Alguien mejor

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Enfrascarse de lleno en escribir una historia de amor es mucho más fácil cuando la estás viviendo, piensa Violeta. No es lo mismo poner tu imaginación a lo que crees que se debe sentir cuando te enamoras que realmente empezar a conocer esa sensación de vértigo e ilusión, que hace que escribir ahora no cueste tanto como antes. Las palabras, tecleadas en su ordenador con vertiginosidad, solo evocan algunos de los pensamientos que cruzan por la mente de la motrileña en los últimos días.

Si bien es cierto que lleva toda una semana separada de Chiara, su relación parece haber crecido y haber entrado en un punto algo más cercano. Los mensajes no han parado de llegar de un lado al otro entre ellas, aunque su contenido sea totalmente insignificante a veces, simplemente compartiendo algunas de las cosas más banales de su día a día.

Piensa en que por fin hoy la morena volverá a Luarca y podrá verla. Sin duda, estos días han servido para darse cuenta de que necesita más de ella de lo que incluso quiere admitir. La echa de menos, sencillamente. Revisa su móvil, buscando algún mensaje de la chica, pero no encuentra ninguno. Asume que tras la salida de anoche, probablemente aún esté durmiendo, por lo que le manda ella uno, conmovida por el sentimiento de añoranza que nace en su interior.

Vio 💜

Vuelve pronto, te echo de menos

Entra a la galería de su móvil para mirar la fotografía que Chiara le mandó anoche para enseñarle su outfit, y, por qué no admitirlo, para tentarla un poco. El clásico beboteo. Y eso le encanta. Sonríe recordando la foto que le mandó ella justo después. Habría dado lo que fuera por ver la cara de la medio inglesa en ese momento, aunque se puede hacer una idea.

Una nueva notificación de WhatsApp la saca de su ensoñación. Pensando que puede ser Chiara, se dirige rápidamente a leer el mensaje, pero es Natalia quien busca su atención.

Natalia 😏

Oye, me tienes abandonada 🙁

Cenita hoy?

Violeta suspira con pesar tras leer el mensaje y se muerde el labio, sopesando sus opciones. Por un lado, quiere dejar libre esa noche para poder ver a la morena a su vuelta de Madrid. Pero sabe que debe hablar con Natalia y ser sincera con lo que siente por Chiara. Realmente quiere intentar algo con la menorquina, quiere ver a dónde les puede llevar la relación que están formando. Pero para eso también tiene que cerrar esta historia. No puede alargarlo más.

Comienza a escribir un mensaje para decirle de quedar esa misma noche y así poder hablar cara a cara. Aunque sabe que Natalia es una chica madura y que entenderá la situación, no puede evitar sentirse un poco mal y nerviosa. Antes de mandar el mensaje, el ruido de unos nudillos en la puerta de su habitación la detienen. Se gira desde su escritorio y alza la voz para dar paso a quien sea que esté al otro lado de la puerta, que se abre despacio, dejando asomar la cabeza de Salma.

-¿Podemos hablar? - El tono serio y la expresión de su cara alertan a Violeta, que rápidamente se levanta y asiente, invitándola a sentarse con ella en su cama.

-¿Ha pasado algo? - Violeta estudia los ojos de su amiga con precaución, tratando de encontrar respuestas a su semblante serio.

-Vio... Te tengo que enseñar algo.

Desbloquea su móvil, que reposa en su mano, y lo gira hacia Violeta, que lo sujeta y observa en la pantalla lo que la chica quiere mostrarle. Es una captura de pantalla de una historia de Instagram de una cuenta que no le resulta familiar. En la imagen, se ve una chica durmiendo en una cama, aparentemente desnuda bajo las sábanas de la misma. Cuando se fija más detenidamente en la chica, sin entender aún qué pasa con esa foto, se da cuenta de quién es. Chiara está plácidamente dormida en aquella cama desconocida. Su corazón se para por un momento. No puede ser. Mira el nombre de usuario de esa cuenta y lee el nombre de paulaflorecillas. Paula. Como su ex.

Letra y Música - KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora