embarazada. Sentí que el mundo se derrumbaba a mi alrededor. "Por favor, salven a los dos," le rogué, mi voz quebrándose.

Me dejé caer en una silla, sintiéndome impotente. Había prometido protegerla, y ahora estaba aquí, en este hospital, luchando por su vida y la de nuestro hijo. Mis pensamientos se nublaron con miedo y culpa. Pero en el fondo, una chispa de esperanza se mantenía viva. Debía creer que Daphne y nuestro bebé saldrían de esta.

En eso veo a Vlad acercándose, ya vendado de la bala que recibió. Su expresión refleja una mezcla de dolor y preocupación.

"¿Cómo está Daphne?" pregunta, su voz cargada de angustia.

Le miro, sintiendo el peso de la situación. "Está muy grave, Vlad. Ella... y el hijo que lleva en su vientre."

Vlad se queda atónito, sus ojos se agrandan por la sorpresa. "¿Cómo que está embarazada? ¿Y cómo es que no lo sabías?" me grita, su voz llena de incredulidad y rabia contenida.

"No lo sabía," respondo, mi voz quebrándose. "Ella no me lo había dicho. Si lo hubiera sabido, hubiera hecho todo de otra manera. ¡Joder, Vlad, no lo sabía!"

Vlad se queda en silencio por un momento, procesando la información. Luego su rostro se suaviza un poco y coloca una mano en mi hombro. "Dareck, tenemos que mantenernos fuertes. Por Daphne y por el bebé. Ellos necesitan que estemos aquí para ellos."

Asiento, aunque el miedo y la culpa siguen consumiéndome por dentro. "Tienes razón," digo, intentando encontrar fuerzas en sus palabras. "Debemos ser fuertes."

Nos sentamos juntos en la sala de espera, ambos sumidos en nuestros pensamientos. El tiempo parece detenerse mientras esperamos noticias del quirófano. Cada segundo es una tortura, pero no puedo permitirme perder la esperanza. Daphne y nuestro bebé necesitan que crea en su recuperación.

Finalmente, el doctor sale del quirófano, con una expresión serena pero seria. "¿Familiares de la señorita Daphne Bennett?" llama.

Me levanto sin pensarlo, mi corazón latiendo con fuerza. "Sí, yo soy su esposo," respondo, la voz cargada de urgencia.

El doctor asiente. "La señorita Bennett está fuera de peligro, junto con el bebé."

Joder, sentí que las lágrimas corrían por mi cara, una mezcla de alivio y agradecimiento. "Gracias, doctor. ¿Puedo verla?"

"Sí, pero la señorita está delicada. No la esfuerce a nada," advierte el doctor.

Asiento rápidamente, prometiendo seguir sus instrucciones. Me dirijo a la habitación de Daphne, con Vlad siguiéndome de cerca. Al entrar, la veo acostada en la cama, pálida pero viva, conectada a varios monitores que siguen su estado.