El día pasó volando y llegó el momento de conocer la primera chica. Llegó por la mañana después del desayuno. Tiene cabello castaño y ojos celestes, es linda y se ve agradable.
-Por favor llámeme Eli- pidió.
- Entonces dime Yuri.
-Oh eso sería demasiado Heika.
-No veo el problema, es mi nombre. Espero que te estés sintiendo a gusto- le digo mientras damos un paseo por el jardín.
Ya es de tarde y la verdad que esta chica Eli no habla mucho, lo cual me resultó un poco incómodo para seguir, porque ni sabía de qué hablar, al menos parece contenta recorriendo el castillo no puedo hacer mucho más por ella más que ser su guía.
Al poco tiempo llegaron a buscarla, nos despedimos y suspiré cuando se fue. Sentí que había perdido todo el día, no quiero ser malo, es muy agradable, pero ese tipo de personalidad tan introvertida no es para mí, prefería del tipo de Haruhi, que son más decididas y es más fácil conversar, ya que proponen diferentes temas y se explayan sin necesidad que de que estés preguntando todo.
Legó la hora de la cena y noté que Wolfram tampoco está, se fue temprano esta mañana y al parecer aún no ha regresado, no quise ahondar en el tema antes teniendo una invitada presente, ya que no me pareció agradable el estar pendiente de mi ex frente a ella.
-¿Y Wolf? ¿No regresó aún?
-Sí, pero pasó directo a su habitación, dijo que estaba cansado- me contesta Conrrad- pidió que lo excuse, hicieron entrenamiento especial hoy.
-Oh, de acuerdo.
Sabía que no era buena idea comenzar tan pronto con las citas, si así podía llamársele, sabiendo lo que sentía Wolf es algo cruel, por ello fue también que me sentí incómodo todo el día.
Al día siguiente después de correr lo busqué para hablar con él. Comencé a quejarme que no me gustaba recibir gente así, pero me ignoró y se fue con los soldados.
Pedí a Gwendal que pospusiera las otras, pero me dijo que quedaba mal políticamente y todo eso. Decidí hablar de nuevo con Wolf, por la tarde, quizá si sabía que era por obligación sea diferente.
-¿Qué esperabas?- me respondió seriamente- Es lo normal ¿No era lo que querías?
-Lo sé pero...-resopló.
-Enclenque- me dijo nada más y se fue, al menos me dijo enclenque ¿no?
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Las cosas se pusieron más incómodas estos días con las visitas, Wolf está más distante y yo con más trabajo acumulado y menos ganas de conocer gente.
Hoy llegó la quinta chica ya, he de admitir que es muy agradable y divertida, es diferente a las otras veces, conversa bastante y no pretende que esté pendiente de ella, sugirió sentarnos en el jardín y desde entonces me está contando anécdotas de cuando era niña y el porqué su padre la mandó a conocerme. Sigo riendo de sus ocurrencias. Resulta que la enviaron hace poco a tomar clases para ser más "femenina".
