-Entonces, ¿me vas a contar el plan de hoy? - Pregunta una vez más Chiara.
Violeta no aparta la vista de la carretera, y sonríe como respuesta.
-Ya te he dicho que va a ser sorpresa. Aunque te lo cuente, tú no conoces Granada. Deja que te la descubra con calma. - Lleva su mano hasta el muslo de la menorquina y lo acaricia. - Te va a encantar.
Chiara entrelaza sus manos y suspira. Tiene muchas ganas de descubrir la ciudad más mágica del mundo, según opina su chica, y más si es de su mano.
Consiguen aparcamiento relativamente fácil y bajan del coche. Violeta ofrece su mano a Chiara, que no duda en aceptarla y dejarse guiar. La menorquina brinca de emoción, haciendo reír a la pelirroja.
-¿Sabes que yo vivía en esta zona cuando estudiaba en la universidad?
-¿En serio?
-Sí, justo en esa calle de ahí. - Señala Violeta.
-Vamos a verlo. - Es ahora la menorquina la que tira de la mano de su novia hacia la calle que la motrileña ha señalado.
Se va fijando en cada local por el que pasan, siendo la mayoría pequeños comercios de barrio. Violeta la frena delante de un edificio de pisos. Mira hacia arriba y le señala a la morena un pequeño balcón en el quinto piso.
-Justo ahí.
-¿Lo echas de menos? - Pregunta Chiara al ver la mirada brillante de la motrileña.
-Quizá, a veces. A mí Granada me encanta. Aunque no estoy para nada a disgusto con lo que tengo ahora.
Pone una mueca tierna que Chiara se encarga de besar.
-Siempre habrá tiempo de volver aquí. - Apunta la morena. - Pero me tienes que traer contigo.
-Deal. - Dice Violeta simulando un acento británico, gesto que siempre hace reír a Chiara. - Are you hungry, babe?
-I'm starving, actually. - Responde la menorquina.
-Good! Porque te voy a llevar a probar los mejores crèpes y gofres de toda Granada.
Caminan durante unos diez minutos hasta que llegan a Pedro Antonio. Chiara se asombra por la cantidad de pubs y bares de tapas que hay en esa calle, todos con sus respectivos carteles en la puerta con distintas ofertas.
-Esta es zona de estudiantes. Cada noche esto está plagado de gente. - Explica Violeta.
-Lo que hubiera dado por ser compañera tuya en la universidad. No habría salido viva de esa.
-¿Por?
-¿Tú te has visto? La más hot de clase. Habríamos sido amigas y yo habría vivido mi evento canónico contigo.
-Yo creo que queda demostrado que habría sido mutuo desde el principio, Keeks. - Deja un beso en la mejilla antes de señalar un cartel que dice Gofrería Goofie. - Hemos llegado.
Ven todas las opciones que hay en el local y acaban optando por un cofre de chocolate y lacasitos para la morena y un crèpe de jamón y queso para la pelirroja, que disfrutan mientras prosiguen su camino. Violeta se entretiene en ir contándole anécdotas y curiosidades de cada rincón por el que pasan. Ríe al ver restos de chocolate en la boca de Chiara, y ante la atenta e intensa mirada de ésta, lo limpia con su lengua, lamiendo todo su labio superior.
Se adentran en calle Elvira e inmediatamente la boca de Chiara se abre de asombro. La pintoresca zona, llena de pequeñas tiendas y puestos la embelesan, haciéndola pararse en cada una de ellas a curiosear las distintas prendas de ropa, accesorios y objetos que están a la venta.
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Letra y Música - KIVI
RomanceChiara, una cantante y compositora emergente, se muda temporalmente a un pequeño poblado en busca de inspiración para su primer disco. Violeta, una joven escritora bastante conocida, está viviendo una crisis de escritora que se verá solucionada por...