Letra y Música - KIVI

Tu safe place

Denna, Salma y Violeta esperan al resto del grupo en la puerta del Nova. Desde la discusión entre ellas, Salma y Violeta no se han vuelto a dirigir la palabra, más allá de algún comentario banal, y Denna trata de poner algo de paz entre ambas chicas, aunque sin resultado alguno.

Salma sigue pensando que Chiara no le hace bien a su amiga, llevada por sus propios prejuicios, la información que tiene de parte de Leire, quien es conocida de Paula, y los celos que siente. Violeta está cansada de la actitud de su amiga y no quiere escuchar nada más sobre el tema, pues considera que es lo suficientemente adulta e independiente para tomar sus propias decisiones, y le duele ver que no tiene su apoyo en una relación que la hace feliz. Pero sobre todo, tiene miedo de que todos esos comentarios le lleguen a Chiara, pues tras conocerla, sabe el trasfondo sensible de la chica y no quiere que se coma la cabeza de más. Denna, por su parte, siente que le falta información, pero su posición ante el tema está bastante clara, dejando suaves caricias en el brazo de la pelirroja o rodeando sus hombros para relajarla, y dirigiendo miradas amenazantes a Salma, haciendo así que controle lo que dice.

Álex llega acompañado de Omar, Cris, Paul, Lucas, Álvaro, Bea y Juanjo. Tras un breve beso en los labios de Denna a modo de saludo, Álex y los demás se encargan de repartir besos y abrazos a las chicas. Deciden esperar a Chiara, quien no tarda mucho en aparecer al fondo de la calle, vistiendo una falda negra, un top negro transparente que deja ver su sujetador, unas medias de rejilla y botines negros. Violeta le da un repaso con su mirada a medida que se acerca. Qué bien le sienta el negro.

Cuando Chiara está a punto de llegar, Leire aparece por otra calle, casi chocando con la menorquina en el camino, quien reacciona saludándola con una pequeña sonrisa tensa, pues saber que está relacionada con Paula enciende sus alertas. No quiere tener nada más que ver con su ex, y el hecho de que Leire fuera quien le mostró esa maldita historia a Salma la incomoda, pues asume que sus pensamientos hacia ella no serán muy buenos. Y ella odia sentirse juzgada, se siente pequeña.

Su incomodidad desaparece cuando sus ojos verdes chocan con el grupo de amigos, y más concretamente con Violeta, quien lleva un vestido de tirantes negro que marca sus curvas y deja ver su bonito escote. Sus tacones hacen que sus piernas se vean aún más estilizadas que de normal, y la morena siente que podría quitarle el hipo de un solo vistazo. La pelirroja le devuelve una sonrisa tímida que la tranquiliza al momento y la llena de una sensación ya familiar y agradable en el pecho.

Se acerca a cada uno de los presentes para abrazarlos como saludo. Trata de aproximarse a Salma, esperando poder limar asperezas y empezar de cero también con ella, pero ve cómo ésta le echa una mirada de pocos amigos y se gira para entrar a la discoteca, acompañada de Leire. Se queda plantada en el lugar, sorprendida por la actitud de la chica.

-¿A mí no me vas a saludar? - Violeta rodea su cintura con sus brazos y coloca su cabeza sobre el hombro de la ojiverde, que se gira con una sonrisa de lado para poder observar su cara perfecta.

-A tí te saludo las veces que quieras. - Observa sus labios por un momento, dudando de cómo proceder ahora que están delante de la gente, pero acaba dejando un tierno y pausado beso sobre ellos, atrapándolos entre los suyos brevemente.

Observan algunas sonrisas en algunas caras del grupo, entre los que ya lo sabían o se habían hecho una idea, mientras otros se muestran sorprendidos ante la interacción de las chicas. Devuelven sonrisas tímidas y entran todos juntos a la discoteca, que, como era de esperar, está a rebosar. La música rebota entre las paredes del local y la gente reunida allí disfruta de cada beat como si fuera el último. Chiara se contagia de aquella energía y se ofrece a ir a por bebidas con algunos de los chicos cuando consiguen encontrar una zona donde colocarse.