Cita

2.2K 172 31
                                    

Miro por la ventana de la confitería, Murata me había pedido que lo espere allí para ponernos al tanto. Hace tiempo el no volvía a Shin Makoku para poder dedicarse más a sus estudios en la Tierra según me había dicho, aunque parecía más estar evitando cierto lugar/persona/lo que sea en el otro mundo, de cualquier modo era experto en evadir el tema cuando lo sacaba. La chica que trabaja en el local me mira insistentemente, seguramente porque llevo 20 minutos y no he encargado nada, ya  me ha preguntando dos veces y la respuesta sigue siendo la misma “estoy esperando a alguien”, para este momento quizá ya se hizo la película de que mi chica me dejó plantada. Me rio yo solo, si supiera porque en todo caso no sería una chica sino un chico… eso sonó mal, bueno  Murata es un chico, pero no es en ese sentido, y tampoco estaba pensando en Ken, sino más bien en Wolf, pero tampoco tenemos este tipo de relación, ni tuvimos, pero es lo más cerca, creo. Igualmente no sé si volveré a tener algún tipo de relación con él. Suspiro, aún no sé como arreglar las cosas, quizá a Murata se le ocurra algo…

-Parece que su acompañante se está demorando- dice la chica mientras pone un té helado frente a mi.

-Lo siento, aún no pedí nada- le digo mirando el vaso con un sorbete divertido con un gatito.

-Lo sé, es por la casa, así la espera sea más amena- sonríe, es bonita.

-Oh, gracias- contesto mientras voy entendiendo la situación- lo siento mi amigo nunca es de demorarse tanto por eso no ordenaba nada.

-¿Tu amigo? – asiento- disculpa la pregunta, pero ¿tienes novia?-se ruborizó.

-Eto .. yo n- interrumpió una voz amiga.

-Si Shibuya ¿tienes novia?- dice mi supuesto amigo acentuando la A mientras se reía y tomaba asiento.

- Oh lo siento- dice la mesera ruborizada en cuyo gafete decía el nombre “Haruhi”- ¿desea ordenar?- pregunta dirigiéndose a Ken.

-Claro, después de la respuesta de mi amigo- le guiña un ojo.

-No, no tengo- niego con la cabeza, cohibido por la situación, ella aprieta los labios y asiente.

-Un caramel macciato- pide Murata sonriéndole a Haruhi.

-Seguro ya lo traigo- asiente nuevamente- ¿desea algo más?-me pregunta.

-Un brownie estaría bien- le sonrío.

-Vaya Shibuya, si te viera tu prometido- se ríe.

-Ya no estamos comprometidos- eso sonó extraño, supongo que siempre fué extraño el que lo estemos en primer lugar.

-¿Qué?!- exclama mi amigo y yo trato de que baje el volúmen- ¿Qué pasó?

-Wolfran anuló el compromiso.

-¿Wolfram? ¿El hombre que te persigue y cela por todos lados?- me encojo de hombros -¿Qué pasó?

-No sé si se le puede llamar discusión, pero supongo que fue eso- me mira sin entender-  llegó una carta, una proposición,  nunca pensé en aceptar conocer a la chica, pero Wolf igual se enojó…

-¿Fue por eso?- interrumpe.

-No,  luego intentó... bueno, quiso besarme y yo me corrí y me golpeé la cabeza, asique le grité y el me gritó y a la mañana siguiente me entregaron la anulación del compromiso para que la firme.

-Y solo la firmaste.

-No tenía razón para no hacerlo…- el miedo de perder a mi amigo no era razón para negar la anulación.

-¿Seguro?- asiento, tenía razones pero ninguna que Gwendal fuera a aceptar.

-Entiendo, ¿y cómo están las cosas?-  solo desvío la mirada.

90 diasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora