—¿Qué hace?— cuestiona Gwendal cuando lo saco de sus brazos.
—Estamos cubiertos de houseki, los dos— respondo mientras desabrocho la chaqueta azul.
—Si es así Heika, hay que lavarlo y quitárselo lo antes posible.— Gisela comienza a ayudar en la tarea apenas escucharme.
—A mi no me afecta, puedo llevarlo al baño mientras limpian y preparan las cosas.— agrega Conrad con más energía, supongo que si yo me sentía inútil mirando debió haber sido peor para él.
Conrad lo levanta y cuando se dirige al baño de la enfermería lo detengo.
— El mío será más cómodo y puede descansar luego.— agrego, pensando que allí estaremos más tranquilos.
Sin cuestionar apura el paso, Gwendal decide cambiarse antes, y Gisela nos avisa que también lo hará y recogerá unas cosas para seguirnos entonces.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mientras Conrad se hacía cargo de su hermano, también procuré limpiarme bien para eliminar los restos de houseki de mi cuerpo; cuando terminé, ayudé a mi padrino a cambiar a Wolf y dejarlo en la cama para poder seguir atendiéndolo. Durante todo el tiempo me aseguré de mantener estable su marioku acercándome cada pocos minutos, y cuando llegó Gwendal con Gisela siguió el tratamiento.
—Está respondiendo más rápido que antes, creo que con un poco más podremos descansar y dejar que su cuerpo siga haciendo el trabajo. Pero se ve mejor.— comenta y ciertamente puedo ver un poco más de color en su piel.
Unos minutos más tarde la doctora da la instrucción de dejarlo acostado y se dedica a controlar como avanza. Al notar que de verdad parecía más estable suspira y se sienta en la cama a su lado.
—Voy a dar una vuelta para revisar el estado de los soldados, luego regresaré para ver como sigue. Heika, supongo que puedo pedirle que lo controle mientras no estoy ¿cierto?— una suave sonrisa cansada se ve en su rostro mientras me habla.
—No tienes que pedirlo siquiera— como si fuera a dejarlo solo ahora...
—Lo sé. Regreso pronto— se levanta y saluda a los dos hermanos inclinando la cabeza levemente antes de salir de la habitación.
Los mayores observan a Wolf por un momento, y Gwendal es el primero en hablar.
—También debo regresar a revisar como siguen las cosas. No es necesario que nos quedemos todos ahora que está estable. Volveré más tarde.— y sin más se retiró también.
Ahora ya más tranquilo, me acerco a la cama, me siento al lado de Wolf y tomo su mano; la temperatura seguía algo baja, pero no estaba helado como antes. Acaricio su rostro que también había ganado un poquito de color y me quedo observándolo esperando que abra los ojos.
—Lamento no haber podido protegerlos— comenta mi padrino sentándose donde yo estaba antes.— de haber sido yo no hubiese pasado nada.
—De haber sido yo tampoco, pero él tuvo que saltar entre medio! ¡Ya despierta Wolf!— le digo colocando la mano sobre su pecho y dándole más marioku.
—Debería descansar, yo puedo quedarme y cuidarlos— comenta mientras sirve un vaso de agua y me lo ofrece.
—Voy a hacerlo cuando abra los ojos— respondo testarudo, pero todos siguen trabando y mi novio inconsciente, no hay forma de que me vaya a descansar aún.
Sigue con el brazo extendido hacia mi para que tome el vaso, suspiro finalmente y lo agarro, bebo un poco de agua y se lo entrego.
—Voy a pedir que traigan comida, sé que no va a bajar pero tiene que comer algo.— sirve un poco más de agua mientras habla y deja el vaso servido sobre la mesa— ¿Hay algo en particular que quiera?
—No, nada— ni siquiera tengo hambre, pero sé que de todos modos lo hará.
—Ya regreso entonces.
La habitación queda en completo silencio y tengo una sensación extraña en el cuerpo. Estoy cansado y mi mente brumosa, no puedo pensar en nada. Acomodo las húmedas hebras doradas y decido secar un poco más su cabello con la toalla. Incluso con poco color se ve como una obra de arte, con sus largas pestañas y delicados rasgos y esa piel lisa y tersa.
—¿Wolf?— hablo en voz baja— Ya abre los ojos, van a traer comida. — acaricio su rostro y dejo la toalla a un lado.
Tomo su mano y espero mientras comienzo a inviarle marioku nuevamente. Recuerdo que en las películas siempre muestran que mueven los dedos primero, asique mientras lo hago sigo observando sus largos y finos dedos, pienso que de verdad va a quedarle bien el anillo que le compré. Ni siquiera quiero seguir esperando, se lo pondría ahora si no fuese que en realidad necesito su respuesta, ya no voy a suponer cosas, me fue mal la última vez. Suspiro al recordarlo.
—¿Vas a decirme de nuevo que no si te lo pregunto apenas despiertes?— digo en voz alta, mientras toco despacio su dedo anular.
—¿No a qué?— pregunta una voz casi inaudible. Y casi salto de la cama de la sorpresa.
—¡Wolf!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Holaa!!! aquí vamos de a poco pero intentando retomar... espero que estén bien!!
